En el Uno no puede haber creación, porque no puede haber intercambios. El universo nació de la existencia de dos polos. El polo positivo ejerce una atracción sobre el polo negativo, e inversamente. Es este mecanismo de acción y de reacción recíproca el que desencadena y mantiene el movimiento de la vida. el Dos no es Uno+Uno, como en aritmética, sino el Uno que, para crear, se ha polarizado en positivo y negativo, (en el vocabulario de las ciencias físicas las dos grandes fuerzas son la electricidad y el magnetismo), ambas fuerzas están polarizadas. Ambas son positivas y negativas, emisoras y receptoras. Un enchufe eléctrico y un imán tienen dos polos. Cuando tomamos prestados estos términos, desde el plano de las fuerzas físicas naturales, y los aplicamos a los planos psíquicos y espirituales, vemos sus propiedades positivas, emisoras, como pertenecientes al principio masculino, y sus propiedades negativas o receptoras, como pertenecientes al principio femenino.
Estúpida treatralización de un interesante relato.
Poco serio.
En el Uno no puede haber creación, porque no puede haber intercambios. El universo nació de la existencia de dos polos. El polo positivo ejerce una atracción sobre el polo negativo, e inversamente. Es este mecanismo de acción y de reacción recíproca el que desencadena y mantiene el movimiento de la vida. el Dos no es Uno+Uno, como en aritmética, sino el Uno que, para crear, se ha polarizado en positivo y negativo, (en el vocabulario de las ciencias físicas las dos grandes fuerzas son la electricidad y el magnetismo), ambas fuerzas están polarizadas. Ambas son positivas y negativas, emisoras y receptoras. Un enchufe eléctrico y un imán tienen dos polos. Cuando tomamos prestados estos términos, desde el plano de las fuerzas físicas naturales, y los aplicamos a los planos psíquicos y espirituales, vemos sus propiedades positivas, emisoras, como pertenecientes al principio masculino, y sus propiedades negativas o receptoras, como pertenecientes al principio femenino.