En la década de los años sesenta, India era un mercado potencial de 400 millones de campesinos. El gobierno de este país tenía intención de aumentar el rendimiento de la producción agrícola y los plaguicidas eran parte fundamental de este objetivo. Establecer una fábrica de pesticidas en la India ofrecía una doble ventaja: abastecer rápidamente a la demanda y contribuir al desarrollo tecnológico y económico de la nación. Es así como Union Carbide construye en 1967 una fábrica en Bhopal.
En 1984 se produjo el desastre de la industria química al derramar de gases letales a la atmósfera. Según el director de la fábrica, el escape tuvo una duración de una hora, frente a las tres horas y media que defienden los afectados. Lo cierto es que la cantidad fugada fue tal que personas que vivían a 10 kms. del foco emisor se despertaron en medio de violentos ataques de tos y principios de asfixia, con los ojos hinchados y vomitando. Se ha calculado que la toxicidad de la nube era 500 veces superior al empleado por los alemanes en las cámaras de gas y 150 veces superior al gas mostaza.
Más de medio millón de personas de la ciudad fueron expuestas al mortal iso-cianato de metilo (MIC) uno de los gases más peligrosos de la industria química (puede causar dolor de cabeza, náusea, vómito, tos, dificultad al respirar, incremento de secreciones, dolor torácico, edema pulmonar, de la laringe y bronquios, espasmos y muerte), cianuro de hidrógeno y de otros gases que se formaron por efecto del calor del MIC (que no estuvo mantenido a la temperatura de seguridad de 0 grados) como el fosgeno (oxicloruro de carbono-provoca irritación de la piel, daños en la córnea, pérdida de visión y ceguera, tos, dolor al respirar, dolor de cabeza, náusea, vértigo, sed, esputos espesos o espumosos, neumonía y muerte por fallo respiratorio o cardíaco , cuyos efectos graves pueden aparecer horas después de la exposición), el ácido cianhídrico (otro gas de guerra que provoca debilidad, dolor de cabeza, confusión, náusea, vómitos ocasionales, dificultad respiratoria, convulsiones y, en dosis altas, inconsciencia rápida y muerte) y la monometilamida (produce quemaduras químicas, posible congelación, pérdida de visión, irritación de pulmones, nariz, garganta y ojos, respiración dificultosa y asfixia).
Un informe del 11 de septiembre de 1984, realizado por 6 ingenieros expertos en seguridad reveló que la propia fábrica de la Union Carbide en Kanahava Valley, Estados Unidos, tenía numerosas irregularidades desde el punto de vista de la seguridad y que incluso en funcionamiento normal los obreros se contaminaban con cloroformo (cancerígeno). La Union Carbide fue responsable de ocultar la peligrosidad de la industria que se instaló en Bhopal, India, violando las legislaciones de seguridad municipales respecto a la localización de industrias peligrosas.
¿Qué se fabricaba exactamente en Bhopal? La Union Carbide fabricaba un pesticida muy eficiente. El isocianato de metilo se mezcla luego con alfa naftol, obteniéndose el producto base para la fabricación del Aldicarb, que a su vez es la base del pesticida Sevin comercializado en la India, un producto que tiene grandes ventajas, porque es inocuo (contrariamente al DDT y a otros insecticidas), es biodegradable y barato ,conocido también como Temik, comercializado en países de occidente.
La Union Carbide ocultó los productos que intervienen en el proceso de fabricación del Aldicarb incluso a los responsables sanitarios, y lo que es más grave ocultó cuáles eran sus antídotos, de forma que cuando se produjo la catástrofe ni el director de salud pública ni los médicos supieron qué hacer ya que ni siquiera sabían qué era lo que se había escapado. El antídoto (simplemente el tiosulfato de sodio) hubiera permitido salvar muchas vidas.
Desde entonces muchas mujeres han abortado espontáneamente y niños nacidos de padres expuestos a los gases son física y mentalmente retardados. Los venenos de Union Carbide han dañado el sistema inmune humano, por tanto ahora son más vulnerables a infecciones y enfermedades. Las personas que fueron afectadas por el gas probablemente sufrirán toda su vida de enfermedades relacionadas con la exposición y las futuras generaciones podrían también llevar la marca de esos tóxicos. Cerca del 80% de las personas afectadas por los gases son bastante débiles para trabajar y sus familias enfrentan inanición y necesidades. La población de Bhopal continúa bebiendo agua contaminada y respirando aire tóxico.
En Junio de 2010 se dio a conocer la única sentencia por el trágico suceso en la que se condenaba a dos años de prisión y una multa de menos de 10.000 euros a ocho directivos de la compañía, que salieron bajo fianza horas más tarde en medio de la indignación de las asociaciones de víctimas.
Tras un cuarto de siglo de procesos judiciales, el caso sigue sin cerrarse en los tribunales.”Las víctimas siguen sufriendo la negligencia del Gobierno y la incapacidad de los tribunales para ver los hechos presentados por los supervivientes”, denunció a Efe Nitwanand Gawaraman, portavoz de “Campaña Internacional por la Justicia en Bhopal”, una de las principales agrupaciones de afectados.
Añadir que uno de los factores que contribuyó decisivamente en la tragedia, tanto en su producción como en sus consecuencias, fué el recorte, por parte de los responsables de la empresa, en materia de seguridad. La fábrica comenzó a ser menos rentable y decidieron reducir costes suprimiendo numerosos dispositivos de alerta, asi como personal de prevención de riesgos.
Otra de las verguenzas que se produjeron en este suceso fué el hecho de que los abogados de la compañia consiguieron que el caso se juzgara en India, en vez de en EEUU, donde las indemnizaciones a las que habrian sido condenados serian sustancialmente mayores. La consecuencia de todo esto es que el terrible asunto se saldó con una responsabilidad absolutamente ridícula. Sin duda uno de los sucesos más tristes, sucios y canallas de la industria química; aunque, desgraciadamente, no el único.