El difícil equilibrio entre los pescadores y el mar: “¿Quién puede mantener a la familia trabajando siete meses al año?”

Las medidas de Bruselas para reducir el impacto medioambiental de la pesca de arrastre han despertado las quejas del sector. “No sé si existe un equilibrio perfecto entre la sostenibilidad de la biodiversidad y la pesca”, comenta Rafael Quintana, pescador y doctor en Geomorfología Marina y Sedimentos
Rafel Quintana, hijo de pescadores y doctor en Geomorfología Marina y Sedimentos, trabajador de Sa Llotja.

Esta mañana, sobre las góndolas del viejo ‘Mercat del Peix’ de Maó no hay pescado, y no es solo porque hace años que el espacio fue parcialmente convertido en una feria gastronómica estacional para turistas, sino porque las capturas escasean. La flota de Menorca está de huelga, en sintonía con el paro general de dos días convocado por la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores que ha detenido sus barcas en todo el litoral español para protestar contra la última medida impulsada por la Comisión Europea, que buscaba limitar los días de pesca de arrastre en el Mediterráneo un 79%. De haberse aplicado esta medida, finalmente matizada por Bruselas, los días permitidos para faenar pasarían de 130 días al año a solo 27, lo que según los pescadores sería “materialmente imposible de sostener” y muchos deberían cerrar sus puertas. En Sa Llotja, el Mercat y en otras pescaderías de proximidad muchos vecinos se preguntaban qué sería de sus cenas navideñas, mientras en el Puerto de Maó, Fornells y Ciutadella los trabajadores se preguntaban qué sería de sus familias. 

En los amarres de poniente del Puerto de Maó las cuatro barcas autorizadas para la pesca de arrastre en el levante de Menorca esperaban el resultado de las negociaciones entre representantes del gremio, el Ministerio de Agricultura y Pesca y el equipo del Comisario de Pesca de la Comisión Europea, Costas Kadis, que discurría en Bruselas en las primeras horas del martes 10 de diciembre. Según el propio ministro español, Luis Planas, fue una “negociación de infarto” y el acuerdo, que se firmó de madrugada, permitirá mantener los 130 días de pesca que actualmente están permitidos, siempre y cuando se implementen una serie de modificaciones y cambios que hagan “más sostenible” este tipo de pesca.

“Lo que nos dicen es que cuantas más modificaciones y transformaciones se implementen, más días de pesca tendremos habilitados. Sin modificaciones, la restricción del 79% se mantiene. Ahora bien, si se implementa, por ejemplo, el uso de redes de mayor diámetro para permitir que la captura más joven se libere y así facilitar la regeneración de las especies como la gamba y la merluza, entonces esa embarcación tendrá permitidos más días de faena”, explica en diálogo con elDiario.es Gabriel Morro, presidente de la Cofradía de Pescadores de Menorca.

Otras medidas contempladas dentro de esta nueva normativa incluye, según han revelado fuentes de la Cofradía, ampliar las vedas continuadas en zonas de 100 a 500 metros de profundidad de mayo a septiembre y una veda de cuatro semanas continuadas de mayo a octubre –en plena temporada de verano–, además de la prohibición permanente –hasta ahora esta veda era de un mes al año– de pescar en profundidades entre 100 y 800 metros para embarcaciones con el método de “puertas voladoras”. “Si nos acogemos a toda esta normativa, cambiamos las artes de pesca y cumplimos a pies juntillas, nos quedan algo menos de siete meses de trabajo al año. ¿Tú puedes mantener a tu familia con siete meses de trabajo al año?” pregunta Abdul, un pescador magrebí que lleva años afincado en Menorca y trabaja en una de las barcas de arrastre de Maó.

El propio comisario Costas Kadis confirmó que el “método de compensación” de suma de días de faena por embarcación busca “incentivar prácticas sostenibles destinadas a proteger a los alevines de determinadas especies e incrementar la selectividad” a la hora de la pesca. Asimismo, las embarcaciones que quieran beneficiarse del “incremento sustancial” de días que ofrece la Comisión Europea deberán incorporar “innovaciones tecnológicas” como las “redes pelágicas”, cuyo método de funcionamiento evita el “arrastre” y protege el lecho marino.

Por su parte, desde la Cofradía no se muestran entusiasmados con estas propuestas. “Hay algunos pescadores que ya usan ese tipo de redes aquí”, explica Morro y duda de si efectivamente aquellos que no las usan estarán dispuestos a implementarlas. “Es una inversión de muchos miles de euros sin ningún tipo de ayuda ni de garantía de que, en dos o tres años, no volveremos a tener el mismo debate”. Por su parte, desde el ministerio de Agricultura y Pesca sostienen que aquellos pescadores que lo necesiten podrán acceder al Fondo Europeo Marítimo para financiar esta “transición azul”. Consultado sobre qué sucederá con aquellos pescadores que no puedan, quieran o sepan adaptarse a la nueva normativa, Gabriel Morro es taxativo: “Lamentablemente, van a desaparecer”.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, más del 75% de las especies en el Mediterráneo están sobreexplotadas. En su informe sobre el Mediterráneo de 2023, el organismo señala que la pesca de arrastre es en gran medida responsable de la muerte de peces y mariscos juveniles, lo que afecta su capacidad de reproducirse y pone en riesgo las futuras poblaciones. Además, una de las consecuencias menos visibles, pero más preocupantes de la pesca de arrastre es su contribución al calentamiento global, ya que el lecho marino no es solamente hogar de múltiples especies, sino también depósito natural de carbono, que al verse liberado por las redes puede contribuir a acidificar el mar y a elevar la temperatura de los océanos, según señala un informe de la ONG Oceana.

‘Not all’ arrastreros…

“Mira, lo poco que hay para vender ni siquiera es de aquí. Excepto el cap roig [cabracho], el resto es pescado de fuera”, señala M. J., blandiendo su cuchillo de pescadera frente a una góndola casi vacía en Sa Llotja, probablemente la pescadería de proximidad más grande de Maó, ubicada apenas a tres metros de los amarres de las barcas de arrastre y donde yacen inertes y lánguidos, dos rapes y una merluza de ojos tristes. Rafael Quintana es hijo de ‘Pito’ Quintana, un pescador veterano, miembro de la Cofradía y patrón de uno de los arrastreros con asiento en Maó. Estudió Ciencias de la Tierra en Palma y tiene un doctorado en Geomorfología Marina y Sedimentos por la Universidad de Bretaña. “Antes de la crisis de 2008 fui becado por el CSIC para hacer control de los bancos de posidonia oceánica, algas invasoras y seguimiento de especies vulnerables a la pesca”, cuenta en diálogo con elDiario.es y señala que “no existe impacto cero” en el mundo del mar. “No sé si existe un equilibrio perfecto entre la sostenibilidad de la biodiversidad y la pesca. Está claro que no hay impacto cero y está todavía más claro que faenar 27 días al año es totalmente inviable para la industria y ni siquiera han expuesto con claridad los fundamentos científicos con los que pretenden clausurar la industria pesquera”, explica.

No sé si existe un equilibrio perfecto entre la sostenibilidad de la biodiversidad y la pesca. Está claro que no hay impacto cero y está todavía más claro que faenar 27 días al año es totalmente inviable para la industria y ni siquiera han expuesto con claridad los fundamentos científicos con los que pretenden clausurar la industria pesquera

Rafael Quintana — Pescador y doctor en Geomorfología Marina y Sedimentos por la Universidad de Bretaña

Rafael cuenta sus últimos días en Sa Llotja cargando y descargando pescado, aunque su retiro del gremio no tiene que ver con decisiones de orden ambiental, sino personal. “Un cambio de rumbo”, explica mientras firma sus últimos albaranes. Sobre las medidas para moderar el impacto ambiental de los arrastreros se muestra parcialmente optimista. “Me parece bien, pero no se puede aplicar la misma normativa a todos los lugares por igual, como si todo fuera lo mismo. De hecho, ya hay lugares como Palamós o algunos puertos de Mallorca donde se utilizan artes de pesca cuyo impacto sobre la población joven de las capturas es muy reducido. En todo caso, más allá de las innovaciones que buscan reducir lo que llamamos el Índice de Mortalidad por Pesca, lo que es seguro es que ningún patrón querrá invertir veinte o treinta mil euros en cambiar sus artes o renovar su flota, si cada dos años te cambian las reglas del juego”, explica.

Según cuenta Quintana, en Menorca las barcas de arrastre habilitadas para la pesca son siete. Tres funcionan en el puerto de Ciutadella y cuatro en el muelle de poniente del Puerto de Maó. Entre todas abastecen aproximadamente el 80% de las pescaderías de proximidad de la isla, por lo que, si se aplicara la restricción del 79% propuesta por la UE a toda la flota, Menorca se quedaría sin captura de, por ejemplo, salmonetes, picarel, pescadilla, gambas rojas, bacaladilla, faneca, pez raya, pez de sopa, cap roig e incluso de pulpo y calamares, ya que las embarcaciones de artes menores no capturan ese tipo de pescados y mariscos.

Me parece bien las medidas, pero no se puede aplicar la misma normativa a todos los lugares por igual, como si todo fuera lo mismo. De hecho, ya hay lugares como Palamós donde se utilizan artes de pesca cuyo impacto sobre la población joven de las capturas es muy reducido. Ningún patrón querrá invertir veinte o treinta mil euros en cambiar sus artes o renovar su flota, si cada dos años te cambian las reglas del juego

Rafael Quintana — Pescador y doctor en Geomorfología Marina y Sedimentos por la Universidad de Bretaña

En este sentido, y a pesar de que no les afecta directamente, los pescadores tradicionales de Menorca también se han sumado estos días a la huelga. “No es solamente que afecte a quienes dependen directamente de los arrastreros –cada barco tiene cinco pescadores y un redero–, es que si cierra algún patrón también se verán afectadas las pescaderías por falta de género y, si cierran pescaderías, también se verán afectados los pescadores de artes menores y pesca tradicional, que son pocos, pero todavía existen. ¿Dónde venderán su captura estos pescadores? Solo con artes menores no se sostiene una Lonja o una Cofradía. La medida nos afecta en distinta medida a todos”, insiste Quintana.

Los matices de una economía regional

Aunque la medida impulsada por la CE es uniforme para todos los barcos arrastreros de países miembros de la UE –con variaciones porcentuales de días de faena en función de la zona–, desde la entidad ecologista GOB Menorca señalan que es importante trabajar en “medidas de compensación” y, en sintonía con lo planteado por Rafel Quintana, subrayan la importancia de “tener en cuenta las consecuencias socioeconómicas” de la nueva normativa en un territorio con tantas particularidades como Menorca. Es decir, discriminar la aplicación de las medidas en función del impacto económico, ecológico y social en cada lugar.

“Nosotros no defendemos la pesca de arrastre como tal, es una pesca muy agresiva para el medio marino y poco selectiva. No obstante, coincidimos con otras entidades que la medida de reducción de días de trabajo que se propuso desde la UE para 2025 es demasiado drástica y no tiene en cuenta las consecuencias socioeconómicas. Es decir, no defendemos la pesca de arrastre, pero no estamos de acuerdo con la reducción propuesta por la UE”, señala Víctor Carretero, coordinador de Medio Marino del GOB, a elDiario.es. Asimismo, Carretero subraya la importancia del trabajo coordinado entre científicos, administración y pescadores.

No defendemos la pesca de arrastre como tal, es muy agresiva para el medio marino y poco selectiva. No obstante, la medida de reducción de días de trabajo que se propuso desde la UE para 2025 es demasiado drástica y no tiene en cuenta las consecuencias socioeconómicas. No defendemos la pesca de arrastre, pero no estamos de acuerdo con la reducción propuesta por la UE

Víctor Carretero — GOB Menora

“No conocemos en detalle el acuerdo aprobado, pero condicionar el aumento de los días de trabajo a unos mecanismos de compensación –que habrá que estudiar– parece una buena solución”, subraya. Por último, insiste en que desde el GOB también “se está trabajando” para consensuar con el sector de la pesca profesional y el científico el aumento de zonas marinas de alta protección en Menorca. “Es una medida que ha demostrado ser muy efectiva para proteger a los ecosistemas marinos y limitar o paliar los posibles efectos de la sobreexplotación o de la pesca de arrastre”, comenta.

https://www.eldiario.es/illes-balears/sociedad/dificil-equilibrio-pescadores-mar-mantener-familia-trabajando-siete-meses-ano_1_11897056.html

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