por Organicus
Entre los remedios naturales que puedes utilizar en casa, no puede faltar el jengibre (Zingiber officinale). Aunque esta planta ha sido utilizada durante siglos en medicina china y ayurveda para tratar trastornos digestivos o infecciones, la evidencia científica actual atribuye al principal extracto del jengibre, el gingerol, un efecto antiemético, por lo que el jengibre parece ser muy eficaz previniendo las nauseas y los vómitos durante el embarazo, los vómitos ocasionados tras la cirugía y posiblemente también los provocados por la quimioterapia. Otros datos apuntan a que el jengibre también podría ser útil en el tratamiento de la artritis debido a su potencial efecto antiinflamatorio yanalgésico, por lo que como ves, vale la pena tenerlo a mano.
Dicho esto, hace unos días descubrí que el jengibre se podía cultivar de forma fácil y sencilla en una maceta, así que me puse manos a la obra. Lo primero que hay que saber es que el jengibre es una planta de origen tropical y de lustrosas hojas verdes que puede llegar a alcanzar el metro de altura. Hay que tener en cuenta que lo que se utiliza de esta planta tanto a nivel medicinal como culinario son los rizomas, es decir, el tallo subterráneo que crece horizontalmente en el suelo (no confundir con las raíces porque no es lo mismo, ojo al dato). Pues bien, es precisamente el rizoma lo que debes utilizar para su cultivo. Aquí van los pasos a seguir:
*Elección del jengibre: hoy en día la mayoría de supermercados venden jengibre en la sección de frutas y verduras. Para escogerlo, mira sobretodo que sea fresco y turgente. Si es ecológico pues mucho mejor. Selecciona aquellos rizomas en los que veas las yemas más desarrolladas, porque de ahí brotará la planta. Una vez tengas el jengibre, podrás sembrarlo entero o cortar un trozo con dos o tres yemas. Antes de plantarlo hay gente que lo sumerge la noche anterior en agua o incluso lo mantiene ahí hasta que empiezan a salir las raíces. Según he leído este paso es opcional y ya te adelanto que yo he preferido colocarlo directamente en la tierra para que se habitúe desde el primer día a sus nuevas condiciones de vida, evitando así el “trauma” del trasplante (bueno vale, y así ahorraba tiempo).
Imagen: Organicus
*Condiciones de cultivo: la mejor época para empezar su cultivo es entre finales de invierno y principios de primavera. Elige una maceta cuyo diámetro sea el doble de la longitud del jengibre que vais a cultivar. Tema sustrato, es importante elegir uno adecuado para mantener la humedad, pero que también drene para evitar encharcamientos. Yo he optado por una mezcla de tierra, arena y vermicompost. En la base de la maceta os recomiendo colocar bolas de arcilla expandida para que el sustrato no se apelmace en el fondo. Una vez tengas todo esto, coloca el jengibre en la superficie de la maceta sin enterrarlo demasiado, ya que los rizomas crecen a nivel superficial. Se puede plantar dejando las yemas hacia arriba, pero el tema es que los rizomas desarrollan raíces y brotes bilateralmente por lo que yo he preferido dejarlo con las yemas en dirección horizontal al sustrato para que las del otro lado no les cueste tanto salir. Si todo va bien, entre 1 y 2 meses deberían aparecer los primeros brotes.
*Mantenimiento: al ser una planta tropical, necesitará un clima cálido, luz solar (pero NO directa) yhumedad, por lo que si lo tienes dentro de casa, en una zona con luz, y lo vas regando de vez en cuando evitando que se seque el sustrato, no necesitarás más. Vamos, que podemos tratar al jengibre como si fuera una planta de interior. Ten en cuenta que a medida que crezcan los brotes pondrás más agua, sin llegar nunca a encharcar la maceta, pero cuando se acerque el invierno se la quitarás dejando que se sequen las hojas (abajo te explico el porqué). En cuanto al sustrato, lo podrás ir renovando cada 2-3 meses, añadiendo un poco de abono para añadir nutrientes.
*Recolección: hacia el final del verano dejarás secar la tierra donde está plantado el jengibre para potenciar la creación de nuevos rizomas. Una vez que las hojas mueran es hora de la recogida, y de nuevo, podrás volver a replantar algunos de ellos. El rizoma del cual han salido el resto es mejor tirarlo porque habrá perdido su sabor y textura. A los recolectados les podrás dar mil usos culinarioshaciendo galletas de jengibre, ginger ale, rallándolos en ensaladas, pescado, infusiones, u otros platos, aprovechando así su potencial terapéutico. Ahora bien, otra opción es seguir manteniendo la planta como algo ornamental, y si todo va bien, al año siguiente encontrarás que crecen flores, ya que el jengibre tiene una floración bianual.
Imagen: Organicus
Vaya, al final he escrito casi una tesis acerca del jengibre…. Ya te iré contando como progresa el tema.
Actualización:
Si quieres seguir el crecimiento de mi jengibre te dejo estos links:
Referencias:
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