Una Luna Llena con una conjunción Venus-Júpiter en Tauro, suena realmente a noches de verano con buena comida, buena música y excelente compañía. Sería difícil imaginarse algo negativo si sólo pensamos en estos dos tradicionalmente reconocidos benéficos. Encontrándose en el signo que nos habla del placer, de disfrutar, como es Tauro, sobre todo el disfrutar de las cosas mundanas, y los sentidos, es difícil imaginarse un escenario negativo. Pero por supuesto, aunque esto es real y una gran posibilidad, nada es tan simple en esta vida y siempre existen las fuerzas opuestas y nosotros, los simples mortales, nadamos en ese mar de corrientes encontradas.
Para esta Luna Llena apenas entrada entre los signos de Sagitario (Luna) y Géminis (Sol), algo nos pide explorar el lado más abierto y curioso de nuestra psique. Sagitario es la energía del optimismo, la aventura, la búsqueda de aquello que nos acerca a nuestra verdad, a nuestros dioses y diosas internos, es decir nuestra fé, nuestra filosofía de vida. Como signo opuesto a Géminis, que busca las interacciones más «light», menos comprometidas, más mundanas, con más variedad y sin seleccionar o analizar estos nuevos encuentros, Sagitario prefiere salir a escalar montañas en solitario y encontrar su Buda interno. Géminis aprende de las opiniones y conocimiento de los comensales en una cena social, y Sagitario prefiere estudiar e investigar en privado. Géminis se inclina por los cursos cortos y variados y Sagitario puede dedicar su vida, a un sólo estudio y si es necesario trasladarse a otras partes del mundo a continuar aprendiendo de otras culturas. Un signo de Fuego y uno de Aire. Una combinación fuertemente mental y optimista.
Por otro lado una extraordinaria combinación cósmica ocurre al mismo tiempo que esta lunación llega a su máxima expresión en la Luna Llena. Venus y Júpiter se unen en conjunción en el grado anarético 29 de Tauro y en un sextil a Neptuno también en el grado anarético de Piscis, signo que rige. Venus y Júpiter además forman una conjunción fuera de signo al Sol y una oposición a la Luna, que se encuentra reforzada por Pallas Athena en los últimos grados de Escorpio. Este famosos grado anarético claramente habla de algo que concluye, muchas son las interpretaciones del mismo. Habiendo nacido en el grado anarético de Capricornio (mi ASC), puedo hablar de mi experiencia y mi «destino» de evocar el resultado de los aspectos negativos y positivos de este signo de la Cabra pero también del salto cuántico a lo nuevo que ello conlleva.
En este momento histórico, cuando todos estamos transitando el grado anarético de Capricornio, ya que Plutón viene entrando en Acuario y retornando a este 29º de Cap, desde hace un par de años y coincidiendo con la conjunción Júpiter-Urano en Tauro, todo sabemos que el advenimiento de la IA, y los chatbots como GPT, nos están introduciendo en esta nueva dimensión de Aire que nos lleva a tomar consciencia de la conclusión de lo Capricornio, de nuestro apego al elemento Tierra y de la absoluta necesidad de adaptarnos a estos nuevos paradigmas y formas de trabajar. Sepas o no de Astrología seguro que sientes esta transición que estamos viviendo.
Esta Luna Llena, de alguna manera, nos confronta con otra despedida que evoca estos importantes finales que los que estamos vivos tenemos la suerte de formar parte. Algo nos pide aprender a buscar en nuestro interior, a aprender a disfrutar de una forma que esté en resonancia con nuestra «nueva» verdad, con nuestro nueva forma de ver la vida y sobre todo la salud. Quizás la forma Tauro de exceso que este Júpiter en tránsito por este signo, nos ha mostrado, está sufriendo una positiva transformación y en este momento comprendemos que el placer y el exceso no tienen porqué ir de la mano. Esta conjunción Venus-Júpiter a 29º de Tauro, nos pide que reflexionemos sobre este aspecto del placer, donde una noche divertida no tiene porqué concluir con una resaca de 3 días. Se puede celebrar sin tanto alcohol y comida, por ejemplo, aprendiendo a encontrar placer en aquello que no nos destruye.
Esto me lleva a pensar en increíbles películas del cine creativo europeo del siglo pasado, como la La Grande Bouffe (en castellano titulada La gran comilona) del director italiano Marco Ferreri, de 1973, quien nació con el Sol y Venus en Tauro, como también El festín de Babette o La fiesta de Babette escrita y dirigida por Gabriel Axel en 1987, esta última hermosa y románticamente contada por el astrólogo Christopher Renstrom en YouTube. Estas son magníficas expresiones de Venus-Júpiter en Tauro, Axel nació con Mercurio en Tauro y con una cuadratura entre Venus en Piscis y Júpiter en Géminis. Ahhh! Las fabulosas coincidencias cósmicas!
Estas conjunción entre Venus y Júpiter, a propósito, no la veremos en el firmamento ya que ocurren cuando estos dos planetas están ocultos por Sol, es decir del otro lado, respecto de nosotros. También forman un extraordinario sextil exacto, con Neptuno en el anarético grado 29º de Piscis. Otro extraordinario final, ya que nadie de los que estamos vivos paseándonos por la superficie de este planeta que llamamos «hogar», volveremos a vivir este pasaje de Neptuno por su propio signo, ni lo hemos vivido antes tampoco, debido a que el precioso planeta azul lleva 165 años en darle la vuelta al Sol. Neptuno va de camino al cambio de signo y conjunción con Saturno a 0º de Aries, algo que no ocurre en este primer signo de Fuego desde 1703. A pesar que este conjunción se forma cada unos 35 años, no siempre es en el mismo signo. La última vez que ocurrió fue en 1989, en Capricornio, cuando caía el muro de Berlín y con ello la Unión Soviética. Pero sobre esto escribiré en un artículo próximo. Lo que sí puedo decir que este sextil entre la conjunción Venus-Júpiter y Neptuno, nos acerca al precipicio de lo nuevo, nos augura otro cambio de paradigma donde lo nuevo tomará forma y tendremos que adaptarnos y sobre todo definir nuevas manifestaciones de nuestra experiencia en esta vida. Tengas la edad que tengas este es un impulso a RE-inventarnos a RE-novarnos y abrirnos a lo nuevo.
Esta Luna Llena, habla de esta transición sobre las viejas formas de encontrar placer, y nos acerca al portal que lentamente se abre a una nueva visión de vida, sin tanta destrucción, sin tantas luchas entre lo «viejo» y lo «nuevo», simplemente ayudándonos a aceptar lo cíclico de nuestra existencia, lo que nos permitirá pasar por estas transiciones sin tanto dolor y muerte. En este momento cuando las noticias sólo reflejan muerte y destrucción, debemos escuchar este llamado a transformar y remodelar nuestras formas. Esto también refleja la lucha entre la Globalización (Sagitario) y el retornar a cada tribu por separado (Tauro). Cuales con los beneficios y lo nocivo de cada postura y qué haremos con ello.
Urano aunque alejado de la conjunción de los dos benéficos, está lo cerca suficiente para ser incluído en es oposición Luna-Pallas a Sol Venus-Júpiter-Urano, lo que por supuesto, nos recuerda que el futuro está aquí y no nos queda otra que responder a ese llamado de RE-novación y aceptación de lo nuevo.
Para esta Luna Llena en Sagitario, Zeus (Júpiter) viene al rescate de Afrodita (Venus) para mostrarle una forma de disfrutar menos mundana y más llena de significado y recordarle que los placeres de la carne, hermosos y mundanos son sólo una parte del Placer. Meditando a orillas del mar o una caminata por un hermoso bosque, puede ser más placentero y significativo además de llenarnos de la magia de conectar con la Diosa en nuestra psique por tanto satisfaciendo el Cuerpo y el Alma a la vez.
La imagen fue hecha por DALLE y mi prompt.