Morféo de Gea – detrasdeloaparente.blogspot.cl
Detrás De Lo Aparente nada es lo que parece!!
La sociedad está basada en arquetipos que la unidad de carbono toma como verdades absolutas. La confianza irrestricta en determinados temas como la religión, la justicia, la ciencia, etc., es la base del engaño y la manipulación, pues se cree equívocamente que son en beneficio del hombre cuando en realidad son para tener el control total de la consciencia artificial del Pasú. Desde la liturgia religiosa, pasando por las leyes civiles, comerciales y penales o la física newtoniana y la medicina, por nombrar algunas, es un macro engaño tan astutamente armado, que nadie duda de su veracidad. Nada de lo conocido es lo que es en realidad, usted está hipnotizado y programado desde su niñez para creer que es verdad y usted es ahora el programador de las nuevas generaciones de unidades de carbono, siendo partícipe del engaño sin siquiera saberlo. Comenzaremos este año recorriendo los oscuros recintos de la mentira, para intentar rasgar el velo de la ilusión y ver realmente que se esconde detrás de lo aparente, recorriendo el lado externo de la cinta de Moebius (https://selenitaconsciente.com
Lo primero que tiene que tener claro son los seis primeros artículos del blog, donde explico el proceso de percepción de la realidad. Este proceso comienza en su niñez y la primera mentira que se le implanta es que la realidad es sólo lo que usted puede percibir con sus cinco sentidos, y todo aquello que no encaje en el parámetro acotado de un adulto, no existe. Comenzando por esa errónea programación, todo lo demás es relativamente fácil de implantar, los padres, la educación y los medios, se ocupan del resto. Comencemos con lo más simple, el trabajo. Si bien éste es necesario para conseguir los medios económicos para poder “vivir” en este macabro sistema, en realidad es el principal instrumento de esclavitud de la unidad de carbono humano. Le inculcaron que el trabajo es necesario y digno del hombre de bien, que la vida corre por el trabajo y el sacrificio por los suyos y la sociedad, pero entonces, ¿cómo es el asunto?, los que más tienen son los que menos trabajan y los que más trabajan son los que menos tienen. Su trabajo en realidad no es para que usted pueda vivir dignamente, su trabajo es para mantener la estructura de la mentira en movimiento, para que un Carlos, una Sofía, una Elizabeth, un Benedicto, un Rockefeller, etc. vivan como viven, sin hacer nada y pisándole la cabeza con un dedo metido donde más le duele. Usted cobra en dinero, otra mentira, mientras ellos cobran en unidades de carbono, esclavos productivos, acciones biológicas cuyo valor se cotiza en bolsa. Si quiere saber cuánto vale usted, sume el producto bruto y la deuda externa de su país, y divídalo por la cantidad de habitantes, y tendrá una idea aproximada del valor de la acción humano en bolsa. La ecuación es más complicada, pero no vale la pena desarrollarla.
El Pasú fue creado para trabajar y servir a los amos, sea como esclavo de derecho o de hecho, pero esclavo. Al Lhumanu en cambio, se le sumó un valor agregado, el de recurso natural.
El único trabajo verdadero es aquel que se lleva a cabo en cualquier ámbito, por vocación o placer, por usted y por el prójimo, donde se da y se recibe algo mucho más sutil que el dinero, pero en ese caso deja de llamarse trabajo para llamarse… ¿?. Por algo el primer decreto al Lhumanu fue “te ganarás el pan con el sudor de tu frente” ¿Qué padre le dice a su hijo que para comer tiene que pagar? Ese decreto es el de un amo a su esclavo, trabaja para mí y comerás. Hoy en día se sigue el mismo esquema, patrón-empleado, dueño-patrón, amo-dueño-patrón-empleado, etc, etc, etc. Con esta organización siempre hay alguien por arriba y por debajo, equilibrando el disgusto que le da el de arriba, con el desquite del de abajo. Siempre alguien paga el malestar que le ocasionó otro, manteniendo al esclavo conforme, desquitándose con quien no debe y manteniendo la estructura dentro de los parámetros aceptados de sometedor y sometido, siendo partícipe y colaborador del sistema. ¿Cómo funciona la programación del trabajo? El programa inicial con la premisa (usted necesita trabajar para vivir, sino está fuera del sistema), es primeramente procesado por el centro intelectual, su producto, la necesidad, es tomado por el centro emocional que lo rechaza y transforma en culpa (si no trabajo estoy fuera y soy un vago para la sociedad), ésta es nuevamente tomada por el centro intelectual y equilibrado con la responsabilidad (si trabajo soy responsable, estoy dentro del sistema y de lo correcto, y no soy un vago) que finalmente maneja el centro motor (voy a trabajar automáticamente aunque esté en desacuerdo porque soy responsable), un patético zombi muerto vivo. Con esto no digo que no haya que trabajar, digo que el trabajo es una mentira, y que usted tiene que considerar costo-beneficio en la ecuación de su actividad.
El Pasú fue creado para ser esclavo y trabajar, el Lhumanu para ser esclavo, trabajar y ser alimento de alguien o algo, el Humano será creado para existir y ayudar a existir, y el Humano-Virya será creado para amar y crear.
Todo depende de nosotros, ¿qué queremos ser en realidad, Pasú, Lhumanu, Humano o Humano-Virya?. Es una cuestión de comodidad o nos dirigen otros o nos dirigimos nosotros. Tomamos la pastilla roja o la azul, seguimos al conejo blanco o nos quedamos viéndolo pasar, jugamos a despertar o despertamos realmente, somos observadores o partícipes, somos muertos o somos vivos trabajando para el reino del Ser en la tierra. No es lo mismo trabajar ciego a la verdad, que trabajar sabiendo que lo hace por programación, usted puede usar el conocimiento para no ser usado por el sistema, sino usar al sistema hasta que pueda cambiar su actividad por algo que sea realmente beneficioso para su desarrollo como Humano. Usted elige, seguir en la mentira o despertar a la realidad, y si no está de acuerdo, no se haga problema, siga trabajando sin pensar ni cambiar, que el rey descansa por usted. Yo ya elegí y comencé el año dejando viejos grilletes que me encadenaban con una falsa responsabilidad. Claro está, el costo es grande, pero la recompensa también, y como dice un sabio y antiguo proverbio, “el Do proveerá”.
***