Uno ha roto el ciclo,
alcanzado la libertad del deseo.
El arroyo seco ya no fluye.
El ciclo, roto, ya no gira.
Esto, solo esto, es el final de la miseria.
Udāna 7.62
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Vivimos en el mundo del deseo. tengamos lo que tengamos siempre deseamos y dedicamos nuestra vida a colmar esos deseos.
Somos esclavos de nuestros deseos. vivimos para ellos y morimos por ellos.
Controlar el deseo es abrir una puerta en el muro de tu esclavitud.
Sólo uno puede controlar el deseo y no eres tú ni los otros.
No es tu ego.
Controlar el deseo es controlar al ego.
maestroviejo