El sexo y la tecnología combinan a la perfección. Ambos componentes han hecho vibrar al CES de las Vegas, que ha celebrado recientemente su última edición con cierta polémica. Y es que en la mayor feria de electrónica de consumo no solo hemos podido ver lastelevisiones con resolución 8K o el coche volador. Los juguetes sexuales del futuro también han tenido su propio espacio.
La feria ha sido testigo de cómo es ya posible disfrutar de «strippers» en 3D sin salir de casa. Basta con unas gafas de realidad virtual, un «smartphone» o tableta para poder disfrutar de un espectáculo íntimo gracias a la realidad aumentada. «No hay necesidad de dar propina», aseguró en tono de broma a AFP Andreas Hronopoulos, jefe de Naughty America, la compañía responsable de este nuevo servicio en el que el cliente puede incluso girar el holograma para disfrutar del espectáculo desde todos los ángulos. «Tenemos la intención de convertirnos en el club de ‘striptease’ más grande del mundo, abierto los 7 días de la semana, las 24 horas del día», asegura.
La industria del entretenimiento y la pornografía han sido durante mucho tiempo una fuerza impulsora en la popularización de las innovaciones tecnológicas. De hecho, los juguetes sexuales también han sido protagonistas en el CES. Se trata de un mercado muy lucrativo, que podría representar 37.200 millones de dólares en el mundo para 2022, según la compañía británica especializada en el sector MisteryVibe, que presentó Tenuto, un vibrador masculino que incluso se puede controlar desde el móvil a través de su aplicación.
Mientras que para ellos la oferta que se expone es infinita, para ellas no lo es tanto. Es lo que asegura Lora Haddock, CEO de Lora DiCarlo, compañía creadora del mejor consolador femenino hasta la fecha jamás inventado: Osé.
El «Santo Grial de los orgasmos»
Este vibrador, que utiliza micro-robótica para imitar los movimientos de la boca de un ser humano, fue premiado en octubre por la Asociación de Tecnología del Consumidor (CTA, por sus siglas en inglés), organizadora del CES, con el premio honorífico en la categoría de Robótica y Drones del CES. Sin embargo, la organización decidió al mes siguiente quitarle el galardón, prohibiéndoles exhibir así a Osé en Las Vegas.
Esta decisión ha generado una gran polémica. Para Lora Haddock se trata de una decisión machista al tratarse de un sector «dominado por los presidentes ejecutivos masculinos». La joven reseña cómo otras empresas exhiben sus robots sexuales con forma de mujer sin problema alguno. O permiten que se muestre todos los años pornografía en realidad virtual (en clara referencia a Naughty America, que lleva años exponiendo sus innovaciones en el CES), «lo que permite a los hombres ver pornografía en público a medida que los consumidores pasan. Claramente, la CTA no tiene problemas para permitir que la sexualidad masculina y el placer explícito se muestren ostentosamente», asegura en su web.
La CTA ha asegurado que Osé «no debería haber sido aceptado para el Programa de Premios a la Innovación» y que «no encaja en ninguna» de sus «categorías de productos». De hecho, el vibrador fue descalificado por razones morales en base a las reglas de la entidad, que dictan: «Los candidatos que sean considerados por la CTA, con su exclusivo criterio, como inmorales, obscenos, indecentes, profanos o que no mantengan la imagen de la CTA, serán descalificados. La CTA se reserva el derecho de descalificar cualquier participante en cualquier momento que, según la opinión de la CTA, ponga en peligro la seguridad o el bienestar de cualquier persona, o que no cumpla con estas Reglas Oficiales».
Haddock, que define a Osé como el «Santo Grial de los orgasmos», asegura que su equipo de ingenieros, «casi completamente femenino, está desarrollando una nueva tecnología micro-robótica que imita todas las sensaciones de la boca, la lengua y los dedos humanos» para que las mujeres obtengan una experiencia única con Osé. «Estamos hablando de robótica verdaderamente innovadora», asegura.
https://www.periodicoelnuevomundo.com/2019/01/el-sexo-y-la-tecnologia-combinan-la.html