Un nuevo informe de la NASA explica que a una distancia de unos 10 mil kilómetros de la superficie de la Luna se genera una especie de turbulencia en el viento solar, provocando cambios sutiles en la dirección del viento y en su densidad que se refleja frente a la Tierra.
Según los científicos, estos estudios se acercan a explicar como la superficie de la Luna ejerce sus influencias sobre nuestro planeta, que se traducen por ejemplo en los cambios de marea.
Estos haces de electrones se observaron por primera vez en una misión de la NASA, en la misión japonesa Kaguya, en la misión china Chang’e, y la misión India Chandrayaan, informa la NASA el 30 de mayo.
La misión Artemis de la agencia estadounidense, que estudia el magnetismo lunar, también comprobó ahora la existencia de “haces de electrones y plumas de iones, más recientemente identificados como ondas electromagnéticas y electrostáticas en el plasma delante de la Luna, a distancias mucho mayores de lo que se podría haber imaginado, señala el informe.
“Con Artemis pudimos ver moverse el anillo de plasma, sorprendentemente lejos de la Luna” revela el Doctor Hasper Halekas de la Universidad de Barkeley de California.
«Desde hace tiempo se sabe que existen por delante del arco de choque de la Tierra, pero el descubrimiento de una similar turbulenta en la capa de la Luna es una sorpresa «, dijo el Dr. William Farrell del Instituto de Ciencia Lunar del Centro Goddard de la NASA.
Los científicos desarrollaron simulaciones computacionales y de esta manera se explicaron como opera este complejo campo magnético que se genera desde el Sol por los vientos solares cargados eléctricamente.
El resultado del la investigación demostró que el campo magnético es capaz de generar haces de electrones mediante la aceleración de los electrones de la superficie lunar al chocar con los rayos ultravioletas solares. Cuando los nuevos iones chocan con los antiguos, en ciertas áreas de la Luna, se refleja hacia el espacio una de las fuentes. Estos iones son en su mayoría protones (iones positivos) de átomos de Hidrógeno. El elemento más común del viento solar.
“Finalmente estos campos eléctricos y magnéticos a pocos metros de la superficie lunar son capaces de causar una turbulencia a miles de kilómetros de distancia”, informa la NASA.
Los científicos deducen entonces que tanto la Luna como los asteroides del Sistema Solar deben producir estos fenómenos.
El informe explica que con más estudios comprenderán mejor los efectos de la Luna sobre la Tierra, culpable de las mareas y de muchas asociaciones que incluyen cambios de humor en el género humano.
Viento solar y tormentas geomagnéticas en la Tierra
El viento solar que es cargado eléctricamente con el plasma solar, que viene a su vez expulsado de nuestra estrella durante las Eyecciones de Masa Coronal (CME), viaja a más de un millón de millas por hora hasta golpear la tierra. Es capaz de generar tormentas geomangnéticas solares y alterar los sistemas de comunicación.
La burbuja magnética, la capa que protege a la Tierra empuja hacia atrás este viento cagado de iones, creando una onda de choque a decenas de miles de kilómetros de ancho en el lado diurno de la Tierra. El viento solar choca con el campo magnético y cambia de velocidad supersónica a velocidad subsónica.
La Luna no tiene un campo magnético global que la rodee. Ahora las naves espaciales estudian los fenómenos de los turbulentos haces de electrones y iones en el lado diurno de la Luna, aquí expuestos.
Plasma de la Luna
La luna está rodeada de plasma solar formado por electrones negativos y iones positivos. El número total de electrones y iones es el mismo, pero los electrones son más ligeros y más rápidos, por lo que, en su superficie, existe una mayor tasa de electrones, informa la NASA.
La superficie en la sombra cobra un valor negativo cuando los electrones se adhieren a la superficie. A la luz del sol, por el otro lado, los fotones solares expulsan los electrones de la superficie a través del efecto fotoeléctrico, el efecto que Einstein ganó su Nobel, señalan los científicos del proyecto Artemis.
Estos fotoelectrones dejan la superficie a una velocidad mayor que los electrones del plasma que se adhieren a la superficie, dejando la superficie con una carga positiva. Ambos procesos de carga son autolimitados.
Esto mismo se detectó en los viajes espaciales, es decir los foto electrones en la superficie lunar son parcialmente atrapados pero otra parte se escapa y se devuelve a la nave que pueda estar orbitando.
Curiosos blindajes magnéticos en la Luna
La Luna no tiene un campo magnético global como el de la Tierra, que es generado por una dínamo en el interior del planeta. Sin embargo, tiene pequeños parches de corteza magnética. Nadie sabe cómo es que estas rocas lunares están magnetizados. Se piensa que quizás los anteriores impactos hayan tenido algo que ver con ello, explican los astrónomos de la NASA.
La gran incógnita para los científicos de la misión Artemis, es si la Luna alguna vez tuvo un núcleo fundido y un dinamo, y si fue capaz de generar su propio campo magnético. En cualquier caso, parece que estos pequeños parches de magnetización, que actúan como un blindaje, pueden entonces ser capaces de crear magnetosferas más pequeñas en el sistema solar y proteger las regiones pequeñas de la superficie ante el bombardeo del viento solar. Estas regiones están marcadas por curiosos «remolinos» que son observables cuando se mira en la reflectividad de la superficie, son el resultado de este blindaje.
http://www.lagranepoca.com/24501-turbulencias-magneticas-solares-luna-actuan-frente-tierra
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