- El tribunal ruso impuso la multa, que se duplica cada semana, tras las demandas de varios canales de televisión rusos bloqueados en YouTube.
- Las tensiones entre Rusia y las grandes empresas de tecnología son más que visibles.
Un tribunal ruso ha impuesto a Google una sanción sin precedentes: una multa de 20 billones de dólares (20.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 dólares) que debe pagar a más de una docena de canales de televisión cuya programación la empresa tecnológica bloqueó en YouTube.
Este número, extraordinariamente alto, llama la atención a nivel mundial, pues excede en gran medida la riqueza total global y las capacidades financieras de cualquier empresa o país.
La sanción, emitida por el tribunal ruso, plantea interrogantes sobre el objetivo y los efectos reales de esta medida, ya que la cifra es completamente inalcanzable en términos prácticos.
Contexto
La multa se ha ido acumulando desde 2020, cuando los medios rusos Tsargrad TV y RIA FAN demandaron a Google por bloquear su contenido, según informa Novaya Gazeta. Desde entonces, la sanción ha seguido aumentando, ya que otros 15 canales, incluyendo redes respaldadas por el Kremlin, ganaron demandas contra Google.
Además, en los últimos años, Rusia ha incrementado su control sobre las empresas tecnológicas extranjeras, obligando a que cumplan estrictamente con sus leyes de censura y privacidad de datos. En varias ocasiones, el gobierno ruso ha requerido la eliminación de contenidos y la localización de los datos de los usuarios rusos en servidores dentro del país.
La deuda sigue creciendo
La agencia ucraniana de noticias RBC-Ukraine informó que la multa se irá duplicando cada semana que Google no la pague. Pero teniendo en cuenta la alta cantidad a la que asciende la cifra y que Google lleva años sin pagar la multa, es poco probable que decida hacerlo ahora, lo que podría acabar en una multa imposible de superar a lo largo de la historia.
Hasta el momento, Google no ha emitido un comunicado oficial sobre esta última multa. Puede ser que este tipo de medidas excesivas tengan como objetivo enviar un mensaje firme a las empresas tecnológicas extranjeras para que cumplan con las normas locales, aunque en este caso, la cantidad resulta prácticamente imposible de pagar.
Este evento subraya el contexto de tensión entre Rusia y las grandes empresas de tecnología, especialmente en lo que respecta a la libertad de información, la privacidad de los usuarios y la soberanía digital.