«Escuchando al cuerpo: comunicación a través del sistema parasimpático» David Topí.

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En el último artículo (http://selenitaconsciente.com/?p=270676) hablando de la importancia de escuchar al cuerpo decíamos:

La razón es que otras partes de la psique y de la estructura multidimensional del ser humano se comunican también a través del cuerpo cuando la mente consciente y racional está ofuscada y velada por tantos programas y filtros, por lo que se convierte en un canal y mensajero estupendo a la hora de tomar decisiones o analizar cualquier cosa que nos digan. Ya hablaremos más adelante de cómo funciona esto, ya que tiene que ver con los dos sistemas nerviosos que posee el ser humano: el cerebro-espinal-simpático y el sistema nervioso autónomo-parasimpático, y las conexiones de este último con la parte psíquica y sutil de todos nosotros.

¿Cómo hacen otras partes del ser humano para poder comunicarse a través del cuerpo?
Principalmente mediante este segundo sistema nervioso, el sistema parasimpático, cuyo “director” es el hipotálamo.

Mientras que el cuerpo físico está regido principalmente por el sistema nervioso cerebro-espinal y con el cerebro como su director, con sus cinco sentidos de entrada de datos, a nivel psico-energético el cuerpo dispone del otro sistema nervioso, el autónomo-parasimpático, con el hipotálamo como coordinador y con los diferentes centros de control psíquicos que hacen posible la comunicación entre los diferentes niveles de nuestra estructura multidimensional.

Como “coordinador”, el hipotálamo es una de las estructuras cerebrales con un papel más importante en la regulación de los estados de ánimo, de la temperatura corporal, del sueño, de los impulsos sexuales y del hambre y la sed. Se encarga de poner en marcha y coordinar entre sí buena parte de los procesos que nos permiten sobrevivir y adaptarnos a situaciones cambiantes. Además de actuar como puente entre el cerebro y el sistema endocrino, coordina todo lo que que se realiza a través del sistema nervioso autónomo, es decir, el que le envía órdenes a partes del cuerpo para que éstas se adapten a cada situación y funcionen de forma correcta y automática.

Falta de conexión para el traspaso de datos

defaultEs a través de este segundo sistema nervioso que podemos interpretar y percibir el entorno energético que nos rodea, y del cual nuestros chakras están constantemente captando impresiones. El hecho de que la mayoría de personas no sean capaces de percibir conscientemente todo aquello que cae fuera del rango frecuencial de los sentidos físicos no es porque no estemos recibiendo esa información, sino porque no estamos siendo capaces de interpretarla y procesarla.

Es decir, cuando estás con alguien, tus glándulas pineal y pituitaria (hipófisis), a través de sus chakras correspondientes, están constantemente recibiendo las impresiones energéticas que emanan del aura de la persona que tienes enfrente, sin embargo, en la mayoría de ocasiones somos incapaces de verla, y esto es debido a que, primero, los chakras asociados y sus glándulas no se encuentran funcionando en su estado más óptimo posible, pero segundo, el problema es que esas impresiones no llegan nunca hasta el hipotálamo que es el encargado de hacer la interpretación de esos estímulos e impresiones, como el cerebro se encarga de hacer lo mismo con los haces de luz que llegan a través de los ojos. Es un problema, entre otras cosas, de los defectos de transmisión de datos desde los chakras y receptores extrasensoriales hacia el hipotálamo para su decodificación, que malfunciona en la mayoría de seres humanos.

Aún así, nuestro cuerpo reacciona siempre dándonos información sobre las energías del entorno, porque los niveles de la psique del ser humano y los niveles de consciencia superiores que pueden entender y decodificar esas vibraciones se comunican a través de este otro sistema nervioso. ¿Por qué siento un pequeño pinchazo si algo no es correcto o no me conviene? ¿Por qué siento esto o lo otro si la persona que tengo delante es así o asá? Básicamente porque lo que otras partes de ti están captando, pero que tu mente racional no llega a ver, está siendo transmitido por los diferentes canales desde los aspectos más sutiles de ti hacia tu sistema nervioso parasimpático, que es el encargado de hacer saltar las reacciones corporales que uno tiene que aprender a interpretar escuchándose constantemente, para entender qué nos estamos diciendo o de qué nos estamos avisando a nosotros mismos.

Aprendiendo a usar el estado alfa

En estos primeros compases del aprendizaje de la auto escucha, posiblemente la primera cosa que uno debe hacer, si desea aprovechar las oportunidades de usar su propio cuerpo para comunicarse con esos otros niveles más profundos, es entrar en un estado más relajado, conocido como estado alfa, que equivale a una actividad cerebral más pausada que el nivel beta de funcionamiento en el que solemos estar todos constantemente.

En diferentes disciplinas de meditación, para entrar temporariamente en un estado pasivo y que así las ideas intuitivas puedan fluir más libremente en la consciencia, se sugiere que uno aplique los primeros tres dedos de la mano derecha a su sien izquierda, presionando suavemente contra ella. Al mismo tiempo, se explica que se debe inhalar profundamente y exhalar lentamente varias veces para estimular que el lado izquierdo del cerebro transfiera el control al hemisferio derecho, en el que está localizado el centro de la facultad intuitiva. Esto también acelera la consecución del estado alfa induciendo la relajación necesaria y, con los ojos cerrados, se fortalece la entrada en este nivel más fácilmente. Cuando uno se encuentra conscientemente en este estado, se ve más libre de cualquier perturbación mental o física y está entonces listo para la recepción de impresiones, comunicaciones, para preguntar al cuerpo, para escucharlo, para usarlo como herramienta de discernimiento, etc..

Así conseguimos tener varias fuentes de entrada de datos que se complementan perfectamente para poder ayudarnos a tomar decisiones o discernir ante cualquier evento o información que se nos plante delante: lo que razonamos y pensamos al respecto basado en la parte lógica y racional, lo que sentimos basado en las emociones que nos provoca algo, lo que intuimos según nuestro Yo Superior nos da una u otra sensación, lo que el cuerpo nos dice según las reacciones que otros niveles nos transmiten a través del mismo, etc. Esto, mezclado con las herramientas y técnicas que tenga cada uno, nos proporciona un buen número de formas de seguir aprendiendo y gestionando el mundo y la realidad en la que vivimos, minimizando la manipulación presente y existente en el mismo, de la que, si bien no estaremos posiblemente nunca al 100% libres, sí que reduciremos en un alto grado y será mucho más difícil que nos cuelen algo que está destinado simplemente a mantenernos manipulados, ofuscados, confusos, con miedos, etc..

un abrazo,
David Topí

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