Hasta ahora el uso de drogas para mejorar el rendimiento, llamadas PED, se ha tolerado dentro de las Fuerzas Especiales de la Marina de Estados Unidos (Navy Seal), a diferencia del consumo de otro tipo de narcóticos, como la marihuana, los opiáceos y las metanfetaminas.
Pero en febrero del año pasado murió un comando durante la “Semana del Infierno”, en la cual los aspirantes a Navy Seal deben recorrer más de 320 kilómetros en cinco días, ya sea nadando o corriendo, sometidos a obstáculos cada vez más exigentes y prácticamente sin tiempo de descanso, excepto cinco horas de sueño.
La autopsia del marinero determinó que murió a causa de una “neumonía bacteriana” que no pudo ser tratada a tiempo. Pero el médico forense también constató que padecía “hipertrofia cardíaca”, probablemente debido a la ingesta de testosterona y hormona del crecimiento, sustancias que se encontraron en sus efectos personales.
A causa de ello el almirante Keith Davids, comandante de la Guerra Naval Especial (NSW), ha prohibido las PED. Los comandos marinos serán sometidos a controles antidopaje aleatorios, prohibiéndose el uso de esteroides, hormona del crecimiento y MSRA (moduladores selectivos de los receptores androgénicos). El 15 por cien de los integrantes de una unidad tendrán que hacerse pruebas cada mes.
“Esta iniciativa […] es mucho más que una regulación: es un compromiso firme con la salud, la seguridad y la preparación operativa de cada miembro de la comunidad” de las Fuerzas Especiales de la Armada de Estados Unidos, argumentó el almirante Davids, en un comunicado de prensa publicado el 29 de septiembre.
La sanción prevista en caso de resultado positivo será grave, ya que dará lugar a un procedimiento de “separación administrativa” contra el comando declarado culpable, “ya sea por incumplimiento de las órdenes o por haber cometido una infracción grave”.
Los ‘Navy Seal’ ya no permiten las drogas para ‘mejorar el rendimiento’