A partir del 1 de marzo entra en vigor en los Países Bajos la medida de la Ley que permite la eutanasia en domicilios particulares. Los enfermos terminales o deshauciados cuyos médicos de cabecera se niegen a aplicarles la eutanasia, tienen una nueva opción: unos médicos neerlandeses especializados les ‘llevarán’ la muerte voluntaria a domicilio.
Con este motivo, en Holanda se estrenó un nuevo proyecto aprobado por el ministerio de Salud: comenzó a funcionar la primera clínica privada para practicar la eutanasia desde unidades móviles.
‘La Clínica del fin de la vida’
«A partir del jueves la ‘Clínica de fin de la vida’ dispondrá de equipos móviles a los que podrán recurrir personas que cumplen con los requisitos para que se les practique la eutanasia», declaró Walburg de Jong, portavoz de La Asociación Holandesa para un Fin Voluntario de la Vida (NVVE, según sus siglas en holandés).
Seis equipos especiales de la ‘Clínica de la muerte’ se encargan de visitar a enfermos incurables para practicarles la eutanasia que solicitaron pero cuyos médicos de cabecera rechazaron aplicarle. Una vez reciben las peticiones, las unidades móviles, compuestas por un médico y una enfermera, empiezan a evaluar los casos de solicitud de eutanasia para decidir si se ajustan o no a los requisitos legales.
En caso de que la petición sea aceptada, «se establecen contactos con el enfermo, sus familiares y el médico de cabecera, que en muchos de estos casos ha rechazado aplicar la eutanasia bien por motivos éticos, por falta de experiencia o por miedo a no cumplir cuidadosamente con todos los preceptos marcados por la ley», explicó el portavoz. «En lo que va de día hemos recibido 11 peticiones», informó Walburg de Jong.
‘La Clínica de fin de la vida’ ajusta la Ley de la eutanasia neerlandesa a su ‘forma móvil’ a domicilio, con la perspectiva de contar a mediados de este año con un centro médico para este fin, según puntualizó el portavoz de la NVVE.
Polémica práctica
De este modo, los neerlandeses vuelven a colocarse a la vanguardia en esta polémica práctica: en 2002 aprobó la ley correspondiente y desde el 1 de abril Países Bajos se convirtió en el primer Estado del mundo que legalizó la práctica de eutanasia. Según la NVVE, unas 3.100 eutanasias son practicadas cada año en los Países Bajos.
Sin embargo, este proyecto es criticado por una de las principales asociaciones de médicos del país, que teme que los equipos no conozcan suficientemente a los pacientes para evaluar de manera correcta su situación.
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