Imagine un mundo en el que los archivos secretos encriptados se abren repentinamente, algo conocido como «el apocalipsis cuántico».
En pocas palabras, las computadoras cuánticas funcionan de manera completamente diferente a las computadoras desarrolladas durante el siglo pasado. Y eventualmente podrían volverse muchas, muchas veces más rápidas que las máquinas actuales.
Eso significa que frente a un problema increíblemente complejo y lento, como tratar de descifrar datos, donde hay múltiples permutaciones que llegan a miles de millones, una computadora normal tardaría muchos años en descifrar esos cifrados, si es que alguna vez lo logra. Pero una futura computadora cuántica, en teoría, podría hacer esto en solo segundos.
Tales computadoras podrían ser capaces de resolver todo tipo de problemas para la humanidad… Pero también hay un lado oscuro.
Ladrones de datos
Varios países, incluidos EE.UU., China, Rusia y el Reino Unido, están trabajando arduamente e invirtiendo enormes sumas de dinero para desarrollar estas computadoras cuánticas súper rápidas con el fin de obtener una ventaja estratégica en la ciberesfera.
Todos los días, grandes cantidades de datos cifrados —incluidos los suyos y los nuestros— se recopilan sin nuestro permiso y se almacenan en bancos de datos, listos para el día en que las computadoras cuánticas de los ladrones de datos sean lo suficientemente potentes como para descifrarlos.
«Todo lo que hacemos hoy es a través de Internet», señala Harri Owen, director de estrategia de la empresa PostQuantum. «Desde comprar cosas en línea, transacciones bancarias, interacciones en redes sociales, todo lo que hacemos está encriptado».
«Pero una vez que aparezca una computadora cuántica funcional con capacidad para romper ese cifrado… puede otorgarle a quien la haya desarrollado la varita mágica para borrar cuentas bancarias, cerrar por completo los sistemas de defensa del gobierno, y saquear las billeteras de criptomonedas», añade.
Es un pronóstico repetido por Ilyas Khan, director ejecutivo de la empresa Quantinuum, con sede en Cambridge y Colorado. «Las computadoras cuánticas harán inútiles la mayoría de los métodos de encriptación existentes», afirma. «Son una amenaza para nuestra forma de vida».
Criptografía postcuántica
Eso suena completamente apocalíptico, entonces, ¿por qué no hemos escuchado más sobre esto?
La respuesta es que sí este fuera el caso, se tomarían precauciones. De hecho, en la práctica, los esfuerzos de mitigación ya están en marcha y lo han estado durante algunos años. En el Reino Unido, todos los datos del gobierno clasificados como «ultrasecretos» ya son «postcuánticos» —es decir, utilizan nuevas formas de cifrado que los investigadores esperan que sean resistentes a la computación cuántica—.
Gigantes tecnológicos como Google, Microsoft, Intel e IBM están trabajando en soluciones, así como empresas más especializadas como Quantinuum y Post-Quantum.
Lo que es más importante, actualmente se está llevando a cabo una especie de «desfile» de criptografía postcuántica en el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de EE.UU. (NIST) en las afueras de Washington DC. El objetivo es establecer una estrategia de defensa estandarizada que protegerá a la industria, el gobierno, la academia y la infraestructura nacional crítica contra los peligros del apocalipsis cuántico.
Todo esto, desde luego, no será barato.
La computación cuántica es costosa, laboriosa y genera grandes cantidades de calor.
Asimismo, el desarrollo de algoritmos cuánticos seguros es uno de los principales desafíos de seguridad de nuestro tiempo.
Pero los expertos dicen que la alternativa —no hacer nada— simplemente no es una opción.