Dos personas murieron y 15 resultaron heridas en la madrugada de ayer en El Cairo, después de que el Ejército dispersara a tiros a los manifestantes que se habían concentrado en la plaza de Tahrir (Liberación), en una de las mayores protestas que se han producido en Egipto desde la caída de Hosni Mubarak, en febrero. Pedían que se juzgara por corrupción al depuesto dictador y a su entorno, y la renuncia de todos los responsables del anterior régimen. Mubarak y su familia tienen prohibido abandonar el país, y permanecen confinados en Sharm el Sheikh.
Los médicos que atendieron a los fallecidos confirmaron que las muertes se produjeron a causa de heridas de bala. El Ejército solo reconoció haber empleado gases lacrimógenos y negó que utilizara munición real en la protesta. El Gobierno confirmó el fallecimiento de una persona y elevó a 71 el número de heridos.
La manifestación, que reunió a 100.000 personas, se volvió especialmente violenta cuando los soldados cargaron contra las dos mil personas que no abandonaron la zona tras el toque de queda, a las dos de la madrugada (una hora menos en la Península).
Estos incidentes son los más graves registrados entre los manifestantes y el Ejército, que fueron aliados durante la revolución que acabó con Mubarak. La cúpula del Ejército, al mando del país tras la caída del régimen, está siendo cada vez más criticada, especialmente por no adoptar medidas legales contra el exdictador.
Ayer cientos de personas se volvieron a congregar en desafío al Ejército en la plaza de la Liberación, cuyos accesos estaban cortados con alambradas y vallas. «Nos quedaremos aquí hasta que las demandas de la revolución sean cumplidas y Mubarak sea juzgado», declaró uno de los manifestantes. El Ejército advirtió ayer que despejará «con firmeza y con fuerza» a los manifestantes y responsabilizó de los incidentes a «elementos que respaldan la contrarrevolución», en referencia a los leales a Mubarak.
FUENTE https://selenitaconsciente.com