TOKIO RECONOCE QUE HA OCULTADO DATOS SOBRE EL NIVEL REAL DE RADIACIÓN EN FUKUSHIMA

Las autoridades de Japón reconocieron que habían ocultado la información sobre el nivel real de radiación en la zona cercana a la central nuclear Fukushima-1, averiada tras la catástrofe natural de marzo de 2011.
El consejero del primer ministro nipón, Goshi Hosono, explicó que esta medida se había aplicado para evitar el pánico entre la población.
Hosono comunicó que Tokio ocultó los resultados de unas 5.000 mediciones de niveles de radiación, así como de las estimaciones de la posible propagación de la contaminación radiactiva después del sismo. El consejero subrayó que “ha sido una postura errónea” y prometió que en el futuro toda la información vinculada con la situación en la planta averiada será divulgada de inmediato.

Asimismo se informó sobre el fallo del llamado Sistema de Apoyo en Situaciones de Emergencia (ERSS, por sus siglas en inglés), que monitorea la presión dentro y cerca de los reactores y hace cálculos para estimar la cantidad de material radiactivo que podría haberse emitido en caso de algún accidente o avería del sistema. El dispositivo se instaló en 1987 y costó unos 345 millones de dólares junto con otro sistema destinado a calcular la zona de la posible propagación de la radiación en caso de una emergencia. No obstante el ERSS no resistió el fuerte terremoto del 11 de marzo y no pudo ser utilizado.

Tras la fuga radiactiva se detectaron elementos peligrosos como isótopos de yodo y cesio radiactivos en las aguas marinas cerca de Fukushima-1, así como en una serie de alimentos provenientes de la prefectura del mismo nombre. Algunos elementos radiactivos se hallaron también en la atmósfera de varios estados europeos como Alemania, Reino Unido e Islandia y hasta en EE. UU. Sin embargo, no se trataba de cantidades que puedan poner en peligro la salud humana.

Los países situados cerca de las costas niponas están monitoreando los niveles de radiación en sus territorios. Rusia, no es una excepción, por lo que este martes del puerto ruso de Vladivostok, ubicado en el Oriente Lejano, zarpará el velero Nadezhda (Esperanza en ruso) que recorrerá las aguas del mar de Japón con el fin de tomar muestras del agua y del aire y detectar el nivel de la contaminación radiactiva. La expedición científica durará 27 días.
Mientras tanto el Parlamento de Japón aprobó el lunes un presupuesto extraordinario para el año fiscal 2011-2012 destinado a liquidar las consecuencias del sismo y del tsunami del 11 de marzo que se llevó la vida de más de 14.000 personas y dejó unos 12.000 desaparecidos, según los datos actuales. Japón planea gastar más de 4,1 billones de yenes (alrededor de 50.000 millones de dólares) en reconstruir carreteras, puertos y viviendas destruidos, pagar la indemnización a los afectados y retirar los escombros, entre otras labores de rehabilitación.

http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_23750.html

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