A lo largo de la historia, grupos de hombres formados por emperadores, reyes, reinas, asesores y consejeros se han reunido, de manera constante, para dirigir a su favor los más grandes acontecimientos políticos, económicos y sociales. Pero también han existido otros grupos que, sin haber sido el centro de la atención global, pueden haber ejercido una influencia considerable sobre dichos acontecimientos.
Los Caballeros Templarios, por ejemplo, fueron una sociedad secreta medieval de caballeros cristianos, fundada alrededor del año 1118, que tenía como fin el proteger a los peregrinos que viajaban hasta Tierra Santa, durante y después de las Cruzadas. Recibieron el respaldo oficial de la Iglesia en 1129 y en pocas décadas se convirtieron en una de las órdenes más poderosas de Europa, con un sistema bancario sofisticado y seguro, una fuerte presencia militar, miles de seguidores y territorios en constante crecimiento.
Los Templarios eran más que caballeros cruzados con dinero; mantenían un estricto código de conducta, incluyendo el no retroceder en la batalla, a menos que fueran ampliamente superados en número, comprometiéndose a proteger a los peregrinos. También quedaron unidos a muchas leyendas cristianas, como la del tesoro del rey Salomón, que habría sido descubierto bajo el Templo de Salomón en Jerusalén. También se especula que podrían haber adquirido el Arca de la Alianza, el Santo Grial y/o la sangre de Jesucristo.
Caballero templario tallado en el tronco de un árbol en Priaranza del Bierzo, provincia de León, España.
No existen evidencias de si tuvieron éxito a la hora de buscar el tesoro, pero, los Caballeros Templarios acumularon gran cantidad de riquezas durante su existencia, suficientes como para entrar en desacuerdo con el rey Felipe de Francia a principios del siglo XIV. El rey, que terminó debiendo una gran cantidad de dinero, detuvo y torturó a cientos de miembros de la orden bajo la acusación de idolatría, herejía, y adoración demoníaca. Muchos caballeros templarios fueron ejecutados. La orden fue disuelta por el Papa unos años más tarde, dejando a su paso sueños devastados y míticas leyendas.
En otro orden de cosas, los Illuminati son calificados por muchos modernos teóricos de la conspiración como una sociedad secreta que domina, de forma encubierta, la economía, los gobiernos del mundo y a muchas otras organizaciones poderosas. Habrían sido fundados en 1776 por un hombre llamado Adam Weishaupt, profesor de derecho en Baviera. Weishaupt afirmó haber ocultado el arcano conocimiento, pero sin aclarar de dónde lo obtuvo.
Los Illuminati creían que el hombre carece de maldad en su estado natural, y que es corrompido por medio de la religión, el gobierno y otras fuerzas de la sociedad contemporánea. Supuestamente, Weishaupt dispuso un plan detallado y organizado para cambiar al mundo sosteniendo que todos, en el futuro, aceptarían sus creencias.
Símbolo de los Illuminati de Baviera: el mochuelo de Minerva.
Finalmente, los Illuminati fueron prohibidos en Baviera en 1783, dando lugar a su disolución en el resto de Alemania hacia 1800. Sin embargo, sus ideas ya se habían extendido por Estados Unidos y toda Europa, lo que llevó a muchos a especular con que la orden, en secreto, se ha mantenido activa hasta ahora. De hecho, con el crecimiento de la economía mundial —y desde la creación de las Naciones Unidas—, los teóricos de la conspiración citan numerosos ejemplos acerca de la existencia e influencia del grupo, ya que la globalización de gobiernos, economía y pensamiento habrían sido el objetivo final de los Illuminati.
Por su parte, la Masonería constituye una antigua sociedad secreta que en la actualidad es bien conocida, aunque sus prácticas siguen realizándose a puerta cerrada y continúan siendo un misterio para el gran público. De acuerdo con los datos aportados por la Asociación del Servicio Masónico de América (MSANA), muchos de los padres fundadores de los Estados Unidos fueron masones. Entre ellos destacan George Washington, Benjamin Franklin y Paul Revere.
La primera Gran Logia de Inglaterra se estableció en el año 1717, pero lo cierto es que el origen de los masones no está claro en absoluto. Existe un poema fechado en 1390 que lleva por título Poema Regius y que ya hace referencia a los masones, aunque son muchos los que opinan que el origen de la masonería podría remontarse mucho más atrás en el tiempo.
Notificación masónica dirigida al Hermano A. B., profusamente decorada con un grabado en el que se observan entre otros símbolos masónicos un arco, un altar, un pavimento ajedrezado, una escalinata y las dos columnas masónicas. El documento data aproximadamente del año 1770.
Los masones se autodefinen como una fraternidad mundial, incidiendo con gran énfasis en el estudio personal, la superación, la iluminación, la dignidad humana, la libertad individual, la libertad de culto, la democracia y la mejora social. La masonería suele participar en comunidades locales donde se han establecido sus capítulos (templos), por medio de la regular práctica social de la filantropía. Los masones, además, colaboraron a la hora de establecer las primeras escuelas públicas de Europa y América.
Otra sociedad secreta bien conocida es la Skull and Bones, de la Universidad de Yale. Al igual que sucede con la masonería, su existencia está plenamente reconocida. Sin embargo, sus prácticas y actividades son todo un misterio. Además, sólo se pueden sumar a ella 15 miembros nuevos al año, lo que significa que, en la actualidad, cuenta con alrededor de unos 800 miembros solamente. Aunque se trata de una orden pequeña, entre sus miembros cuenta con ex presidentes de los Estados Unidos (como los dos George Bush, padre e hijo), senadores (incluido John Kerry), así como otra serie de funcionarios del gabinete y demás altos funcionarios de los Estados Unidos.
La sociedad fue fundada en 1832, y denominada en un principio Club Eulogia. Su hermetismo provoca que crezcan a su alrededor muchos rumores y especulaciones. Aunque también es cierto que son muchos los que la ven como una simple fraternidad universitaria de la élite, reservada exclusivamente para los hijos de los más poderosos.
Lista de miembros de la delegación de ‘Skull and Bones’ del año 1920, Universidad de Yale, New Haven, Connecticut. La lista incluye los nombres los dos fundadores de la revista Time, Briton Hadden y su compañero de clase Henry Robinson Luce. Publicada en el vol. 12 del diario Yale Banner, The Yale Banner and Pot Pourri, 1919-1920. Cortesía de la Base de Datos de Manuscritos y Archivos Digitales de la Universidad de Yale.
Por último, existe otra sociedad secreta, menos conocida que las antes mencionadas, pero que, sin duda, disfruta de una considerable influencia mundial. Conocida como Club Bilderberg, sus miembros se reúnen cada año para, durante tres días, llevar a cabo una serie de conferencias. Se reunieron por primera vez en 1954, en el Hotel De Bilderberg, Oosterbeek, según se informa desde su propia web oficial.
Los asistentes a dichas conferencias cambian cada año, y se asiste únicamente por invitación. Asimismo, los lugares de reunión también varían de forma regular, y está prohibida la presencia de periodistas. La agenda que desarrollan parece centrarse en fomentar el diálogo entre Europa y América, algo que fue especialmente importante durante la Segunda Guerra Mundial.
Una vez más, según se explica desde la web oficial del Club Bilderberg, sus miembros son libres de hablar acerca de la sociedad, pero no están autorizados a citar a ningún miembro en particular. Una norma establecida para asegurar que cada miembro pueda sentirse absolutamente libre a la hora de discutir, dialogar y debatir.
Fachada del hotel holandés De Bilderberg en Oosterbeek, donde el Club Bilderberg se reunió por vez primera y del que tomó su nombre