Si la información en nuestro cuerpo, y no la materia, es lo que realmente define la vida, entonces la teletransportación humana podría ser posible con los avances adecuados en física cuántica. Pero hay un problema: el proceso destruiría tu cuerpo original, dejando únicamente una copia.
Si podemos mover partículas de luz y electrones de un punto A a un punto B de forma instantánea, ¿podríamos teletransportar átomos completos, moléculas, células vivas e incluso a algún valiente sujeto humano? Y quizás, más importante aún, incluso si encontramos una manera de teletransportar humanos completos… ¿deberíamos hacerlo?Crédito: MysteryPlanet.com.ar.
En 1993, un equipo de IBM sorprendió al mundo al demostrar que la teletransportación, al menos a nivel cuántico, era posible. Publicaron un artículo en Physical Review Letters describiendo cómo se podía teletransportar el estado cuántico de una partícula, no la partícula en sí.
Cinco años después, científicos del Instituto de Tecnología de California y la Universidad de Gales lograron teletransportar un fotón a través de un metro de cable coaxial. Desde entonces, los avances en esta área han transformado un concepto de ciencia ficción en una posibilidad científica.
¿Qué es la teletransportación cuántica?
A diferencia de la teletransportación imaginada en la ciencia ficción, no implica mover físicamente materia de un lugar a otro. En cambio, se basa en la transferencia de información cuántica utilizando el fenómeno del entrelazamiento cuántico. Este fenómeno ocurre cuando dos partículas están tan interconectadas que el estado de una afecta instantáneamente al estado de la otra, sin importar la distancia entre ellas. Einstein lo describió como «una acción fantasmal a distancia».
En los experimentos más recientes, los científicos han logrado teletransportar electrones y fotones, abriendo la puerta a posibilidades más complejas, como la transferencia de átomos, moléculas e incluso células vivas. Pero, ¿es realmente posible teletransportar a un ser humano?
El desafío de teletransportar un cuerpo humano
La teletransportación humana enfrenta desafíos enormes. El cuerpo humano está compuesto por aproximadamente 10^27 átomos, cada uno con su propio estado cuántico. Reproducir cada estado con absoluta precisión es un problema titánico, incluso para los ordenadores cuánticos más avanzados.
La computación cuántica, basada en qubits que pueden existir en múltiples estados simultáneamente, promete la capacidad de procesar cantidades masivas de datos a una velocidad incomparable. Sin embargo, la incertidumbre inherente a estos sistemas impide una fidelidad del 100 % en la transferencia de información cuántica. Esto significa que una copia teletransportada de una persona podría llegar con errores significativos, desde cambios de personalidad hasta consecuencias más graves.
Avances notables en teletransportación
Desde los primeros experimentos en la década de 1990 (mencionados más arriba), se han logrado hitos impresionantes. En 2002, investigadores lograron teletransportar partículas entrelazadas sin conexión física directa. En 2012, se logró teletransportar fotones entre islas en las Canarias a través del aire, un logro más cercano a la teletransportación «sin cables» que imaginamos. En 2016, científicos en Canadá teletransportaron un fotón a través de seis kilómetros de fibra óptica. Un año después, un equipo en China envió un fotón desde la Tierra a un satélite a 1.200 kilómetros de distancia.
Montaje óptico que genera fotones entrelazados para demostraciones públicas y educación. Un haz de láser azul atraviesa un cristal que convierte un fotón azul en dos fotones infrarrojos entrelazados (simulados en la foto por líneas láser visibles de color rojo). Un montaje similar, aunque mucho más complejo, se utilizó en 2012 en el telescopio Jacobus Kapteyn en La Palma para generar pares de fotones entrelazados en el experimento de teletransportación. Crédito: IQOQI Viena, Academia Austríaca de Ciencias.
Entonces, ¿qué nos detiene de convertir en realidad lo que hemos visto en series de ficción como Star Trek?
El principal obstáculo, podría decirse, es la destrucción del estado original. Al aplicar el estado cuántico a una partícula entrelazada, el estado original colapsa y se pierde. Esto plantea preguntas éticas y filosóficas: si al teletransportarte tu cuerpo original se destruye y solo queda una copia, ¿sería realmente «tú»? Según el físico John Clauser, ganador del Nobel de Física en 2022, esto podría ser equivalente a morir y ser reemplazado por un clon.
Un futuro con muchas cuestiones éticas
Aunque la teletransportación humana está lejos de ser una realidad, los avances en computación cuántica y entrelazamiento están transformando nuestro entendimiento del universo. En el futuro, podríamos ver aplicaciones prácticas en el transporte de información y materiales a nivel cuántico, lo que revolucionaría tecnologías como la criptografía y la comunicación.
Los átomos dentro de ti son los mismos que se encuentran en una roca; la única diferencia radica en el número y la disposición de las partículas (información), lo cual determina cómo interactúan químicamente. Crédito: MysteryPlanet.com.ar.
La teletransportación humana sigue siendo un sueño fasci
¿Teletransportación humana? Los avances cuánticos que podrían hacerla realidad
nante, pero lleno de incertidumbres. Quizás, algún día, la humanidad encuentre una forma segura de desafiar las leyes de la física y materializar lo que hoy parece imposible. Hasta entonces, la pregunta no solo es si podremos hacerlo, sino si deberíamos.
Fuente: PM. Edición: MP.
» Los átomos dentro de ti son los mismos que se encuentran en una roca; »
Cierto.
» la única diferencia radica en el número y la disposición de las partículas (información), lo cual determina cómo interactúan químicamente. »
Erróneo.
Un ser vivo es sustancial y definitivamente diferente de una roca. Cualquier ser vivo posee emociones, que existen y están presentes en él en todo momento, una roca no. Y las emociones están en permanente cambio.
Llevar una carretilla cargada de ladrillos de una calle a otra no modifica sustancialmente a éstos, pero el operario que va empujando dicha carretilla es bastante diferente cuando llega a la segunda calle a como era en la primera cuando comenzó el desplazamiento.
Por no mencionar que en caso de que algo saliera mal, se trataría de un proceso irreversible, lo que implicaría la muerte del individuo.
No todo lo que podemos imaginar se puede realizar.