José Vilar nos cita a las ocho de la tarde en la ‘capilla’ de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días en Valencia. Acaba de salir de su trabajo como responsable de la sección de ingeniería de diseño en una empresa de envases de Paterna y llega acompañado del mediano de sus tres hijos, Juanmi, de 20 años. Lo primero que llama la atención del local, con varias salas, despachos y un espacio con capacidad para unas 300 personas presidido por un púlpito, es la cantidad de cuadros con escenas de Jesucristo colgados en las paredes. En ninguno de ellos aparece crucificado. Tampoco se ven crucifijos por ningún lado. “Para nosotros Jesús es una persona viva. Tenemos nuestro proceso de expiación interior, pero así es como entendemos la figura de Jesucristo”.
Efectivamente, el profeta está vivo entre los mormones. Se llama Thomas M. Monson, tiene 89 años y accedió al puesto de presidente de la Iglesia por ser el creyente más antiguo (que no el más viejo). Su sucesor, si no muere antes que él, será Russel M. Nelson (92 años), presidente del Quórum de los Doce Apóstoles, el máximo órgano director de esta religión. Hay una lista con los futuros profetas ya elaborada para cuando vayan falleciendo los líderes mormones.
Vilar es el presidente de la ‘estaca’ de Valencia, una de las 15 en las que está dividida esta confesión religiosa en España. Desde que en 1969 llegaron los primeros misioneros, apenas un puñado de norteamericanos de las bases militares de Torrejón de Ardoz, Rota, Morón o Zaragoza practicaban el credo fundado por José (Joseph) Smith en 1827 en Estados Unidos. Hoy ya son 53.000 repartidos por todo el país, según las cifras oficiales que difunde la Iglesia mormona. El 60% de ellos tienen la nacionalidad española, el resto se reparten principalmente entre estadounidenses y sudamericanos.
En enero de este año, en un acto muy solemne, unos doscientos mormones se reunieron para poner la primera piedra de una nueva iglesia con capacidad para 600 personas en una de las zonas de expansión de Valencia. La congregación ha crecido bastante en la comunidad valenciana, con 4.500 miembros, unos 2.000 en la capital de la autonomía. La inversión en la nueva sede no es moco de pavo: ocho millones de euros autorizados por la central de Salt Lake City para un edificio con la estructura clásica de un centro mormón, con su torre puntiaguda, visible desde cierta distancia, y 5.200 metros cuadrados de superficie. Las obras van a todo tren. Está previsto que la inauguración de produzca a finales del año que viene.
El diezmo
Vilar explica que hay en proyecto otros 10 edificios religiosos como este por toda España. ¿De dónde sale el dinero? Pues de los propios fieles. “Esta es una religión muy exigente, tienes que tenerlo muy claro porque exige compromiso”. Y el compromiso no es solo de participación e implicación, sino también económico. Donan el 10% de sus ingresos a la Iglesia. El “diezmo”.
Los fondos sirven para sufragar los gastos y necesidades y también para colaborar con el mantenimiento de una red de miles de misioneros repartidos por todo el mundo encargados de hacer proselitismo para hacer crecer la base de fieles. “Nuestro objetivo es encontrar familias completas. No siempre es fácil. Pensamos que el objetivo de la religión es unir, y sabemos que muchas veces la religión produce fricciones. Nos gusta la armonía”, explica Vilar muy preocupado por dejar claro que su religión no es una secta ni tiene comportamiento sectario. ¿Qué pasa si uno decide salir? ¿Se le aparta? “Para nada. Intentamos acercarnos para ver si necesita algo pero las relaciones sociales se mantiene con total normalidad”.
Mormones por el mundo
La semana pasada, Miriam, la hija pequeña de Vilar, viajó a México para “servir” durante dos años. Su familia financia la estancia. Pero si no pudiera hacerlo recibiría el respaldo de la Iglesia. Juanmi, el mediano de los hijos de Vilar explica que su plan es acabar este año el grado universitario de Edificación que está estudiando y salir fuera a hacer su misión. Todos los jóvenes de entre 18 y 25 años pueden hacerlo de forma voluntaria. Un comité designado en la sede central de Utah por el Quórum de los Doce Apóstoles distribuye los misioneros. Son esos jóvenes que llaman a la puerta a la hora de la siesta con camisa blanca, traje y una chapita en la solapa.
Elder Tyson, de 19 años, es uno de ellos. “Mucha gente me dice que tengo el mismo apellido que el boxeador”, bromea sobre Mike. No fuma, no bebe, su religión se lo prohíbe. También tener relaciones sexuales antes del matrimonio. «Si no lo cumplen tampoco los apedreamos», bromea Vilar. Junto a él se presenta Elder Campbell, de Alaska. Los dos han terminado la educación secundaria (High School) y fueron enviados a España. Llevan más de un año de misión con estancias de entre tres y cuatro meses por diferentes puntos de la costa mediterránea y Baleares. España está dividida en tres grandes áreas para “servir”, la zona este, la central y el sur. Ahora mismo hay 600 misioneros repartidos por todo el país.
Al rato llegan Elder Anderson y Elder Crijanovich, así lo pone en su chapa, y se suman a la conversación. ¿Pero es que todos os llamáis Eldernbsp;“Significa misionero”, aclara Crijanovich, hijo de serbio y hawaiana. Su padre “sirvió” en Rumanía. “Nos gusta mucho España, no tiene nada que ver con el sitio donde sirvió mi padre”. Para pagar su misión también han realizado trabajos antes. Uno en una cadena de comida rápida; otro como asistente de recursos humanos; en una empresa de reparaciones…
Una misionera y uno de los sacerdotes.
Se distribuyen en pisos de alquiler. En Valencia hay una una docena de estos inmuebles para dar techo y cama a los 34 misioneros repartidos por la ciudad. Se levantan a las 7.30, hacen ejercicio, estudian hasta las 11 y salen a la calle a “hablar con las personas”. “Comemos a mediodía, salimos otra vez por la tarde y las 10 estamos en el piso y nos acostamos. El lunes es el día que dedicamos a escribir a nuestras familias, hacer compras o cortarnos el pelo”, explica Tyson con un castellano más que aceptable. Estas salidas internacionales de los jóvenes fieles los han convertido en una religión políglota. En las Olimpiadas de Salt Lake City de 2002, un ejército de voluntarios mormones facilitó mucho las cosas a los deportistas y delegaciones llegadas de todo el mundo.
Prohibido hablar de política
Preguntamos a los cuatro misioneros por las elecciones americanas, si preferían a Trump o a Clinton. Se escabullen. “Lo que es del César es del César y lo que es de Dios es de Dios. Cada uno tiene libertad para elegir. Estábamos aquí, no sabemos lo que ha pasado. Ni siquiera hemos votado”, dice Tyson. “La Iglesia no tiene una posición oficial”, añade Campbell. “Tienen la instrucción que de política no hablan”, aclara Vilar. Existe riesgo de que se distorsione el mensaje religioso que intentan transmitir. “Si entramos en cosas políticas no estamos en lo que tenemos que estar”.
Vilar sostiene que la Iglesia de los Santos de los Últimos Días no discrimina por ideología política. “En Estados Unidos tengo amigos que son republicanos y que son demócratas. Conviven entre ellos y no hay rencillas. En España hay miembros que somos más conservadores y otros más de izquierdas, incluso de Podemos, y no hay ningún problema. Todos buscamos un beneficio común. En esta Iglesia hemos aprendido a dialogar y entendernos los unos a los otros, que es lo que falta en el mundo de la política”.
Poligamia, homosexualidad, matrimonio
José Smith llegó a tener 40 mujeres y el mito de la poligamia ha perseguido siempre a los mormones pese a que hace más de un siglo que el Quórum decidió prohibirla y desterrarla de sus ordenanzas, presionado por las autoridades de Estados Unidos. A excepción de una rama fundamentalista de Estados Unidos, hoy los mormones españoles se casan con una sola persona. Primero por lo civil. Tienen que ponerse a la cola para consagrar su matrimonio, algo que solamente puede hacerse en el único espacio considerado por ellos, por ahora, como “templo” en España, el que está en Madrid. Los sacerdotes pueden casarse y tanto hombres como mujeres pueden “servir”, aunque a los hombres se les reserva la figura del sacerdocio (impartir los sacramentos) y a las mujeres lo que denominan “liderazgo”. “La mujer en nuestra Iglesia tiene un papel tan importante como lo puede tener el hombre. Las mujeres leen discursos, dan clases en la escuela dominical y dirigen y presiden ‘organizaciones’ como la Sociedad de Socorro o la de Mujeres Jóvenes”, se esmera en detallar Vilar.
Los mormones no aceptan el matrimonio homosexual ni las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. “Es un tema sensible y complejo. Nuestra Iglesia defiende la libertad de la persona a actuar como desee, pero también que el matrimonio es una institución creada por Dios para el hombre y la mujer. Hay una controversia entre los derechos de todos y los de la familia”. Según explica el presidente de la estaca valenciana, los mormones no discriminan por el hecho de sentir atracción por personas del mismo sexo. “Lo que condenamos son las relaciones sexuales fuera del matrimonio. Tan abominable o tan pecaminosa es una relación homosexual como una heterosexual fuera del matrimonio”.
Grandes genealogistas
El «bautismo de los muertos» o bautismo vicario es otro de los elementos controvertidos de los mormones. Pero en realidad, es un bautismo representativo. No se bautiza a los muertos físicamente, sino que los jóvenes fieles vuelven a bautizarse por inmersión en representación de los espíritus de sus antepasados. “Los espíritus no tienen la libertad de bautizarse porque no tienen cuerpo. Lo hacen los jóvenes en representación y luego ellos ya decidirán si aceptan o no el Evangelio en el mundo de los espíritus”, explica el sacerdote.
La búsqueda de antepasados para realizar bautismos vicarios ha convertido a los mormones en algunos de los mayores genealogistas del mundo. Todas sus iglesias cuentan con un centro de historia familiar y han acumulado un inmenso árbol al que permiten acceder a cualquier persona, previa solicitud. En el caso de Valencia, por ejemplo, están en pleno proceso de digitalización de microfilms con miles de partidas de nacimiento. “Yo tengo siete líneas que conectan con las realezas”, explica Elder Crijanovich. Entroncar con alguna familia real es una suerte, porque hace mucho más fácil investigar el árbol genealógico. Anderson enseña el que ha estado elaborando el de su familia. Todos los fieles dedican una parte de su tiempo a esta investigación. “La familia es muy importante para nosotros, por eso queremos que cualquiera pueda conocer quién era su familia”, explica Tyson. Vilar añade que aquel que lo pida “es bienvenido aunque no quiera escuchar lo que predicamos”.
-Religiones a la carta:
La parroquia de Santa María Magdalena, en Pinar del Rey, es la primera iglesia ortodoxa rusa de Madrid. Reúne a fieles de todas las exrepúblicas soviéticas.
Musulmanes en la mezquita de Villaverde. En un viernes de Ramadán, hasta 300 personas acuden a hacer oración.
Iglesia evangélica fundada por nigerianos en Fuenlabrada. Alrededor de 40 personas van a las misas, en las que bailan y bailan para alabar a Dios.
Indios de la religión sij. Los domingos acude una media de 200 personas a uno de los dos templos que hay en Madrid, ubicado cerca de la plaza de Tirso de Molina.