¿Qué es lo contrario a la creatividad?

¿Es algo así como la destrucción?

¿Es como la monotonía?

¿Es la falta de ideas?

¿Es realizar las mismas actividades de siempre sin obtener mejoras de ninguna clase en lo que estamos haciendo?

¿Es la falta de progreso?

¿Es el paso de los días sin que suceda nada interesante en ninguno de ellos?

¿Es no crear ninguna clase de arte con todo lo que hacemos?

¿Es no modificar nuestra forma de pensar a través de los años?

¿Es reaccionar de la misma forma a un problema que nos ha molestado por meses?

¿Es no hacer preguntas interesantes?

¿Es no hacer garabatos como apoyo para pensar?

¿Es crear cosas que no tienen valor?

Algunas veces sirve crear una lista de preguntas o ideas que buscan explicar lo contrario de lo que pensamos que es un concepto que nos interesa entender a profundidad.

Saber lo que es algo y saber lo que no es, nos ayuda a mejorar nuestra comprensión de los conceptos.

El contrario del amor podría pensarse que es el odio pero quizá la indiferencia fuera peor.

Si queremos cultivar la creatividad en nuestras vidas no solo hay que saber que es, sino también lo que no es y sobre todo hay que saber identificar cuando no estamos siendo creativos para capturar nuestro estado mental de ese momento.

Entender el lado opuesto de la moneda de lo que queremos implementar en nuestra vida nos hace conscientes de como se siente ser lo no queremos ser.

Podemos entender mejor el día cuando hemos experimentado varias noches. La falta de luz nos puede ayudar a definirla desde puntos de vista que nos deslumbrarían al verla de frente.

Además de estudiar lo que hacen las personas muy creativas también nos conviene estudiar lo que hacen las personas que por un tiempo no producen muchas ideas nuevas, diferentes, originales y valiosas.