por La Mente es Maravillosa
Estamos rodeados de energías negativas, casi por todas partes. Allá donde vamos hay gente quejándose, haciendo cosas que le perjudican a él y a los demás o intentando minarnos la moral con sus críticas y argumentos limitantes. Algunas personas logran mantener el optimismo incluso en los ambientes más tóxicos. ¿Qué hacen las personas positivas para huir de las energías negativas que les rodean?
La energía negativa que se propaga puede influir en nuestros pensamientos y acciones. Evitar las fuentes de energía negativa es indispensable para tener éxito. Pero todo el mundo puede ser afectado por las emociones negativas. Solo se valen con inteligencia de ellas aquellas personas que aprendieron a lidiar con ellas. ¿Cómo? De las siguientes formas:
Las personas positivas crean la felicidad desde su interior
La gente positiva no busca la felicidad en estímulos externos. Cuando buscas la felicidad fuera de ti, tu estado de ánimo decae en cuanto el estímulo exterior desaparece. Esto produce inseguridad y adicciones.
En su lugar, las personas positivas buscan fuentes internas de energía positiva. En esta situación, el estado de felicidad no depende tanto de la situación externa como de la forma de enfrentarse a las situaciones. El estado de consciencia permite filtrar las energías negativas a través de la búsqueda de la paz interior.
Las personas positivas evitan a las personas negativas
Puede que esta sea una de las cosas más importantes que una persona puede hacer para mantener la energía positiva. Hay un dicho popular que dice que “el que evita la ocasión evita el peligro”. Pues algo así sucede con esto. Evitando a las personas tóxicas no hay riesgo de que te contagien.
El problema es que esto precisa de algo que no siempre tenemos: valentía y determinación. Hace falta mucho valor para evitar estar con personas negativas, sobre todo porque las que más nos afectan suelen ser personas importantes en nuestra vida, puede que incluso realmente queridas.
Pero evitar a las personas tóxicas tiene más ventajas que desventajas, sobre todo porque cuando decides estar con ellas lo haces libremente, con las pilas cargadas y escudo protector reforzado. Cuando decides tú, controlas tú. Esa es una gran arma.
Las personas positivas creen en sí mismas
Una de las cargas más tóxicas y negativas a las que nos enfrentamos todos es a la negatividad de quienes no creen en nosotros, de los que nos critican o intentan limitarnos, la de los que nos hacen un reflejo de sus incompetencias y frustraciones.
Las personas positivas tienen claro que su éxito depende de creer en ellas mismas, incluso aunque nadie más lo haga. Al fin y al cabo, cada uno es responsable de su propia vida.
Las personas positivas hacen ejercicio y están en contacto con la naturaleza
El ejercicio físico favorece la liberación de endorfinas, las hormonas responsables de sentirse bien. El ejercicio también ayuda a gestionar el estrés y a aumentar la autoestima. Todo esto da lugar a un cóctel de optimismo y energía positiva, que ayuda a mantenerse fuerte ante posibles oleadas de negatividad externa.
Además, las personas positivas están en contacto con la naturaleza con regularidad y pasan tiempo al aire libre. La naturaleza y el aire libre favorece la relajación, la introspección y la consciencia de uno mismo.
El ejercicio, el estar al aire libre y mantenerse conectado con la naturaleza funcionan con un recargador de energía positiva y para filtrar las posibles toxicidades que nos hayan infectado.
Las personas positivas aceptan el fracaso y asumen sus responsabilidades
Las personas positivas aceptan el fracaso porque saben que es la única manera de aprender y crecer. Las personas positivas comprenden las emociones negativas que el fracaso les provoca, pero no se quedan lamentándose, sino que se recuperan y siguen adelante.
Además, las personas positivas siempre asumen la responsabilidad de lo que sucede en sus vidas, y no buscan culpar a otros para justificar sus errores. Las personas positivas se centran en lo que pueden mejorar y analizar lo sucedido para hacerlo mejor en la próxima ocasión.
Las personas positivas no buscan la aprobación de los demás
Depender de las opiniones de los demás hace a las personas vulnerables, manipulables y dependientes, incluso adictas. Las personas positivas lo saben, como también saben que no es posible agradar a todo el mundo. Por eso no buscan la aprobación de los demás, sino que actúan según su propia escala de valores.
Las personas positivas escuchan las opiniones de los demás, pero no dejan que dentro de ellas penetre nada más que lo que ellas consideran que puede ser útil para su crecimiento. Además, saben agradecer una crítica constructiva y enfrentarse a una que pretende destruirles.
Las personas positivas creen que todo tiene solución
Las personas positivas son conscientes de que todo tiene solución, todo menos la muerte, siguiendo la máxima que enuncia que “mientras haya vida, todavía queda esperanza”. Para las personas positivas siempre hay una forma de superar un obstáculo.
Incluso cuando tocan fondo, las personas positivas son capaces de recomponerse y mirar hacia arriba con la intención de hacer lo que sea necesario para hacerse más fuertes y volver a subir.
Las personas positivas, han aprendido a reírse de sí mismas.