Elon Musk, a los 53 años, está construyendo lo que parece ser un complejo familiar poco convencional en Austin, Texas. Esta propiedad, que incluye al menos tres casas y tuvo un costo aproximado de $35 millones, forma parte del deseo de Musk de establecer un lugar central donde sus hijos, sus madres y potencialmente familiares adicionales puedan estar más cerca unos de otros. En este complejo viven tres madres de los 11 hijos de Musk, con diferentes niveles de participación. Shivon Zilis, ejecutiva de Neuralink, una empresa de Musk, reside en una de las casas con sus dos hijos gemelos. Por otro lado, Claire Boucher, conocida como Grimes y madre de tres de sus hijos, está inmersa en batallas legales y actualmente no vive en el complejo. Su primera esposa, Justine Musk, con quien tiene cinco hijos, también forma parte de esta red familiar extendida, aunque se ha informado que la relación con algunos de esos hijos ha sido tensa.
La intención de Musk de mantener a su familia cerca está profundamente ligada a sus opiniones sobre la disminución de la población, la cual considera una amenaza significativa para la humanidad. Durante años, ha expresado su preocupación por la caída de la tasa de natalidad a nivel mundial, y recientemente, su fundación donó $10 millones a la Universidad de Texas para investigar la fertilidad y las tendencias demográficas. Musk suele expresar sus puntos de vista sobre este tema en su plataforma de redes sociales, X, alentando a otros a tener más hijos. Su enfoque único de este complejo familiar parece alinearse con su misión autoimpuesta de abordar esta crisis poblacional percibida.
Inicialmente, Musk tenía la intención de construir este complejo en un gran terreno cerca de la sede de Tesla en Austin, aunque complicaciones legales con el Departamento de Justicia detuvieron esos planes. Eventualmente, comenzó a adquirir propiedades adyacentes en una zona más céntrica, ofreciendo precios significativamente por encima del valor de mercado y requiriendo acuerdos de confidencialidad a algunos vendedores.
Este arreglo, impulsado tanto por motivaciones prácticas como filosóficas, destaca el deseo de Musk de mantener a su familia integrada mientras persigue una campaña personal y pública para fomentar tasas de natalidad más altas. Esto refleja su enfoque grandioso tanto para su vida personal como para temas sociales, buscando expandir su familia e impactar potencialmente las tendencias demográficas en una escala mayor.
Elon Musk ha tomado un papel destacado en la promoción de un crecimiento poblacional global. Su interés no solo es un asunto personal, sino una extensión de sus preocupaciones más amplias sobre el futuro de la humanidad. Musk, quien se ha descrito como alarmado por la caída de las tasas de natalidad, considera esta tendencia un riesgo existencial y ha expresado abiertamente que una baja natalidad podría amenazar la sostenibilidad de la civilización. A través de su influencia, tanto económica como cultural, Musk ha instado a otros a tener más hijos y ha financiado investigaciones para comprender mejor las tendencias de fertilidad y demografía, buscando contrarrestar lo que él ve como un problema global.
Este interés por expandir la población coincide con su respaldo a la campaña de Donald J. Trump, ahora presidente electo, lo que le da un alcance aún mayor. Musk, como uno de los hombres más ricos y poderosos del mundo, y al mismo tiempo uno de los principales patrocinadores de Trump, está en una posición única para influir en la política y en el discurso público. Esta influencia puede darle un espacio significativo para promover su visión de un crecimiento poblacional necesario y ejercer presión para implementar políticas que fomenten la natalidad, integrando su perspectiva sobre la sostenibilidad y la preservación de la humanidad en la política del país y potencialmente del mundo.
Imagen: The Real Deal