Antonio Hernando, en la rueda de prensa que ha ofrecido en el Congreso / EFE

El portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, ha dado hoy su primera rueda de prensa desde que fue ratificado como portavoz de la nueva dirección del PSOE, hace ya 36 días. En la sala de prensa del Congreso, Hernando ha admitido que se equivocó al defender el ‘no’ a Rajoy porque confundió el voto contrario a Mariano Rajoy en la investidura con «un tema ideológico, político y ético».

«Me equivoqué», ha asegurado tras ser preguntado por los periodistas por su viraje, «me equivoqué en algunas cosas, como cuando identifiqué la gestión de un resultado electoral complejo con un tema ideológico, político y ético».

Acto seguido, Hernando ha dicho que «con la misma fuerza» con lo que defendió el no defendió también que no se podían convocar las terceras elecciones. Y por eso decidió finalmente defender la abstención desde la tribuna del Congreso, para evitar otros comicios [lea su intervención en la investidura]. «Esa era mi obligación», ha añadido, «podía no haberlo hecho, pero hay que estar a las duras y a las maduras porque lo más importante son las organizaciones y después las personas».

Hernando se ha declarado «tranquilo», «sereno» y «convencido» tras su viraje político. Hace sólo tres meses, el portavoz socialista llegó a decir que el PSOE «perdería toda su credibilidad» si cambiaba de opinión, pero ahora defiende precisamente ese cambio. Por eso, en el propio Grupo Socialista y el PSOE ha sido muy criticada su posición, porque pasó de ser el primer defensor del no a Rajoy a cambiar de opinión al mismo tiempo que el Comité Federal aprobó la abstención.

El que fue hombre de la máxima confianza de Pedro Sánchez no ha querido contestar al ex secretario general del PSOE, que aseguró que en su entrevista en La Sexta que se sentía «defraudado» y «dolido» con su actitud. «Nunca saldrá de mi boca un reproche hacia Pedro Sánchez», ha asegurado, «jamás».

Hernando sólo ha dicho que siente «mucho respeto, mucha consideración, admiración y mucho afecto» por Sánchez, con el que tiene, ha declarado, «una deuda política importante».