La Luna entra en Géminis el viernes 13 de Diciembre, 17:22 hora Universal, las 18:22 para España pero no se forma exactamente llena hasta el Domingo 15, a las 9h:22min hora Universal. Inicia su recorrido por el signo de los gemelos en un trígono a Plutón para lanzarse a un fin de semana con energía Mercuriana bastante excesiva, justo cuando este pequeño planeta se alenta para estacionarse directo y concluir su «moon walk» o marcha retrógrada; alineándose con Júpiter también en Géminis el sábado 14, pero claro está, activando la cuadratura Júpiter-Saturno activa casi exactamente en este momento.
Todo un enjambre de impulso frenético hacia la interlocución, quizás con una excesiva necesidad de comunicación, cargada de situaciones que de alguna manera exasperan a aquellos y aquellas que se rinden a las órdenes de Hermes. No todas las conversaciones comunican. Muchas de ellas tienen el efecto contrario: evitar la verdadera comunicación. El travieso Hermes forma un trígono a Marte retrógrado desde el 6 de Diciembre a 6º Leo. Esta combinación puede exasperar aún más a un Mercurio en Sagitario, regente de esta Luna en Géminis, convencido de estar en posesión de la Verdad o por lo menos en la desesperada búsqueda de ella. Esta es una combinación bombástica que puede exasperar a muchos interlocutores y lo que comenzó con un genuino interés en echar lazos y compartir ideas, puede concluir en fogozas discusiones mayormente impartidas por quien posea la más sagaz verborrea.
Saturno en su cuadratura a Júpiter siente la tentación de poner orden al desborde, pero Lilith en Libra se pasea de la mano de Vesta, dos vírgenes difíciles de convencer con el sin sentido y se oponen a la inminente conjunción Kirón-Eris en Aries, lo que puede agregar leña al fuego. Sólo las almas más elevadas podrán frenar el impulso «querer ganar» o «tener razón».
Tanto el Sol y la Luna sentados cara a cara a los 24º de Géminis-Sagitario forma un T-cuadrada con Neptuno a 27º Piscis, por tanto la tentación Dionisia al escape y el olvido es ensordecedora. Neptuno tararea una canción de cuna de mareas distantes, disolviendo certezas en oscuros mares de asombro. Los recuerdos flotan como barcos de papel en un océano sin fin, que evocan sueños no contados, mientras las preguntas se elevan llevando promesas de significado—siempre fuera de alcance. La razón vacila, rindiéndose a la desmemoria: un olvido sagrado que engendra nuevos mitos, donde las historias no se escriben con respuestas, sino con el aliento de miles de preguntas.
Venus alejándose de Plutón y de Ceres, con convicción y deseo de libertad se encamina hacia Chariclo, la bella y paciente esposa de Kirón que le susurra palabras de aliento y sabiduría, sugiriendo que a veces es simplemente mejor, caminar al lado de alguien sin caer en la tentación de expresar sin sentido. En silencio, paso a paso. Simplemente disfrutando la proximidad.
Donde tengas el grado 24 de Sagitario-Géminis o los signos envueltos en la cruz mutable es decir también Piscis y Virgo, es donde deberás hacer el ejercicio de la Templanza y la Escucha.