Los ojos son la ventana del alma, o al menos de la mente, según el nuevo estudio publicado en Perspectives on Psychological Science. La medición del diámetro de la pupila, esa parte del ojo que cambia de tamaño para dejar entrar más luz, puede mostrar a lo que una persona está prestando atención. La pupilometría, como se la llama, ha sido utilizada en la psicología social, psicología clínica, en humanos, animales, niños, bebés, y debería utilizarse más, según comentan los autores.
La pupila es muy conocida por cambiar su tamaño por reacción a la luz. En un cuarto oscuro, las pupilas se amplían para dejar pasar más luz, y en cuanto se sale a la luz del sol, se reducen. Esto protege a la retina que está en la parte posterior del ojo de verse abrumada por la luz brillante. Algo similar ocurre con la respuesta a los estímulos psicológicos, comenta Bruno Laeng, de la Universidad de Oslo, que co-escribió este artículo, junto con Sylvain Sirois, de la Université du Québec à Trois-Rivières y Gustaf Gredebäck, de la Universidad de Uppsala en Suecia. Cuando alguien ve algo a lo que quiere prestar más atención, la pupila se agranda. No está claro por qué sucede esto, aduce Laeng. «La idea básica es que, ampliando el campo de entrada de luz, debe ser más beneficioso para la exploración visual.»
Desde luego, en su trabajo, los psicólogos científicos utilizan de hecho, esta noción de que la gente amplía sus pupilas cuando ven algo que les interesa.
Laeng utilizó un tamaño de pupila a estudiar a la gente que había sufrido daños en el hipocampo, lo que generalmente causa una amnesia muy severa. Normalmente, si uno le muestra a cualquiera de estos pacientes una serie de imágenes, y tras un breve descanso, les mostrar otra serie de imágenes, ellos ya no saben diferenciar las que han visto antes de las nuevas. Así que, Laeng, midió las pupilas de estos pacientes mientras hacían el test y descubrieron que los pacientes respondían de manera muy distinta a las imágenes que habían visto antes. «En cierto modo, esto es una buena noticia, porque demuestra que el cerebro de estos pacientes, aun sin saberlo ellos mismos, eran realmente capaces de hacer la distinción.»
Medición de la pupila también podría ser útil para el estudio de los bebés. Los niños pequeños no pueden decir a lo que están prestando atención. «Los psicólogos del desarrollo han utilizado todo tipo de métodos para obtener esta información sin necesidad de utilizar el lenguaje», agrega Laeng. Al ver en qué están interesados los bebés nos puede dar pistas sobre lo que son capaces de reconocer, p.ej., las diferentes formas o los sonidos. Un investigador puede mostrar a un niño dos imágenes, una junto a otra, y ver cuál de ellas mira durante más tiempo. Medir el tamaño de las pupilas de un niño podría hacer lo mismo sin necesidad de tal comparación.
Ya existe una tecnología para medir las pupilas, muchos estudios de la psicología moderna utilizan esta tecnología de seguimiento ocular, por ejemplo, para ver lo que un sujeto está observando, y Laeng y sus colaboradores esperan convencer a otros psicólogos científicos para que utilicen este método.
- Referencia: ScienceDaily.com, 27 enero 2012
- Fuente: Association for Psychological Science .
- Diario de referencia: B. Laeng, S. Sirois, G. Gredeback. Pupillometry: A Window to the Preconscious? Perspectives on Psychological Science, 2012; 7 (1): 18 DOI: 10.1177/1745691611427305.
- Pedro Donaire
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