por Worms Argentina
Quizás recuerdes las épocas escolares en donde nos enseñaban a hacer germinaciones en un frasco utilizando semillas de lentejas o porotos.
En realidad esta práctica no se limita solo a la escolaridad, sino que también puede hacerse extensiva al hogar.
Los brotes son muy beneficiosos y nutritivos para el organismo de todas las personas que opten por vivir de una manera más saludable.
Además es muy gratificante ver esos pequeños brotes y pensar que cada vez que germina una semilla nace una nueva vida.
A pesar de todas sus propiedades, los brotes, estos estuvieron relegados por muchos años al consumo de muy pocos…
Sin embargo, a pesar de todas sus propiedades, estos estuvieron relegados por muchos años al consumo de muy pocos y pareciera que hoy su reivindicación y difusión fueran una novedad.
Por el contrario, su registro data de milenios. Las primeras referencias conocidas provienen de la antigua China (2.500 a.C) en épocas del Emperador Amarillo, cuando se utilizaban más como medicina que como alimento.
Más tarde, los brotes de trigo se volvieron una parte en la dieta de los ejércitos romanos en campaña y durante la primera y segunda Guerra Mundial también fueron muy valorados por sus aportes nutricionales.
A pesar de todas estas experiencias y de la larga historia de Oriente, fue recién a partir de los años 70 que empezaron a despertar mayor interés en Occidente y hoy podemos aprender a prepararlos o encontrarlos en negocios especializados, tiendas orgánicas o algunos supermercados.
Grandes aportes nutricionales en un pequeño envase
Los germinados están entre los alimentos que tienen un contenidonutricional más alto por ración que cualquier otro alimento disponible.
El primer paso para la germinación es obtener buenas semillas. Las que más se usan para germinar son:
- Alfalfa (conocida como lo reina de los germinados)
- Frijolitos chinos
- Lentejas
- Garbanzos
- Trigo
- Girasol
- Habas
- Frijolitos rojos
- Arvejas
- Soya
Cualquier semilla, si está en buen estado, puede formar brotes.Si adquieres el hábito de germinar puedes tener una huerta en tu cocina a un costo muy bajo.
Cómo hacer germinados
Para germinar necesitas lo siguiente:
- Frasco de boca ancha.
- Un pedazo de nylon (tul, malla) para cubrir la boca de frasco.
- Ligas o cauchos para sostener el nylon en su lugar.
- Semillas. Lo mejor es comenzar con alfalfa, frijolitos chinos o arvejas, ya que son las que germinan más fácilmente. Los frijoles son un tanto difíciles para germinar ya que en lo mayoría de los casos, los granos no son frescos.
- Un lugar abrigado, donde no haya corrientes de aire y donde no llegue directamente la luz del sol, es decir, que sea más bien oscuro.
Procedimiento:
- Escoge las semillas, descartando las dañadas. Coloca un cuarto de pocillo de semillas. Si se germinan demasiadas semillas en un espacio estrecho resultará en el daño de los brotes. Se debe permitir suficiente espacio para que las semillas crezcan bien.
- Cubre las semillas con agua y déjalas en remojo por una noche. Luego añade suficiente agua para que no se sequen.
- Después de remojar, tira el agua a través del nylon (malla, tul). Enjuaga las semillas unas tres veces y en forma suave.
- Coloca el frasco de lado, de manera que permita drenar el agua durante la noche. Cubre con un pañito y deja en un lugar abrigado y con poca luz.
- Enjuaga los germinados al menos tres veces al día. Si vives en un clima muy caluroso puede ser necesario enjuagarlos más veces al día para evitar que se formen ácidos que dan mal olor y sabor a los germinados. Si los germinados no se enjuagaron lo suficiente para conservarlos húmedos, se resecan y se mueren.
- Cuando enjuagues los germinados dale al frasco movimientos circulares mientras escurres las semillas para permitir que éstas se peguen en forma más uniforme a las paredes del frasco.
- En tres o cuatro días, la alfalfa o frijolitos chinos habrán desarrollado dos hojitas amarillentas. En este momento están los germinados listos para ser expuestos a la luz para que se produzca la clorofila.
- Se debe colocar el frasco en un lugar donde le llegue indirectamente la luz del sol. Si los pones directamente a la luz solar se pueden quemar o dañar. Cuando las hojitas se ponen de color verde, los germinados están listos para consumir. Guárdalos en una bolsita plástica en la heladera y usa cada día la cantidad necesaria.
- Cuando se ha desarrollado la clorofila, los germinados están en el mejor momento para ser consumidos, ya que han desarrollado todos los nutrientes que son posibles en cada uno de ellos. Si se deja que los germinados crezcan mucho, disminuye el contenido de Vitamina C, por eso se recomienda que sean consumidos dentro de tres o cuatro días después de germinados.
- Se recomienda lavar muy bien los frascos y nylons (tules, mallas) después de cada germinado para evitar que se dañen los próximos. Lava con agua caliente el nylon (malla, tul), ponlo a secar y guarda en un lugar higiénico.
Cómo consumir los germinados
Entre los beneficios nutricionales de los germinados, se destaca especialmente su riqueza tanto en vitaminas (como la A, C, D, E, K, U y vitaminas del grupo B, como la B1, B2, B3 y B6), así como en minerales (sílice, calcio, hierro o manganeso).
Los brotes o germinados no deberían ser considerados como un suplemento, sino más bien como una parte importante de la alimentación diaria, junto con los demás alimentos saludables.
De los germinados se puede aprovechar todo: raíz, hojas y cáscaras. Cuando están en su pico de valor nutricional, tienen sabor agradable, sin embargo cuando se pasan, se tornan amargos.
Los germinados de alfalfa se usan crudos en las ensaladas, mientras que los frijolitos chinos pueden usarse así o ser cocidos al vapor por unos minutos.
Los germinados de alfalfa se usan crudos en las ensaladas, mientras que los frijolitos chinos pueden usarse así o ser cocidos al vapor por unos minutos. Después de cocidos se pueden aliñar con tomate, cebolla, ajo y sal al gusto. También se pueden añadir los brotes a las sopas cuando ya casi están listas.
Los brotes de lentejas, garbanzos o arvejas son deliciosos cuando se cocinan con el arroz. En estos casos los germinados se añaden al arroz cuando ya está casi blando. Se mezclan y se deja que los germinados se ablanden.
Los germinados de trigo pueden licuarse y en la preparación del pan y con un toque de creatividad se pueden usar en diversos platos, incluso incorporarlos en las tostadas del desayuno.
Los beneficios de los germinados los convierten en una excelente opción a la hora de favorecer la regeneración tanto de nuestro sistema digestivo como de la circulación sanguínea, además de su aporte energético a nuestro organismo.
Una vida sana comienza por la alimentación. Si quieres sumar una sana costumbre a tu dieta de germinados, puedes acompañarlos con agua caliente como bebida, una antigua tradición china que también trae muchos beneficios y es muy saludable. ¡Buen apetito!