Había una vez dos niños que patinaban sobre una laguna helada. Era una tarde nublada y fría, pero los niños jugaban sin preocupación. De pronto, el hielo se reventó y uno de los niños cayó al agua, quedando atrapado. El otro niño, viendo que su amigo se ahogaba bajo el hielo, tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas hasta que logró romper la helada capa, agarró a su amigo y lo salvó.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaban cómo lo hizo, pues el hielo era muy grueso.
– Es imposible que lo haya podido romper con esa piedra y sus manos tan pequeñas – afirmaban.
En ese instante apareció un anciano y dijo:
– Yo sé cómo lo hizo.
– ¿Cómo?
– No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.
Sí señor, cuando hace falta encontramos la fuerza necesaria para hacer lo imposible, luego hasto nosotr@s mism@s no extrañamos de haberlo conseguido…
De acuerdo contigo. Gracias por tu felicitación. Te he posteado un comentario pero no sé si lo he conseguido. Casi siempre tengo dificultades para postear mis comentarios aquí. A ver si con este tengo acierto y lo aprovecho para desearte que te vuelva multiplicado todo el amor que das.
Sí hermanita, y te he contestado, muchas gracias.
Un fuerte abrazo.
Querer es poder 😉