Es Ettore Majorana. Desapareció en 1938 y se lo creía muerto. Mostraron fotos suyas en nuestro país.
fotomontaje. en los flancos se ven dos fotos juveniles de majorana y en el centro, otra captada en 1955 en venezuela. con tecnologia especial, se logro establecer 10 puntos de coincidencia entre las imagenes.
Una fotografía tomada en 1955 ha resuelto al parecer una parte fundamental de la misteriosa desaparición del físico Ettore Majorana, considerado suicida tras arrojarse al mar en marzo de 1938, a los 31 años de edad. Sin saberlo, Argentina albergó durante decenios a uno de los más grandes genios científicos del siglo XX. La justicia de Roma reabrió el caso después que los investigadores del «RIS» del Arma de Carabineros detectaron diez puntos coincidentes y una compatibilidad hereditaria con el padre de Majorana en la foto.
El diario de Milán Corriere della Sera publicó la historia, que causó un gran impacto porque la desaparición de Majorana fascina desde hace 73 años a los italianos. Se han escrito muchos libros, incluso uno de Leonardo Sciascia, que sostiene la tesis de que el físico se recluyó en un convento. También decenas de programas de TV y películas.
Foto de Majorana del 03 de noviembre 1923.
El fiscal de Roma Pierfilippo Laviani tiene en sus manos la investigación. En el fotomontaje se ve en los flancos dos fotos juveniles de Majorana y en el centro la foto del personaje captado 1955. Con los avances científicos del siglo XXI los carabineros del RIS pudieron establecer diez puntos de coincidencia entre las imágenes. Lo más extraordinario es que detectaron una compatibilidad entre el hombre retratado en la foto de 1955 y su padre Fabio Massimo Majorana, estableciendo la «trasmisión hereditaria».
Hace tres años, un italiano contó en una popular transmisión de TV de la RAI que en la Venezuela de mediados de los años 50, adonde iban y venían muchos italianos y argentinos por el «boom» petrolero, había conocido a un «señor Bini», que era en realidad Ettore Majorana. Se lo dijo un amigo argentino que lo conocía de Buenos Aires. Este italiano le hizo una foto, la que publica el Corriere y que sirvió a los carabineros. El «señor Bini» nunca aceptó ser Majorana.
La justicia italiana ha ordenado nuevas investigaciones en Argentina y también en Venezuela , donde pasó un tiempo Majorana.
La desaparición del científico siciliano causó sensación por la medida extraordinaria de su inteligencia. Enrico Fermi, el más grande físico italiano, uno de los padres de la era atómica, escribió que Ettore era un genio comparable a Isaac Newton y Galileo Galilei.
En Roma comenzó a estudiar ingeniería pero en 1928 fue llevado al Instituto de Física que dirigía Enrico Fermi. Allí, entre «los muchachos de vía Panisperna» se concentró un grupo único de físicos teóricos que eran la vanguardia en las investigaciones atómicas en el mundo. La dictadura fascista destruyó esa célula en la que había varios judíos, como la esposa de Fermi. Muchos emigraron.
Majorana escribió sólo nueve trabajos sobre física teórica que según Fermi eran de altísimo nivel, adelantados a su época.
Después de 1933, tras un viaje a Alemania donde conoció a los más grandes físicos germanos, el carácter huraño y cerrado de Majorana se agravó. Enfermó de gastritis aguda con úlcera. Nunca salía en Roma de su casa. Fermi le hizo aceptar una cátedra de física teórica en Nápoles, pero los alumnos no entendían su pensamiento profundo y hermético.
En marzo de 1938 desapareció y se dijo que se había tirado al mar de un buque postal que iba de Palermo a Nápoles.
Nunca se reunieron pruebas fehacientes .
Hay testimonios en Buenos Aires de la presencia de Majorana en esa ciudad. Un físico chileno, Carlos Rivera, contó que a su paso por la capital argentina rumbo a Alemania, en 1950, encontró a una amiga de su familia, la señora Talbert, quien le contó que Ettore Majorana era amigo de su hijo. Diez años más tarde Rivera volvió a la Argentina y se alojó en el hotel Continental de la Avenida de Mayo. Allí, el «maitre», un italiano de apellido Baudano, le contó que Majorana paraba en el hotel con frecuencia. Al parecer vivía en Rosario o Santa Fe.
La viuda del premio Nobel de Literatura guatemalteco Miguel Angel Asturias, que vivió años en Buenos Aires con su marido durante un exilio político, contó varias veces que el físico italiano trabajaba de ingeniero y frecuentaba a un grupo de amigos.
Pero Majorana era como un espectro. Nunca se sacó fotos. Nadie sabía dónde vivía. Recién ahora se confirma con pruebas científicas que vivió mucho tiempo en nuestro país. ¿Cuándo y dónde murió? ¿Qué hizo en aquellos años? ¿Por qué nunca volvió a contactar a su familia, a sus amigos, al mundo académico? La investigación judicial ahora reabierta tal vez levante algunos velos que acerquen a la verdad de su desaparición.
http://es.sott.net/articles/show/14066-Revelan-el-misterio-de-un-fisico-que-vivio-en-Argentina-y-asombro-a-los-italianos