Publicado por SAIKU – DE TODO UN POCO.
Las plumas se estructuran igual que las fibras del aura humana y se pueden emplear no sólo para desplazar el aire en la dirección elegida. Sino también para alisar las fibras áuricas. Ésta es la razón por la que la pluma se utiliza con tanta frecuencia como herrramienta curativa. Nuestras fibras áuricas se pueden enmarañar y enredar igual que el cabello humano. El movimiento de la pluma, realizado por las manos expertas del chamán. desenreda» las fibras áuricas y las devuelve a su sitio. Para ello, el chamán debe ser capaz de ver, intuir o notar lo que no está bien.
Los indios americanos consideraban que las plumas eran mensajeros o energías, y las tenían en gran estima como portadoras de significado.
Para los indios las plumas son muy importantes.
Dependiendo de la cantidad y el tamaño de las plumas, se mide el valor del guerrero.
Las plumas se las tienen que ganar en enfrentamientos contra otras tribus o por alguna hazaña heroica.
Por eso llevan las plumas, para que todo el pueblo sepa que es fuerte y poderoso.
Todos los indios no llevan colocadas las plumas de igual forma, cada pueblo tiene su costumbre.
En culturas como las precolombinas este tipo de tradición está profundamente marcada por costumbres ancestrales y míticas por medio de las cuales el contacto entre el hombre y la naturaleza se da por medio del rol que sea asumido por el usuario de la prenda. Por ejemplo, en algunas tribus entre los indios amazónicos los participantes en rituales y danzas toman cualidades del ave con la que decoren sus atavíos.
Fueron famosos por sus tocados los indios americanos con hermosos arreglos en plumas de águilas y cuervos; en este grupo encontramos a los apaches y los cuervos (con arreglos similares a pendientes).
En México fueron famosos los aztecas por sus tocados en pluma de quetzal.
También el color y la forma son importantes. La pluma roja con muescas, por ejemplo, indicaba que quien la portaba se la había quitado al tocado de un enemigo, mientras que la misma pluma cortada a la mitad denotaba que su portador había sido herido en batalla.
Para los sioux. El águila real representaba la esencia de toda vida. Sus plumas se consideraban rayos del sol, y el adorno que llevaban en la cabeza, compuesto por plumas de águila, constituía un símbolo del Pájaro del Trueno, el espíritu universal. Con el adorno de plumas en cabeza antes de iniciar la batalla, los guerreros sioux se identificaban con la fuerza y el poder del dios águila.
Hoy en día los nativos norteamericanos ya no utilizan las plumas con los mismos significados, sino como decoración y por tradición.
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