El siguiente tema es la impresión mental de que el tiempo y el espacio son realidades objetivas. Estos dos son inseparables de la apariencia del mundo, y, por consiguiente, el mundo continúa siendo tomado como real si estos dos son tomados como reales.
- La mente conoce todos los objetos visibles, el cuerpo físico y todo lo demás, igualmente en el sueño con sueños y en la vigilia, como separados en el espacio y el tiempo, y, por consiguiente, es necesario indagar si estos dos son reales [o no].
- Estos tres, a saber, espacio, tiempo y causalidad, ha sido mostrado que son solo mentales por un filósofo occidental llamado Kant por medio de buenas razones.
- Bhagavan (Ramana Maharshi), nuestro Guru, aclara a los buscadores de la liberación, por la experiencia de todos los hombres en el sueño profundo, y por la experiencia de los sabios en el estado supremo, que estos tres son irreales.
- Debido a que nadie conoce el espacio y el tiempo en el sueño profundo, donde la mente está latente, y en el estado supremo, donde la mente se ha perdido, estos dos son solo mentales.
- Tanto en el estado de sueño con sueños como en el estado de vigilia, la mente crea estos dos [el espacio y el tiempo] junto con el mundo. Sin ellos la mente no conoce nada. Ésta es la naturaleza constante de la mente.
- Debido solo a la ignorancia «yo soy el cuerpo» el hombre tiene la consciencia «yo estoy en el espacio y en el tiempo». Realmente, nosotros no estamos en el espacio ni en el tiempo. Si nosotros fuéramos cuerpos, entonces [y solo entonces] estaríamos en ellos.
- Nosotros no somos cuerpos, ni los poseemos, puesto que nosotros nunca devenimos almas. El espacio y el tiempo, lo mismo que todas las cosas, son creadas en nosotros por la mente debido a la ignorancia.
Puede preguntarse cuándo nos desharemos de este engaño de la realidad objetiva del espacio y del tiempo. La respuesta dada en el verso siguiente es de Bhagavan, nuestro Guru.
- Si la mente, por la indagación de su fuente, obtiene paz en el estado supremo, entonces estos dos son tragados por el Sí mismo real mismo, junto con el ego y el mundo.
- La totalidad del mundo, que está compuesto de causas y efectos, junto con el espacio y el tiempo, es ilusoria. El Sí mismo real nunca sufre cambio, ni por el espacio ni por el tiempo, ni por la causalidad.
- Puesto que el único Sí mismo real [de todo], que es siempre el mismo, que no se aparta nunca de su verdadera naturaleza, que trasciende el tiempo, que es exento de espacio, y, por consiguiente infinito, es experimentado por los sabios, solo [Él] es real; nada más.
A continuación se tratan las tres divisiones del tiempo, a saber, el pasado, el presente y el futuro y se muestra que son irreales.
- Tampoco las divisiones del tiempo, a saber, pasado, presente y futuro, son reales. El pasado y el futuro son dependientes del presente, y son ellos mismos presente en sus propios tiempos.
- Así pues, todo el tiempo es solo presente; los hombres hacen esta división solo con palabras; la realidad eterna es en verdad solo el Sí mismo real. Por consiguiente, solo Él es presente, nada más.
- Por consiguiente, el aspirante debe apuntar a la experiencia de la verdad de ese Sí mismo obteniendo el estado supremo. La discusión del pasado y del futuro se declara que es lo mismo que tratar de contar sin el conocimiento del número «uno».
- Solo existe el número «uno», y nada más, debido a que todos los números son modificaciones de él. De la misma manera, solo existe la consciencia que es el Sí mismo, y la totalidad del mundo es solo eso.
- Lo mismo que uno deviene capaz, conociendo el número «uno», de conocer todos los números, así también, después de conocer la verdad de sí mismos, los sabios llegan a conocer la verdad del mundo también.
- El Guru dice que tener conocimiento de algo otro que el Sí mismo, sin conocer primero la Verdad de uno mismo, es solo ignorancia. Todo lo que uno conoce, sin tener una consciencia correcta del Sí mismo, es un conocimiento que es contrario a la verdad.
- Cuando, por la indagación del Sí mismo, ese Sí mismo es conocido, no queda nada más que conocer. Para el sabio todas las cosas brillan solo como el Sí mismo, y, por consiguiente, el Sí mismo es bien conocido como «el Todo» [en el Vedanta].
- Por consiguiente, Bhagavan Sri Ramana dice que la omnisciencia es solo el estado de ser el Sí mismo real. Él también dice que lo que es considerado omnisciencia por el ignorante es solo ignorancia.
A continuación se expone cómo el Sí mismo es «el Todo».
- Este mundo no es otro que el cuerpo; este cuerpo no es distinto de la mente; la mente no existe aparte del Sí mismo real; por consiguiente, ese Sí mismo es todo el mundo.
- «¿Cómo era yo en mi nacimiento anterior, y como seré yo en el nacimiento siguiente?» – tales indagaciones son solo [debidas a la] ignorancia, porque el Sí mismo no ha nacido nunca.
- Pensar sobre la totalidad y las distintas unidades [individuos] es una actividad sin sentido para los buscadores de la liberación. Solo la indagación en la fuente de quien [el ego] está interesado en la totalidad y las unidades conduce a la liberación.
- «¿Por quién, y cómo fue creado el mundo en el comienzo?» «¿Qué es maya?» «¿Qué es ignorancia?» «¿Cómo llegó a ser el alma individual?» Tales preguntas sin sentido son planteadas por los engañados debido a que ellos olvidan la cosa principal en la que se necesita indagar.
El secreto de la creación es brevemente expuesto a continuación.
- No hay creación aparte de ver; visión y creación son uno y lo mismo. Y debido a que esa visión se debe a la ignorancia, cesar de ver es la verdad de la disolución [del mundo].
Maya es explicada a continuación.
- Es el poder del Ser Supremo, llamado maya, el que toma la forma de las percepciones de los sentidos y con ello crea este variado mundo, que los engañados están persuadidos de que es real.
La ignorancia del individuo esta relacionada con el poder de ilusión que pertenece al Ser Supremo. No hay otra explicación de la creación.
A continuación se muestra que ocuparse de estas indagaciones pospone la cosa que importa, la indagación del Sí mismo real, que es la cosa principal a la que hay que darse.
- Indagar en las irrealidades, tomándolas como reales, conduce a olvidar el Sí mismo real. Y no hay otra muerte que este olvido, debido a que de esta manera el Sí mismo está casi perdido para el buscador.
A continuación se señala la urgencia de la indagación del Sí mismo.
- Si el aspirante conoce el Sí mismo en esta vida [misma], entonces y solo entonces, para él lo real es real. Si en esta vida él no llega a conocer el Sí mismo, para él lo real [el Sí mismo] permanece ocultado por lo irreal.
- Por consiguiente, el aspirante, estando firmemente convencido de que el espacio y el tiempo son irreales, debe abandonar la totalidad del mundo y buscar conocer el substrato, el Sí mismo, por medio de la indagación de su propia naturaleza verdadera.