Lo de la Tierra plana más bien se parece a un experimento social realizado con el fin de conocer hasta dónde llega la estupidez humana. Que en pleno siglo 21 se haya abierto un intenso debate al respecto, nos tiene que hacer pensar que hay alguien que ríe y juega con nuestra ignorancia. Un auténtico «homo sapiens» no debería estar bailando al son que tocan. Es bueno cuestionarse ciertas afirmaciones, en lugar de creerlas al pie de la letra por que lo han dicho en la noticias de la noche.

El alto número de personas que se han dejado influenciar por la teoría de la Tierra plana nos demuestra que el grado de Conciencia que actualmente tiene la humanidad es muy bajo. Estamos ante un claro ejemplo de como de fácil es manipular las creencias y opiniones de la población. Internet se ha convertido en un excelente medio para poder conocer el grado de somnolencia de la conciencia humana.  Es una moderna herramienta con la que los pastores pueden  conocer  que tanto por ciento de ovejas están completamente dormidas.

Según los partidarios de la Tierra plana, hemos estado engañados por unos señores muy malos capitaneados por un tal Galileo. Según ellos, la teoría de la Tierra redonda es la peor de la mentiras con las que nos ocultan la verdad. El tema es similar al de la Tierra hueca que ya tratamos en «Símbolos,Mitos y Arquetipos» en un anterior artículo. Son concepciones de la realidad que no cumplen con la Física y la Termodinámica actuales, pero a pesar de todo, cautivan a un gran número de personas.

El hombre siempre ha querido conocer como es el lugar en donde vive. En la antigüedad había la creencia de que el Mundo estaba encima la espalda de cuatro elefantes que estaban sobre el caparazón de una gran tortuga. Con este tipo de interpretaciones se afirmaba que la tierra era plana y que el océano finalizaba en un inmenso abismo. Pero en la actualidad sabemos que los elefantes y las tortugas no hacen de porteadores de mundos abismales.  En pleno siglo 21, la Tierra plana y a la Tierra hueca tendrían que estar enterradas junto a las cigüeñas que traían los bebés a los recién casados, por la puta cara.

Nos complace compartir un interesante artículo del mexicano Jose Luis Hernandez, redactor de BuzzFeed México, publicado en mayo del 2015, justo en la época en que la idea de la Tierra plana se volvió a poner de moda como si de «arte de magia» se tratara. Dicho artículo, no tiene desperdicio: