Disney+ estrenó el miércoles un histórico documental en el que el Papa Francisco se enfrenta a una serie de preguntas de 10 jóvenes del mundo. Amén. Francisco responde es una obra dirigida por Jordi Évole y en ella, el Pontífice habla sin tapujos de temas tan crudos como la pederastia, el sexo, la pornografía o el aborto.

Sobre este último asunto, pregunta Milagros, una joven argentina, quien cuestiona «por qué la Iglesia querría obstaculizar el derecho de las mujeres al aborto». Según el Papa, «Jesús debería acompañar a esa mujer y no juzgarla como se hace en algunas misas». Asimismo, ha indicado que «a una mujer que aborta no se la puede dejar sola, hay que acompañarla y no mandarla al infierno». Sin embargo, Bergoglio defiende la postura del Vaticano sobre el aborto:  «Una cosa es acompañar a la persona que hizo esto y otra cosa es justificar el acto». A raíz de esto, ha lanzado otra pregunta:  «¿Es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿Es lícito alquilar un sicario para que elimine una vida humana?».

Por otra parte, Milagros también ha pregunta si sería mejor cristiana no siendo feminista. Ante esta cuestión, Francisco ha optado por no mojarse demasiado: «A mí lo que me interesa son los sustantivos, no los adjetivos. El bautismo se le da a una persona y yo creo en las personas».

Sobre el colectivo LGTBI, ha preguntado Celia, de Aranjuez. Una mujer cristiana que se identifica como no binaria: «Todos somos hijos de dios, dios no rechaza a nadie, dios es padre», señala el Papa. A continuación, ha expresado que «La Iglesia no puede cerrar la puerta a nadie, los que intentan echar a estas personas tienen ideologías cerradas que esconden un drama de incoherencia interno».

Otro de los temas tratados es el sexo. Alejandra, una joven de Cali, se dedica a la pornografía por internet y confiesa cómo ha mejorado su vida gracias a esta profesión. Ante su exposición, el Papa se muestra contundente: «La pornografía disminuye y el que es adicto al porno es como un adicto a las drogas que lo mantiene en un nivel que no le deja crecer». También ha señalado que comprende el uso de Tinder por es «descubrir e ir más allá y eso hace bien».También ha declarado que el sexo «es una de las cosas que dios dio a los humanos y expresarse sexualmente es una riqueza». Sobre la masturbación, ha expresado que «el sexo tiene su dinámica y su razón de ser es la expresión del amor, y ese es el punto central de la actividad sexual».

FInalmente, durante el documental también se ha hablado sobre el abuso de menores y la pederastia. Dos prácticas muy extendidas en la Iglesia católica. De hecho, el autor de la pregunta es Juan, un joven riojano que sufrió abusos en un colegio del Opus Dei:  «Estos casos con menores no prescriben en la Iglesia. Y si por el paso de los años prescriben, yo levantaré esa prescripción en un momento», refleja el Papa.

Para Bergoglio, «el trabajo de hablar claro, poner disciplina en los seminarios y castigar a los curas o laicos abusadores ha empezado hace años y estamos trabajando mucho en ello». También ha definido el abuso a menores como  «un problema social grave» y ha querido mostrar posibles soluciones para erradicar esta cuestión: «Al crear conciencia de que la jerarquía de la Iglesia se mantiene con esta postura, la persona abusada sale de la absoluta soledad y se va creando una conciencia de que se le va a acompañar».

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