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- En 1942 se decidió adoptar provisionalmente el ‘horario’ de Europa central, cuando por situación geográfica nos corresponde el mismo que Portugal o Reino Unido
Barcelona. (Redacción y agencias).- Este próximo domingo 29 de madrugada habrá un nuevo cambio de hora. Lamentablemente, dormiremos una hora menos, y es que se adelantará el reloj: a las 02.00 serán las 03.00. Y cómo no, a raíz de este enésimo cambio horario surge el eterno debate: ¿debe España modificar su huso horario?
La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE) lo tiene claro: ha pedido al Gobierno que no se efectúe el cambio de hora este fin de semana para conseguir estar en el huso horario del Meridiano de Greenwich.
El Gobierno se comprometió a finales de 2013, tras una propuesta del Congreso, a estudiar la posibilidad de cambiar el huso horario y retrasar una hora los relojes para que coincida con los países de nuestro entorno. Pero de momento, España mantiene el mismo huso horario que adoptó en 1942. Fue en ese año cuando abandonó, aunque en principio era de manera provisional, el horario que le corresponde por situación geográfica (el mismo que el de Portugal y Reino Unido) para adoptar el de Europa central.
Fue en plena Segunda Guerra Mundial cuando Alemania obligó a Francia a cambiar su huso horario, una modificación que adoptarían también Reino Unido, España y Portugal. Pero finalizada la guerra, lusos y británicos recuperaron el huso horario de Europa occidental, no así España y Francia. Los galos no lo hicieron porque una gran parte de su territorio esta bajo el influjo del huso central, cosa que no ocurre con nuestro país.
«Sólo si se elimina el adelanto de los relojes este fin de semana se conseguirá estar en el huso que nos corresponde», ha explicado en un comunicado la ARHOE, una entidad sin ánimo de lucro cuyos fines son concienciar a la sociedad sobre el valor del tiempo y la importancia de su gestión.
Su presidente, José Luis Casero, ha reivindicado que «España debe adoptar, de una vez por todas, el huso horario del Meridiano de Greenwich». Defiende que es el que nos corresponde «por situación geográfica». Argumenta que hay que «abandonar el de Berlín, horario que se adoptó como medida provisional el 2 de mayo de 1942».
También ha insistido en que «el hecho de que España no se rija por la hora que le corresponde, la solar, provoca problemas de salud, sobre todo en el sueño, tal y como avalan muchos profesionales del sector sanitario».
Para esta Comisión, el cambio horario no conseguirá un mejor aprovechamiento de las horas de luz (con el consiguiente ahorro energético), «a menos que se acompañe de verdaderas medidas de racionalización horaria».
«En la práctica ese ahorro energético no es significativo, porque las jornadas de trabajo siguen siendo maratonianas y se sale de trabajar a horas intempestivas, practicando más la cultura de la presencia que la de la eficiencia, y menoscabando no solo la justa conciliación de la vida personal, familiar y laboral de las personas, sino también perdiendo eficacia y productividad en las empresas», ha continuado Casero.