El conocimiento Inuit y el cambio climático fue discutido por delegados en la reciente cumbre del calentamiento global en Copenhague y lo que los ancianos esquimales dijeron a la NASA, tienen preocupados por igual a los científicos y expertos …

Parece que los ancianos inuit son testigos también de climas extraños e insondables allá arriba en el Norte. Los ancianos hablan de cómo su mundo ha cambiado, como era entonces y cómo es ahora.

Es un panorama sombrío, una imagen del derretimiento de los glaciares y su adelgazamiento y la desaparición del hielo marino.

Focas con quemaduras en sus pelaje y cubiertos de llagas y una piel más delgada, la piel de la foca se ha deteriorado, y mientras los científicos mantienen que la contaminación hecha por el hombre es la que está contribuyendo al cambio climático los ancianos están convencidos de que algo mucho más grande está pasando.

Asombrosamente lo que los ancianos están diciendo es que el calentamiento global no es toda la historia…

Los ancianos sostienen que el sol no asciende como solía, y también ellos ahora tienen más tiempo de luz del día para cazar y el sol esta más alto de lo que solía estar, y calienta más rápido que antes.

 Los ancianos quienes fueron entrevistados por todo el norte todos dijeron lo mismo, Su cielo ha cambiado. Las estrellas del Sol y la Luna han cambiado todo esto esta afectando la temperatura, incluso afectando la forma en que sopla el viento, cada vez es más difícil de predecir el tiempo, algo que es una necesidad en el Ártico.

Todos los ancianos todos están de acuerdo, ellos creen que la Tierra se ha desplazado, tambaleado o inclinado hacia el Norte. Zacharius Kunuk ha estado literalmente mandando constantemente correos electrónicos a la NASA con la información de los ancianos respecto a los cambios en el cielo y la posición de la Tierra sobre su eje ….

Los ancianos están tratando de llegar para advertir al mundo de los efectos del cambio ambiental.

La exploración de siglos de conocimiento inuit, permite al espectador aprender sobre el cambio climático de primera mano, de los mismos residentes del Ártico. La película retrata a los inuit como expertos en cuanto a su tierra y la vida silvestre y deja claro que el cambio climático es una cuestión de derechos humanos que afectan a esta cultura indígena.