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Según estadísticas recientes, la demencia ha superado a las enfermedades del corazón como principal causa de muerte en Inglaterra y Gales. Susie Hewer ofrece a la BBC su testimonio sobre la «surreal» y «angustiosa» manera en que esta enfermedad afectó los últimos años de la vida de su madre.
Poco después de haberse mudado con su hija en 1997, Peggy Walton fue diagnosticada con demencia vascular. Tenía 81 años.
Hewer, de 59 años, recuerda que era alguien «tan brillante como un botón. Estaba en forma y era muy activa cuando vino a vivir con nosotros, por eso fue tan chocante el momento en que tuvo una serie de pequeños infartos».
«La primera vez que fuimos a ver a un médico, él dijo: ‘es solo la edad, que la atrapó (o sea, demencia senil)'».
«Solo volvimos después de notar que ella parecía no saber dónde estaba. Gracias a que otro doctor reconoció los síntomas inmediatamente, fuimos remitidos a un especialista».
«En aquel momento la gente hablaba sobre la demencia en voz baja. Estaban asustados por este padecimiento».
Peggy Walton comenzó a desaparecer de la casa y a experimentar violentos cambios de humor.
Según describe Susie Hewer, su «normalmente plácida» madre se había convertido en una persona «violenta y agresiva».
«En un punto fue obvio que ella no podía quedarse sola por mucho tiempo. Entonces, dejé mi trabajo como gestora de ventas para cuidarla», relata Hewer.
Hubo varios incidentes psicóticos.
«Era tan convincente cuando gritaba que había alguien en el armario. Se lo creía realmente. Yo quería ir y mirar con mis propios ojos».
Hewer confiesa que fue un período muy difícil, especialmente para su esposo Mike, aunque dice que él fue muy paciente y comprensivo. Ambos se las arreglaron para hacerle frente a la situación.
Sin embargo, en un punto su madre «no supo más que yo era su hija y eso fue un momento terrible para mí».
Finalmente, no pudo hacer más nada por sí misma y necesitó que alguien cuidara de ella en todo momento. No dormía más de 30 minutos seguidos y comenzó a sufrir incontinencia.
Los últimos meses de su vida, Peggy Walton vivió en un hogar de ancianos cerca de su casa, donde el equipo realizó un trabajo maravilloso, según expresa Hewer. No obstante, a la familia, esta experiencia le resultó extremadamente penosa.
Justo un día después de cumplir 89 años, Peggy Walton murió en marzo de 2005.
Hewer dice que las nuevas cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas en el Reino Unido le resultan chocantes, «pero no estoy completamente sorprendida porque los diagnósticos de demencia se han perfeccionado«.
Los síntomas de la demencia, explica, no eran tan fáciles de detectar cuando mi madre estaba sufriendo.
Hasta ahora, Hewer ha reunido más de 50.000 libras esterlinas para donar a las investigaciones científicas sobre el Alzheimer en memoria de su madre.
Lo ha hecho corriendo más de 100 maratones.
Ella se convirtió en la primera persona en tejer mientras corría un maratón. El logro fue registrado en el Libro de Records Guinness.
Hewer es, además, la autora de un blog llamado Extreme Knitting Redhead donde ha registrado sus esfuerzos y pensamientos sobre la demencia.
«Ha sido una experiencia horrenda para nosotros. No comprendimos nada de lo que estaba pasando», añade.
«Es por eso que estoy a favor de que haya más investigación y campañas de concientización porque eso podría ayudar a las familias a lidiar con esta enfermedad».