El artefacto Coso.

En 1961 se encontró una extraña piedra en las montañas Coso de California. Es extraño, porque cuando lo abrieron se descubrió que contenía un extraño dispositivo mecánico. Este estaba formado por una capa hexagonal de alguna sustancia desconocida, que rodeaba un cilindro de porcelana de una pulgada de espesor, que a su vez contenía un eje de metal brillante de aproximadamente 2 mm de longitud. Alrededor del cilindro de porcelana había anillos de cobre que, sorprendentemente, no mostraban signos de corrosión.

Un examen posterior en la Sociedad Charles Ford confirmó que el dispositivo era una especie de instrumento mecánico. Las fotografías tomadas del objeto mostraron el eje metálico fijado a un pequeño resorte. Esto llevó a que se lo etiquetara como algún tipo de dispositivo eléctrico. Los expertos que lo examinaron lo compararon con una bujía. Los críticos sostuvieron que esto es exactamente lo que era: una bujía Champion que ofrecía poco misterio.

Sin embargo, cuando ciertos geólogos insistieron en que la roca en la que estaba encerrado tenía más de medio millón de años, el cielo misterioso se disparó. ¿Qué hacía allí? ¿Cómo había llegado allí? A primera vista no había una respuesta plausible. Simplemente lo impensable: que esto fuera una reliquia de una era pasada de alto avance tecnológico, una que existió hace más de medio millón de años.

Hasta el día de hoy, el Artefacto Coso sigue suscitando considerables especulaciones con puntos de vista muy diferentes. Algunos insisten en que esto es sólo un elaborado engaño y otros ven el Artefacto Coso como evidencia de una civilización avanzada a una edad inimaginablemente temprana.

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