De acuerdo con el Sefer Ietzirá, cada mes del año judío tiene una letra del alfabeto hebreo, un signo del zodíaco, una de las doce tribus de Israel, un sentido, y un órgano controlador del cuerpo que le corresponde. Sivan es el tercero de los doce meses del calendario judío. El mes de la entrega de la Torá a Israel.
Mes de Sivan — Mes de la entrega de la Torá a Israel
- Color: Amarillo-naranja
- Letra: zain
Aunque Sivan es el tercer mes del año — como está dicho “bendito sea El Misericordioso [el atributo de misericordia de Di-s es el tercero de los atributos Divinos; en el orden de las once sefirot, es la séptima] que dió una Torá triple [Torá, Neviim, y Ketuvim] a un pueblo triple [Kohanim, Leviim y Israelim] en el tercer mes [Sivan] a través de tres [Moisës, Aarón, y Miriam]”– el número que aparece preponderantemente en la Torá es el siete, el valor de la letra zayin.
La Torá fue dada en Shabat
El séptimo día de la semana. De acuerdo rabi Iosi, la Torá fue dada en el séptimo día de Sivan. Zebulún, la tribu de Sivan, comienza con la letra zain.
Nuestros sabios identifican la zain con la palabra zé (“éste”), que denota el inigualable nivel de profecía de Moisés (“el cristal transparente”), el que entregó la Torá (quien también nació y falleció el siete de Adar [el 12 mes del año; guematría de zé = 12]).
Porciones semanales del mes de Sivan
Las porciones semanales del mes de Sivan son las del comienzo del Libro de Números. En la tercera porción, Behalotjá, aparece una sección de dos versos (“Y cuando el arca viajaba…”), que está separada del texto que le precede y del que le sigue (con dos “nun invertidas”).
Nuestros sabios nos enseñan que esto es para dividir la Torá en siete libros, en lugar de la división normal en cinco. A este fenómeno se alude en el versículo: “Ella cortó sus columnas en siete”. Juntas, zain (7) y hei (5, La división normal de la Torá) forman la palabra zé, el nivel inigualado de profecía de Moisés.
La letra zain
La forma de la letra zain es una vav con una corona en su cabeza. Esto representa la corona que recibió cada alma judía (que en particular está constituida por dos niveles, dos coronas, como nos enseñan nuestros sabios) cuando la entrega de la Torá. Los Diez Mandamientos contienen 620 letras, valor de numérico de la palabra keter, “corona”.
Mazal: teomim (Geminis – mellizos)
Los mellizos simbolizan las dos “tablas del testimonio” idénticas entregadas a Moisés.
La entrega de la Torá es conocida como una “boda” (entre Di-s e Israel). En el Cantar de los Cantares (5:2), el máximo nivel de matrimonio es cuando la novia y el novio son mellizos idénticos (tamati, que nuestros sabios leen como teomati).
Mellizos arquetípicos de la Torá
Los mellizos arquetípicos de la Torá son dos hermanos, Iacob y Esav. Estos mellizos nos sólo que son no idénticos sino que incluso opuestos. Sin embargo, con el poder de la entrega de la Torá en el mes de Sivan, ambos son rectificados y capaces de unirse.
En cada judío, Iacob representa la inclinación al bien, mientras Esav la inclinación opuesta. Se nos fue ordenado amar a Di-s “con todo tu corazón”, “con ambas inclinaciones”.
De las dos tablas del pacto, la derecha se dirige primariamente al lado de Iacob, mientras que la derecha al de Esav (“No matarás, No cometerás adulterio, No robarás…”).
Tribu: Zebulún
Zebulún es retratado generalmente como el “hombre de negocios”, que mantiene el estudio de Torá de su hermano Isajar. Se enseña en cabalá que siempre hay algo superior inherente a una “causa” que en su “resultado”.
De acuerdo con este principio, explica el Arizal que el origen del alma de Zebulún es en keter, por encima del alma de Isajar, que es en jojmá.
El nivel de la Torá misma como fue revelada en el Sinaí está en el nivel de keter (“corona”) de la Torá, como lo indica el hecho de que los Diez Mandamientos tienen 620 letras, que equivale numéricamente a keter (equivalente a las 613 mitzvot de la Torá escrita junto a las 7 mitzvot de los sabios), como ya se mencionó.
A Zevulún se le ordena estudiar Torá, y su estudio está a nivle de keter.
Sentido: caminar (progreso, dinámico)
En este contexto, “caminar significa el sentido del progreso continuo e ininterrumpido. Cada ley de la Torá es llamada una halaja, de la palabra “caminar”.
El versículo “los caminos del mundo son de El” (Habakuk 6:4), es interpretado por nuestros sabios como: aquel que estudia diariamente halajá será por cierto merecedor del mundo por venir. Y por eso es dicho de Zebulún: “se feliz, Zebuún cuando salgas” (Deuteronomio 33:18).
Mientras que los ángeles, que no fueron meritorios de recibir la Torá, son llamados “parados”, (porque no tienen la dinámica esencial de la vida), las almas de Israel (que recibieron la Torá) son llamadas ” caminantes entre los parados”.
Respecto de la “fortaleza” de la Torá
Se dice generalmente: “ellos (las almas de Israel que estudian la Torá y cumplen sus mandamientos) irán de fortaleza en fortaleza” (Salmos 84:8). Nuestros sabios interpretan que esto significa: “los justos no tienen reposo, ni en este mundo ni en el mundo por venir”.
Se enseña en jasidismo que en el estado de reposo y tranquilidad absoluto del mundo por venir, el alma del justo experimenta simultáneamente el sentido de “progreso infinito” y “caminar hacia adelante” (el sentido de la tranquilidad es el del mes de Kislev [el tercer mes desde Tishrei], el mes que complementa a Sivan [el tercero desde Nisan] en el ciclo anual).
Controlador: el pie izquierdo
Considerando cualquier para “derecho” e “izquierdo”, el “derecho” es relativamente “espiritual” mientras que el “izquierdo” es relativamente “físico”. En las palabras de nuestros sabios: “El extendió su mano derecha y creó los cielos y extendió Su mano izquierda y creó la tierra.”
Como vimos antes, el habla, el sentido de Nisan, es controlado por el pie derecho; caminar, el sentido de Sivan, lo es por el izquierdo. Hablar se asemeja a caminar, como encontramos frecuentemente en la Biblia la expresión la “lengua caminante”.
De todas maneras, el habla es relativamente más espiritual que caminar, aunque si bien ambos poseen una dimensión espiritual interior: el habla – el sentido de liderazgo; caminar – el sentido del progreso. Encontramos en Proverbios (10:9) “aquel que camina con sinceridad, andará con seguridad”.
La sinceridad (temimut)
Es la propiedad del pie izquierdo (la sefirá de hod); seguridad (bitajón) es la propiedad del pie derecho (la sefirá de netzaj); la confianza nos da la habilidad de hablar claramente sin “balcucear” [en la boca, y corresponde a “tropezar” en el pie].
Entonces, lo que implica el versículo es que uno debe caminar “izquierda, derecha…”, porque el pie izquierdo es el que gobierna el acto general de caminar.