Estudio desafia las reglas de la biologia evolutiva

Un estudio a largo plazo en una comunidad de lagartos puede haber dado respuesta a uno de los mayores desafíos de la evolución.

¿Tenía razón Charles Darwin?¿Tenía razón Charles Darwin?

Según la teoría de la evolución de Charles Darwin, la selección natural está trabajando constantemente para estabilizar la apariencia de una especie, con el supuesto de que una forma promedio les ayudará a adaptarse mejor al medio para sobrevivir. Sin embargo, cuando los especialistas hacen estudios de campo, casi nunca descubren que este tipo de selección “estable” exista realmente. Sino, ¿cómo es posible que dos fósiles de la misma especie, que han sido encontrados, además, en el mismo sitio, puedan parecer idénticos a pesar de haber entre ellos 50 millones de años de diferencia?

Es lo que se conoce como paradoja de la estasis. Propuesta en 1972, por Niles Eldredge y Stephen Jay Gould, estos científicos se dieron cuenta que raramente hay una evolución gradual durante la mayor parte del período de vida de una especie. Lo que encontraron es una prolongada estasis morfológica que, de vez en cuando, por eventos de especiación ocurren rápidamente, principalmente, en poblaciones marginales. En otras palabras, la evolución puede ocurrir -y de hecho ocurre- a gran velocidad. No existe una línea clara de demarcación entre una especie ancestral y una especie descendiente.

Ahora, el profesor asistente de la Facultad de Ciencias Biológicas del Instituto de Tecnología de Georgia, James Stroud, ha elaborado un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)que parece haber dado con la solución.

James Stroud examina un anole (Day's Edge Productions)
James Stroud examina un anole (Day’s Edge Productions)

Stroud viajó a una pequeña isla de Florida llamada Coral Gables y organizó un estudio de campo con cuatro especies diferentes de lagartos Anolis (anoles) en el Jardín Botánico Tropical Fairchild. Durante cinco periodos consecutivos midió la selección natural de las cuatro especies, capturando y monitoreando la supervivencia de cada uno de los lagartos de la isla.

Stroud y su equipo emplearon cañas de pescar provistas de pequeños lazos para capturar los lagartos a través del cuello, los colocaron en hieleras y documentaron la rama o el tocón exacto donde encontraron a cada lagarto.

En el laboratorio, midieron las cabezas, las extremidades, los pies, el peso e incluso la pegajosidad de los dedos de los lagartos. Después de asignar un número de identificación a cada uno y de marcarlos con una etiqueta debajo de la piel, el equipo liberó a los lagartos en las mismas ramas donde los encontraron. Salieron en los días y semanas siguientes para atrapar al resto.

Tomó fotografías en alta resolución de patas de lagarto para medir sus almohadillas
Tomó fotografías en alta resolución de patas de lagarto para medir sus almohadillas

Cada seis meses durante tres años, Stroud y su equipo realizaron el mismo proceso para conocer cuáles sobrevivían. Después relacionó los datos de supervivencia con la variación en los rasgos corporales, para analizar qué rasgos corporales eran predictores importantes de la supervivencia. Es decir, realizó un análisis evolutivo de cómo operaba la selección natural en la comunidad.

Stroud se sorprendió al descubrir que la forma estabilizadora de la selección natural (la que mantiene las características promedio de una especie) era extremadamente rara. De hecho, varió enormemente a lo largo del tiempo. Algunos años, los lagartos con patas más largas sobrevivirían mejor, y en otros años era al revés. Incluso había años sin ningún patrón claro.

Un llagarto Anolis
Un llagarto Anolis

“A menudo vimos que la selección cambiaba completamente de dirección de un año a otro. Sin embargo, cuando se combina en un patrón a largo plazo, toda esta variación efectivamente se anula: las especies se mantienen notablemente similares a lo largo de todo el período” –escribe Stroud. Por consiguiente, aunque la evolución sea un proceso continuo, “no significa necesariamente que las cosas estén cambiando constantemente en el largo plazo» –añade.

«Durante mucho tiempo, los biólogos evolutivos han tratado de descubrir qué había detrás de esta paradoja de la idea de la estasis», dijo Stroud. «Lo que este estudio muestra es que la respuesta puede no ser particularmente complicada; simplemente tuvimos que realizar un estudio en la naturaleza durante un tiempo suficiente para resolverlo».

https://www.espaciomisterio.com/ciencia/estudio-desafia-reglas-biologia-evolutiva_58321

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