Entre susto o muerte, fue susto y fue humillación/Puigdemont triunfa mientras Sánchez resiste al frente del caos

Entre susto o muerte, fue susto y fue humillación

 

Entre susto o muerte, fue susto, pero también humillación. Entre los pliegues de la memoria no se recuerda un sindiós como el que vivió el Gobierno este miércoles en el Senado. La Cámara Alta bullía desde primera hora de la mañana. No habían casi ni puesto las calles de Madrid cuando ministros, diputados, algún senador que otro y decenas de periodistas llegaban pasadas las ocho de la mañana a la plaza de la Marina Española. 

Los pasillos, un hervidero de cámaras y plumillas. El hemiciclo, un borboteo de parlamentarios que aún se felicitan el año. Ni unos ni otros sabían cómo sería el final de un agónico pleno en el que el Ejecutivo se jugaba no sólo las primeras votaciones del mandato –tres decretos y las enmiendas a la totalidad de la amnistía– sino la que será la dinámica de la legislatura. 

Estaba en juego la convalidación de tres textos que incluían la subida de las pensiones, la gratuidad de los trenes, la suspensión de los desahucios, la rebaja del IVA de los alimentos básicos y hasta la bajada de impuestos al gas y la electricidad. Algo que para algunos de los socios parlamentarios de Sánchez resulta cuestión menor a tenor del papel que han decidido jugar en el marco político y que nada tiene que ver con los intereses de España o los españoles sino con sus demandas identitarias y sus horizontes judiciales en el caso de los de Junts y con sus cuitas con Yolanda Díaz, en el caso de Podemos.

Con un Pedro Sánchez ausente durante toda la mañana y buena parte de la tarde, hasta que se votaron las enmiendas a la totalidad de la amnistía, en el Senado se batieron el cobre en una negociación a varias bandas el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. , por un lado, y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, por otro. Una conversación telefónica con Jordi Turull (Junts), otra con Carles Puigdemont, una tromba de mensajes con Míriam Nogueras (Junts), una reunión de urgencia en un discreto despacho con Aitor Esteban (PNV) a quien la rumorología atribuía funciones de mediador, una charla con Verstrynge (Podemos), un canutazo para llamar a la responsabilidad de todos… Y un auténtico circo de varias pistas sobre el que ninguno de los asesores «monclovitas» se molestaron en poner el más mínimo orden. Ni presencial ni telefónicamente. Mucho menos, en construir una relación con el que alimentar o zanjar cualquier expectativa del gran primer fracaso del mandato de Sánchez. 

Vuelve la tensión entre los fontaneros de La Moncloa y los del PSOE, entre quienes existe el convencimiento de que para colgarse medallas hay mucho voluntario y para fajarse en la negociación y asumir el desgaste, muy pocos. La mayoría parlamentaria que tiene hoy el Gobierno es muy exigua y muy diferente a la de la anterior legislatura, aunque los de Sánchez actúen como si les sobraran los votos. Junts se la tiene jurada a Bolaños tanto como Podemos a Yolanda Díaz. Y el forcejeo de los exconvergentes y los morados con ambos miembros del Gobierno no pasa desapercibido para nadie. Tampoco la necesidad de que el Ejecutivo modifique con urgencia la dinámica de trabajo porque no se pueden, con los apoyos actuales, llevar al Parlamento tres decretos sin antes haber pactado hasta la última coma, algo que en esta ocasión no se ha hecho y que todos los sin socios excepción afearon al Gobierno. «La diferencia es que Junts no es ERC y además no es de izquierdas», sentencia un socialista experimentado en las lides parlamentarias. Uno de los pocos asesores socialistas que pululaba por los pasillos del Senado este miércoles fue aún más visceral e implacable: «Los de Puigdemont no son la Autoridad Nacional Palestina, sino el ISIS y en La Moncloa aún no se han enterado». 

Con todo, los exconvergentes no fueron finalmente tan lejos como pretendieron durante todo el día hasta que decayeran los tres decretos. La fórmula: no participar en ninguna de las votaciones para salvar a Sánchez de su primera gran derrota parlamentaria y que pudiera sacar por la mínima dos de las tres iniciativas. Aún así y para colmo del esperpento vivido en la Cámara durante toda la jornada, hubo que repetir la votación del decreto que incluía las medidas anticrisis por el error de un diputado de Sumar, Gerardo Pissarelo, que se olvidó de pulsar el botón durante la segunda votación y provocó un empate en el resultado de la misma.

Al final, el Ejecutivo sorteó el peligro de salir clamorosamente derrotado porque logró la aprobación de dos de los tres decretos, por un sólo voto de diferencia, pero quedó claramente de manifiesto la enconada pugna entre Yolanda Díaz y Podemos, que se unió a PP y Vox para rechazar el texto impulsado por la vicepresidenta y ministra de Trabajo que modifica las condiciones para el cobro del subsidio de desempleo. Una situación, la que vive la izquierda alternativa, que agrava aún más la debilidad de la mayoría parlamentaria que hizo posible la investidura de Sánchez.

La votación de este miércoles anticipa en todo caso el que será el modus operandi de Junts en una legislatura de infarto, donde la estrategia del independentismo catalán será mantener un difícil equilibrio entre su papel de azote/conseguidor y el de aliado del Gobierno. La sucesión de humillaciones a las que están dispuestos a someter a los miembros de la coalición progresista se pudo ver durante toda la jornada tanto por las declaraciones de los exconvergentes como por el peregrinaje al que sometieron a los socialistas y los compromisos que les arrancaron finalmente.

La propia portavoz de Junts, Míriam Nogueras, desde la tribuna de oradores, insistió en que su grupo sólo persigue «cambiar la relación de Catalunya con España, no perpetuarla» y que «no está al servicio ni de Sánchez no de España», de quien llegó a decir que sus políticas «están matando» a su país, en referencia a Catalunya. Después, y tras haber anunciado el «no» a los decretos, levantó el veto para facilitar que salieran adelante los preceptos a cambio, según versión de Junts, de la transferencia integral de las competencias de inmigración a la Generalitat y los recursos necesarios para su gestión, así como la publicación inmediata de las balanzas fiscales, que no se dan a conocer por parte del Gobierno central desde 2016. También acordó la supresión del artículo 43 bis de la ley de Enjuiciamiento Civil que ponía en peligro la amnistía, la inclusión del aceite en la lista de alimentos esenciales con un IVA del 0%, una modificación de la ley de Sociedades de Capital para tratar de facilitar el retorno de las empresas que cambiaron de sede en octubre del 2017 a Catalunya y que el Estado asuma la totalidad de las bonificaciones del transporte público.

Todo después de que los socialistas tuvieran que escuchar un nítido recordatorio de sus socios sobre la forma en que ejercerá su posición de fuerza durante la legislatura, a pesar de la impopularidad que podía despertar no respaldar un decreto que contenía la subida de las pensiones y otras. medidas sociales. 

Sánchez camina sobre una cuerda extremadamente floja que puede quebrarse en cualquier momento. No fue este miércoles, pero puede ser en cualquier momento. La primera en el frente del Gobierno mientras el PP lo goza a pesar de que no se produjo la derrota clamorosa que esperaba.

https://www.eldiario.es/politica/susto-muerte-susto-humillacion_129_10827297.html

Puigdemont triunfa mientras Sánchez resiste al frente del caos

Tal y como advertíamos en nuestro anterior editorial, al PP no le faltaba razón cuando alertaba este martes de las cesiones in extremis que pudiera hacer Sánchez a los golpistas de Puigdemont con tal de sacar adelante los tres decretos leyes que se votaban este miércoles. Y no porque creyéramos, como el PP, que Sánchez finalmente accedería a que se pudiera multar a las empresas que no regresen a Cataluña tras haber huido de ella tras la declaración de independencia de 2017, sino porque nuestro nihilista presidente del gobierno bien era capaz de ofrecerle algo sólo aparentemente menos ilegal y contrario a la libertad de empresa y al libre movimiento de capitales, como sería la bonificación a esas empresas con cargo al contribuyente. También veíamos a Sánchez capaz de erradicar del decreto ley 19 de diciembre todo aquello que molestaba a los de Puigdemont, como era el reconocimiento de algo que era previo y que perdurará mientras España pertenezca a la UE, como es la competencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de suspender actuaciones y procedimientos judiciales si un juez o tribunal español plantea una cuestión prejudicial, al entender que una norma es contraria al derecho comunitario.

Pues bien. Este miércoles, a cambio de que los de Puigdemont no votasen en contra de sus tres decretos leyes, el gobierno no sólo ha accedido a erradicar el articulo 43 bis de la ley de enjuiciamiento civil que venía a introducir el artículo 103 del Decreto de 19 de diciembre de 2023, sino que ha concedido el «impulso» (léase bonificación a cargo del contribuyente) a las empresas que regresen a Cataluña. Es más. Sánchez finalmente ha accedido también a ceder a la Generalidad el control total de las políticas de inmigración, la publicación inmediata de las balanzas fiscales, la asunción total por parte del Estado de las subvenciones al transporte público o el reconocimiento de los «derechos históricos» del régimen local catalán. A cambio, los de Junts, más que abstenerse, se han ausentado de la votación, lo que ha permitido al gobierno salvar, por la mínima y en el ultimo momento, dos de sus tres decretos, los conocidos como «ómnibus» y «plan anticrisis».

Si el gobierno no ha podido sacar adelante también el tercer decreto-ley —el que afectaba al ministerio de Trabajo dirigida por Yolanda Diaz— es porque sus compañeros de Podemos han votado en contra, junto a PP, Vox y UPN, como venganza por el ninguneo al que Sumar les está sometiendo,

Hemos de advertir, no obstante, que el articulo 43.bis de la ley de enjuiciamiento civil, que el gobierno de Sánchez ha accedido a retirar para contentar a Junts, no venía a instaurar sino meramente a reconocer algo que jurídicamente ya estaba, está y seguirá estando establecido como es la capacidad del Tribunal de Justicia de la Unión Europea a la hora de paralizar la aplicación de una ley —incluida una ley de amnistía— si un juez o tribunal español le plantea una cuestión prejudicial al entender que es contraria al derecho comunitario. En este sentido, es radicalmente falso que esta cesión a Junts en la ley de enjuiciamiento civil venga a blindar la aplicación de ley de amnistía frente a lo que pueda dictaminar respecto a ella en el futuro el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Aun así, la retirada de ese artículo, supone una indecente cesión a los golpistas y un innegable triunfo político de Puigdemont por mucho que no sea jurídicamente transcendente.

Otro tanto se puede advertir respecto al decreto impulsado por Yolanda Diaz que no ha podido ser aprobado por la oposición de sus excompañeros de Podemos. Y es que la propia Belarra se ha mostrado dispuesta a renegociar dicho decreto en el Consejo de Ministros y aprobarlo más adelante.

Lo que es evidente es que el más claro vencedor de esta surrealista y caótica votación parlamentaria es Puigdemont, cuyo partido no ha participado en ella, mientras Sánchez aparece como un dirigente sin mayorías ni principios estables, pero capaz de soportar cualquier humillación y de hacer cualquier concesión, con tal de seguir en la poltrona.

https://www.libertaddigital.com/opinion/2024-01-10/editorial-puigdemont-triunfa-mientras-sanchez-resiste-al-frente-del-caos-7085997/

Un comentario en “Entre susto o muerte, fue susto y fue humillación/Puigdemont triunfa mientras Sánchez resiste al frente del caos

  1. Veo las reuniones de políticos en el congreso y recuerdo los días de instituto. Son niños, envejecidos pero niños. Con rencores, fingimientos, amenazas, » postureo «, camarillas, ….. Penoso.

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