De mayor quiero ser una empresa farmacéutica, que esté intentando desarrollar una vacuna para la Covid-19 en medio de un asunto como el del coronavirus. Son todo ventajas. El miedo es libre, todos los sentimos pues es algo natural, un mecanismo de reacción ante los peligros que hemos desarrollado. Y el miedo en una pandemia es un gran agitador de los mercados. Si no que se lo digan a la compañía farmacéutica AstraZeneca (AZ).
La Comisión Europea (el Gobierno de los europeos) va a adelantar dinero a empresas farmacéuticas para «tener acceso preferente a las dosis de la vacuna»… ¡sin haber vacuna! La Comisión Europea admite incluso que hay riesgo de que las investigaciones financiadas acaben fracasando.
Una vacuna y cualquier medicamento tarda y son datos del principal lobby de las farmacéuticas en España, Farmaindustria, unos 14 o 15 años en desarrollarse y sólo uno de cada 10.000 compuestos llegan finalmente al mercado. Fabricar una vacuna no es cosa de ponerse unos meses a investigar y ya está. La posibilidad de que no se encuentre lo que se busca -o de que el resultado no tenga la suficiente eficacia y seguridad- es muy muy alta. Y cuantas más prisas peor.
Una vacuna en esta situación es además un instrumento clave: si se logra un producto muy muy efectivo y muy muy seguro y se consigue convencer a mucha mucha gente de que se vacune, la economía no para o no se para tanto. La Unión Europea se creó para configurar un mercado único (los intereses de las personas vienen después). Y esto es una cuestión económica: Si existe siquiera la posibilidad de que una inyección pueda ayudar a que la economía recupere la «normalidad» lo antes posible ¿cuánto nos cuesta?
Desde que apareció el nuevo coronavirus en la ciudad china de Wuhan se han presentado 125 candidatos a vacuna y diez de ellos ya se están probando en humanos en EE UU, China, Alemania y Reino Unido. Se trata de la mayor operación económica en el ámbito sanitario de la historia. Todos los humanos del planeta son candidatos potenciales a usar el producto.
En este contexto apareció la semana pasada la noticia de que Alemania, Francia, Italia y los Países Bajos firmaron un acuerdo con el grupo farmacéutico AstraZeneca para hacerse con 300 millones de dosis de una futura vacuna. El paso no fue bien recibido por todos porque «la colaboración en el seno de la UE significa que hay colaborar con tantos Estados miembros como sea posible, sin negociar aparte con ciertos países».
Es importante conocer también qué criterios se aplican a la hora de dar dinero los estados y a quién. No es lo mismo dar dinero a una empresa con un claro compromiso social, que tenga un historial de servicio a la población, que a una empresa corrupta.
Escribimos esto porque en el Bufete Almodóvar & Jara llevamos un caso de una muerte que se produjo durante un ensayo clínico de esta empresa en el hospital de Mérida.
Astrazeneca es la misma empresa que no quiere indemnizar cuando se producen muertes durante sus ensayos (esperemos que esto no ocurra en el caso de su vacuna). Que oculta información a un juzgado civil. Y que hace que la familia del fallecido tenga que litigar durante años por sus derechos en relación a una indemnización por parte del seguro del ensayo clínico, tal y como marca la ley.
La información de los ensayos clínicos, se ha demostrado durante el proceso, es controlada al 100% por AstraZeneca. Igualmente, AZ entiende que no es necesario realizar una autopsia y que el paciente, enfermo de lupus, murió por otra causa distinta que el medicamento sifalimumab que se probaba con él. Sin embargo, hay informes técnicos del Comité de ética de investigación de Badajoz que demuestran que el ensayo tenía deficiencias (esperemos que estas no estén ocurriendo en el caso de la vacuna).
El paciente, recordemos, fallece de la misma sintomatología que otros cinco enfermos que también fallecieron durante el ensayo. Más tarde, AZ suspendió el análisis clínico… aunque mantiene a la familia en los juzgados luchando por sus derechos. ¿A esta empresa la UE le va a dar fondos para desarrollar la vacuna de la Covid?
A tenor de la actuación de AZ en este caso que en nuestro bufete conocemos muy bien podemos suponer que la transparencia en la financiación por los estados de esa vacuna va a ser nula y en otros casos (ver sanciones a AZ en USA).
Estos días estamos defendiendo ante el Tribunal Supremo de España el derecho de una familia de un enfermo que fallece durante un ensayo en circunstancias no claras y que potencialmente se puede atribuir a su participación en el ensayo.
No hubo autopsia porque no interesó. La empresa farmacéutica ha contratado al despacho Garrigues, conocido por su buena relación con determinados jueces que participan en sus congresos y conferencias.
La defensa de AZ ha contratado a expertos para decir que el paciente no falleció por el fármaco en investigación, ni por acudir en largas sesiones al hospital de manera periódica. Niegan y convencen al juez de que no es necesario que testifiquen miembros del comité ético de Extremadura y catedráticos de Universidad, quienes mantienen que el paciente debiera ser reconocido en sus derechos.
Estas empresas son las que aspiran a sacar la vacuna contra la Covid y a donde van a ir fondos europeos para financiar dicho producto.
http://www.migueljara.com/2020/06/23/covid-farmaceuticas-con-dinero-publico-para-la-vacuna-que-abandonan-a-los-muertos-en-sus-ensayos/