SOBRE LA MALDICIÓN DE LAS MOMIAS

«El que profane mi cadáver en la necrópolis y rompa mi estatua en mi tumba será un hombre odiado por Ra; no podrá recibir agua en el altar de Osiris, morirá de sed en el otro mundo, y no podrá transmitir sus bienes a sus hijos».“A toda persona que entre con intenciones impuras en esta tumba, le agarraré por el cuello como a un pájaro y será juzgado por el Gran Dios”; “¡Que el cocodrilo en el agua y la serpiente en la tierra estén contra aquellos que hagan cualquier clase de mal contra esta tumba, porque yo no he hecho nada contra él y ellos serán juzgados por dios!”.

De los aspectos sugestivos del Egipto antiguo, es el tema referente a la maldición que se abatiría sobre aquellos audaces que se atrevan a profanar las tumbas y el sueño eterno de los faraones, el que despierta el mayor interés del lector o investigador de lo insólito y misterioso. Para enfocar y describir adecuadamente este tema, es necesario dividirle en dos segmentos de contenido diferentes pero de mucho interés para nosotros : el primero hace hincapié en el conocimiento, sabiduría y recursos extraordinarios utilizados por los sacerdotes para impedir y preservar del saqueo depredador las tumbas de los monarcas del antiguo Egipto faraónico.

La pregunta que todo investigador se hace después de escuchar las posibilidades que ofrece esta teoría parece clara, ¿conocían los antiguos sacerdotes egipcios la existencia y efectividad del hongo Aspergillus ? Si bien ningún texto faraónico hace alusión a las afecciones de tipo respiratorio relacionadas con estas maldiciones, la posibilidad de que los sacerdotes conocieran la existencia de estos microorganismos no deja de ser estremecedora.La segunda analiza la presencia de poderes ocultos, misteriosos, desconocidos e insólitos ajusticiando a los profanadores de las tumbas imperiales. Refiriéndonos al tema primero, el Dr. Ezzedine Taha, profesor de medicina y biología de la universidad de el Cairo, dijo que muchos de los arqueólogos y empleados de la universidad sufrían trastornos respiratorios ocasionales con fiebre a causa de inflamaciones producidas por un virus que sobrevive en las peores condiciones durante siglos y milenios y aun en los cuerpos de los faraones momificados, problemas respiratorios perfectamente achacables al Aspergillus .Sin embargo, la hipótesis del Aspergillus no es la única que ha adquirido cierto peso específico entre las cuatro grandes teorías que se han barajado para explicar las muertes de los excavadores de tumbas egipcias.
Muchos de los exploradores que sufrieron de estas supuestas “maldiciones” experimentaron síntomas similares a esos causados por la exposición a Aspergillus, un moho que se ha encontrado en varias tumbas Egipcias. Los Egipcios a menudo enterraban comida, joyas y otros tesoros junto con sus seres queridos para que los utilizaran en la vida después de la muerte. Esta comida pudo haber proporcionado la fuente de nutrientes perfecta para el crecimiento de Aspergillus y otros mohos.También se especula que estos hongos fueron responsables por la muerte del Señor Carnarvon, quien murió meses después de explorar la tumba del Rey Tut en 1922.
Cuando la momia del Rey Tut fue examinada en 1976, se encontraron mas de 370 colonias micóticas que contenían 89 especies micóticas (incluyendo Aspergillus) creciendo en la momia. Durante un análisis de 40 momias en 1999, un microbiólogo Aleman descubrió que cada una de las momias contenía varias esporas potencialmente peligrosas. Debido a esto, los científicos ahora toman precauciones adicionales tales como usar equipo de protección personal al manipular las momias y explorar nuevas tumbas.

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