Imagina una nave donde tú, tus hijos, nietos y bisnietos vivan y prosperen mientras atraviesan el vasto vacío del espacio rumbo a un destino a años luz de distancia. Ahora, un concurso busca hacer realidad ese sueño, diseñando la nave generacional definitiva.
Crédito: Project Hyperion.
El sueño de explorar el espacio profundo y establecer colonias en otros planetas ha inspirado a la humanidad durante generaciones. Con el descubrimiento de miles de exoplanetas en nuestra galaxia (5.787 confirmados hasta ahora), esta aspiración ha trascendido la ciencia ficción para convertirse en un campo de estudio científico. Sin embargo, alcanzar otro sistema estelar plantea desafíos monumentales, desde la tecnología de propulsión hasta la sustentabilidad de las tripulaciones durante siglos.
Por ejemplo, existen dos vías principales para enviar misiones tripuladas a exoplanetas
Propulsión avanzada: sistemas capaces de alcanzar velocidades relativistas (fracción significativa de la velocidad de la luz).
Naves generacionales: grandes vehículos autosuficientes donde múltiples generaciones vivirían durante el trayecto.
El Proyecto Hiperión, una iniciativa interdisciplinaria que incluye arquitectos, ingenieros, antropólogos y urbanistas, ha lanzado una competencia internacional para diseñar la segunda opción utilizando tecnologías actuales o cercanas al futuro. Patrocinada por la Initiative for Interstellar Studies (i4is), la competencia busca ideas innovadoras y otorgará premios de $10.000 USD en total.
Naves generacionales: Concepto y desafíos
A diferencia de sondas rápidas como Breakthrough Starshot, diseñadas para recolectar datos científicos, las naves generacionales deben garantizar la supervivencia y el bienestar de sus tripulantes durante trayectos que podrían durar siglos o milenios.
Dichas naves deberán ser autosuficientes, capaces de cultivar alimentos, reciclar recursos esenciales y albergar a cientos o miles de personas mientras preservan la diversidad genética y cultural. Para ello, dependerán de tecnologías bioregenerativas avanzadas que garanticen el suministro continuo de aire, agua y alimentos.
Nave interestelar en la película ‘Pasajeros’ (2016).
Históricamente, pioneros como Robert H. Goddard y Konstantin Tsiolkovsky imaginaron estas «arcas interestelares» como refugios autosustentables para cuando la Tierra se volviera inhabitable. Más recientemente, conceptos como el Enzmann Starship propusieron diseños detallados con sistemas de propulsión basados en fusión nuclear. Estudios recientes, como los de Frederic Marin, han explorado la viabilidad de mantener poblaciones saludables y genéticamente diversas en estas naves.
La competencia del Proyecto Hiperión
La competencia, abierta hasta el 15 de diciembre de 2024, invita a equipos multidisciplinarios a diseñar una nave generacional que:
Tenga capacidad para 1.000 personas (+/- 500) durante un viaje de 250 años.
Posea gravedad artificial y protección contra radiación cósmica y micrometeoritos.
Incorpore hábitats adaptables y sistemas que equilibren tecnología y sostenibilidad cultural.
El diseño también debe abordar aspectos sociales y psicológicos únicos de una población aislada durante siglos. Se considera inevitable cierta pérdida de conocimientos y cultura, por lo que se busca anticipar y mitigar estos desafíos. Por esta razón, se recomienda que los equipos participantes cuenten con al menos un arquitecto, un ingeniero y un científico social para garantizar un enfoque integral.
El nombre del proyecto tiene una conexión directa con la mitología griega, ya que Hiperión es uno de los Titanes, hijos de Urano (el Cielo) y Gea (la Tierra). Hiperión es conocido como el titán de la observación y la luz celestial, y es el padre de Helios (el Sol), Selene (la Luna) y Eos (la Aurora). En el contexto del proyecto, el nombre simboliza exploración, grandeza y conexión con los astros, reflejando la aspiración de llevar a la humanidad más allá de los límites conocidos, hacia otras estrellas. Imagen: Representación de los Titanes, por Gustave Doré.
Inspiración y aprendizajes para la Tierra
La exploración espacial no solo busca soluciones para el futuro interestelar, sino que también genera avances aplicables a problemas terrestres. Proyectos como Biosfera 2 han investigado ecosistemas cerrados que podrían ser replicados en naves generacionales, al tiempo que ofrecen lecciones sobre sostenibilidad para la humanidad.
Biosfera 2 es una estructura de 1.27 hectáreas construida originalmente para formar un ecosistema artificial cerrado en Oracle, Arizona (EE.UU.) por Space Biosphere Ventures. Actualmente, es operada por la Universidad de Arizona.
Las tecnologías desarrolladas para estos fines podrían ayudar a enfrentar desafíos globales como el cambio climático, la escasez de recursos y el crecimiento demográfico. Como señala el arquitecto Yazgi Demirbas Pech, «pensar más allá de la Tierra puede ofrecer valiosas perspectivas para mejorar la vida en nuestro “planeta nave espacial”».
Detalles del concurso
Registro: hasta el 15 de diciembre de 2024.
Resultados: los ganadores serán anunciados el 2 de junio de 2025.
Premios: $5.000 USD para el primer lugar, $3.000 para el segundo y $2.000 para el tercero.
Para más información, los interesados pueden visitar la página del Proyecto Hiperión o contactar al equipo organizador. Este concurso no solo representa un paso hacia los viajes interestelares, sino también una oportunidad para repensar el futuro de la humanidad, tanto en las estrellas como en la Tierra.
Fuente: UT. Edición: MP.
Proyecto Hiperión: Generaciones de humanos viviendo en una nave interestelar