¿Un problema irresoluble? Quizás no. La NASA ha presentado una propuesta tan extraordinaria como ambiciosa que parece sacada de una película de ciencia ficción. Hace unos días, en un encuentro organizado en Washington por la División de Ciencias Planetarias de la agencia espacial, los investigadores propusieron ante colegas de todo el mundo desplegar un escudo magnético en Marte para restaurar su atmósfera «de forma natural». De funcionar, el plan convertiría el planeta en un mundo mucho más parecido al nuestro, con agua de nuevo fluyendo por su superficie, lo que facilitaría el bienestar y la seguridad de los astronautas.
Jim Green, director de ciencias planetarias, explicó que mediante la colocación de un escudo de dipolo magnético en el punto de Lagrange L1 de Marte (un punto en el espacio entre el planeta y el Sol en el que un objeto podría quedar estacionario) se podría formar una potente magnetosfera artificial que abarcaría todo el planeta, protegiéndolo del viento solar y la radiación, y permitiendo que la atmósfera de Marte se restaure con el paso del tiempo.
Además, el posicionamiento de este escudo magnético aseguraría la protección de las dos regiones donde se pierde la mayor parte de la atmósfera de Marte, la capa polar norte y la zona ecuatorial.
Subida de temperatura
El equipo de investigación -que incluyó a científicos del centro de investigación Ames, el centro de vuelo espacial Goddard, la universidad de Colorado, la de Princeton, y del laboratorio de Rutherford Appleton- cree que el escudo magnético sería capaz de contrarrestar el viento solar, de modo que las pérdidas atmosféricas se detendrían y en cuestión de años la atmósfera se recuperaría hasta la mitad de la presión atmosférica de la Tierra.
La temperatura aumentaría entonces un promedio de 4°C, lo que sería suficiente para derretir el hielo de dióxido de carbono en el casquete polar norte del planeta. El carbono en la atmósfera ayudaría a atrapar el calor como hace en la Tierra, lo que provocaría un efecto invernadero, calentando aún más la atmósfera y haciendo que el hielo en las capas polares se derritiera, dando lugar a que el agua líquida volviera a fluir en Marte en ríos y mares.
El equipo de la NASA cree que este proceso podría llevar a que se restablezca una séptima parte de los océanos que cubrieron Marte hace miles de millones de años. Si pudiera conseguirse algo semejante, la colonización del Planea rojo estaría mucho más cerca.