El Niño está detrás de la mayor extinción de la historia

La extinción masiva del Pérmico-Triásico: un cataclismo climático y biológico que casi acaba con la vida en la Tierra

La sequedad extrema fue común en todo el mundo hace 252 millones de añosLa sequedad extrema fue común en todo el mundo hace 252 millones de años

Hace más de 250 millones de años, la Tierra enfrentó una crisis ambiental tan devastadora que casi puso fin a la vida en el planeta. Este evento, conocido como la extinción masiva del Pérmico-Triásico, eliminó alrededor del 90% de las especies marinas y el 70% de las especies terrestres, marcando el inicio de una nueva era geológica y biológica. Un reciente estudio publicado en Science y co-liderado por la Universidad de Bristol y la Universidad de Geociencias de China (Wuhan), ha revelado nuevas claves sobre las causas de este desastre y cómo el rápido cambio climático jugó un papel crucial.

Desde hace tiempo, los científicos han relacionado este evento de extinción con una serie de erupciones volcánicas en lo que hoy conocemos como Siberia. Estas erupciones liberaron grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, lo que provocó un calentamiento global abrupto. Este calentamiento acelerado afectó a los ecosistemas tanto en el mar como en la tierra, y contribuyó a que los océanos se estancaran y los sistemas ecológicos terrestres colapsaran.

Sin embargo, el motivo por el cual la vida en la tierra, incluidas plantas e insectos generalmente resistentes, fue tan afectada seguía siendo un misterio, hasta ahora. El coautor del estudio, el Dr. Alexander Farnsworth, investigador senior de la Universidad de Bristol, explicó que «el calentamiento climático por sí solo no puede causar extinciones tan devastadoras». En cambio, lo que provocó el colapso fue un fenómeno mucho más complejo.

La Tierra experimentó eventos mucho más intensos y prolongados de El Niño durante el Pérmico-Triásico

Estamos al borde de una gran extinción
Estamos al borde de una gran extinción

Mega-El Niños: el verdadero detonante del desastre

La investigación descubrió que el aumento del CO2 no solo hizo que el planeta se calentara, sino que también incrementó la variabilidad climática. Esto significa que el clima se volvió más impredecible y extremo, lo que dificultó la capacidad de adaptación de las especies. A través del análisis de los isótopos de oxígeno en fósiles de conodontos, pequeños organismos marinos extintos, los investigadores identificaron un colapso en los gradientes de temperatura, especialmente en las latitudes bajas y medias.

El Dr. Farnsworth utilizó modelos climáticos avanzados para demostrar que el planeta experimentó eventos mucho más intensos y prolongados de El Niño durante esta época. Estos «mega-El Niños» no solo provocaron sequías devastadoras, sino también inundaciones extremas, lo que creó un entorno casi imposible para la supervivencia de la vida terrestre. «El clima estaba por todas partes, lo que dificultaba la adaptación de cualquier especie», comentó el profesor Paul Wignall, coautor del estudio.

Además de la inestabilidad climática, la Tierra quedó atrapada en un ciclo de destrucción. Los incendios forestales se hicieron comunes, alimentados por las prolongadas sequías, lo que contribuyó a la abundante cantidad de carbón encontrada en las capas rocosas de esa época. “La Tierra estaba en crisis. La tierra se quemaba y los océanos se estancaban. No había refugio», señaló el profesor David Bond, paleontólogo de la Universidad de Hull y coautor del estudio.

Temperatura durante el pico de calor de la extinción del Pérmico Triásico
Temperatura durante el pico de calor de la extinción del Pérmico Triásico

Un aspecto clave que este estudio aclara es por qué la extinción en tierra firme ocurrió antes que en los océanos. Según el Dr. Yadong Sun, de la Universidad de Geociencias de China, los «mega-El Niños» hicieron que las temperaturas en tierra superaran la tolerancia térmica de muchas especies terrestres, lo que causó su extinción mucho antes de que los ecosistemas marinos sufrieran el mismo destino.

Lecciones para el presente

El calentamiento global es una preocupación actual que recuerda en parte a lo que ocurrió durante la crisis del Pérmico-Triásico. En los últimos años, hemos visto eventos de El Niño que han generado fenómenos meteorológicos extremos, como la ola de calor de junio de 2024 en América del Norte, cuando las temperaturas fueron 15°C más altas de lo normal. Aunque estos eventos actuales son transitorios y suelen durar uno o dos años, durante la extinción del Pérmico-Triásico, El Niño persistió durante una década, exacerbando las condiciones climáticas extremas.

Este estudio nos ofrece una advertencia clara: el problema del calentamiento global no es solo el aumento de las temperaturas, sino la creciente variabilidad climática que acompaña este calentamiento. Las especies, incluida la humanidad, podrían enfrentar dificultades para adaptarse a un clima cada vez más errático y extremo.

Dinosaurio volador
Dinosaurio volador

A pesar de la magnitud de esta extinción, la vida en la Tierra no desapareció por completo. Algunas especies lograron sobrevivir, allanando el camino para la aparición de nuevas formas de vida. La extinción del Pérmico-Triásico marcó el fin de muchas especies, pero también permitió el surgimiento de los dinosaurios como la especie dominante en la era siguiente. Este patrón de extinciones masivas, aunque devastador, es parte del ciclo evolutivo de la Tierra, y nos recuerda que, tras cada gran crisis, surge una nueva oportunidad para la vida.

Este estudio no solo resuelve antiguos misterios sobre la mayor extinción masiva en la historia de la Tierra, sino que también nos invita a reflexionar sobre nuestro propio futuro en un mundo cada vez más afectado por el cambio climático.

https://www.espaciomisterio.com/ciencia/nino-esta-detras-mayor-extincion-historia_58808

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