La UE maniobra para aprobar un acuerdo comercial con Canadá, la ‘puerta de atrás’ del TTIP

 

La filtración de parte del TTIP ha puesto a Bruselas contra las cuerdas por su política comercial y podría haber herido de muerte al acuerdo transatlántico; por eso las instituciones europeas pisan el acelerador para aprobar el CETA, antes de que el rechazo a este y otros tratados no tenga vuelta de hoja.

Los ministros, secretarios de Estado y otros titulares de Comercio de los 28 se reúnen este viernes en Bruselas desde las 10.00 de la mañana para conversar sobre el estado de las negociaciones del tratado comercial con EEUU, y para diseñar la hoja de ruta a seguir por su homólogo canadiense, el CETA, considerado el caballo de Troya y la puerta de atrás del TTIP por parte de sindicatos, partidos políticos y cientos de organizaciones sociales europeas.

La reunión lleva meses en agenda, pero el escenario actual parecía impensable entonces; el TTIP se ha visto debilitado, una región belga cuya decisión es vinculante se opone al CETA y países como Bulgaria y Rumanía condicionan su respaldo al acuerdo a que Otawa levante su exigencia de visados para los ciudadanos de estos países que visiten su territorio. Fuentes conocedoras del estado de las negociaciones apuntan que el CETA también puede llegar a verse en vía muerta, ya que contiene algunos de los elementos más criticados del TTIP.

Previsiblemente, y además de tocar otros materias de la política comercial europea, el encuentro de este viernes servirá para allanar el terreno para el siguiente movimiento en relación con el acuerdo con Otawa: la propuesta formal de la Comisión al Consejo y al Europarlamento en junio para cerrar la fecha de ratificación del CETA, que en principio debería tener lugar en octubre de este año.

A diferencia del Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP, en inglés), que todavía se encuentra en fase de negociación, las conversaciones sobre el Comprehensive Economic and Trade Agreement (CETA) concluyeron a finales de 2014. Después, las cerca de 1.600 páginas que lo integran han sido revisadas por los servicios jurídicos europeos, y hoy está siendo traducido a las lenguas oficiales de los 28.

La Secretaría de Estado de Comercio -dependiente del Ministerio de Economía- no ha atendido la petición de información de este diario, aunque en la agenda pública de su titular en funciones, Jaime García Legaz, no aparece reflejada esta cita. Legaz ha sido el responsable de representar a España en este tipo de foros en anteriores ocasiones, por lo que desde la Campaña estatal auguran que será él quien finalmente acuda a la reunión en Bruselas.

El fantasma de la implementación provisional y la “hipocresía” de Francia

La segunda cuestión sobre el CETA prevista en el orden del día para este viernes es la posibilidad de implementarlo de forma provisional, un escenario especialmente temido por las organizaciones contrarias al acuerdo.

Tom Kucharz, portavoz de Ecologistas en Acción, explicaba recientemente a este diario que esta implementación se prolongaría durante un periodo de tres años, y otros integrantes de la Campaña contra el TTIP apuntan que esto no requeriría del voto unánime del Consejo -como sí lo haría su implementación total-.

También alertan de que aún en este estado permitiría a las empresas canadienses (o estadounidenses con filiales en Canadá) demandar a los estados europeos que realizasen cambios normativos que a juicio de las empresas fueran perjudiciales para sus beneficios e incluso para sus expectativas de beneficio en el marco del ICS, la versión remodelada del mecanismo de blindaje de las corporaciones ISDS, rechazado por un 97% de los 150.000 europeos que participaron en una consulta abierta de Bruselas sobre este mecanismo en 2014.

Estados como Alemania, Dinamarca, Grecia o Portugal se posicionaron a favor de la implementación provisional en el Comité de Política Comercial del Consejo celebrado el 27 de abril, según fuentes conocedoras de esta reunión. Público desveló entonces cómo el Gobierno en funciones de Mariano Rajoy se deshace en elogios hacia el acuerdo comercial en estas reuniones y aboga por su implementación provisional sin haber requerido la opinión del Congreso de los Diputados.

En la misma reunión, y mientras el parlamento austriaco estudia la viabilidad legal de esta modalidad de implementación del acuerdo, las mismas fuentes aseguran que Francia se muestra decidida a apoyarla, haciendo gala de su “hipocresía”, en palabras de Kucharz. La filtración de 250 páginas de documentos de las negociaciones del TTIP por parte de Greenpeace Holanda llevó al país galo a elevar el tono contra el tratado con EEUU. Al mismo tiempo París ha mantenido su respaldo al acuerdo con Canadá, que no goza de la misma repercusión mediática que su denostado hermano mayor, pero que es considerado prácticamente idéntico por sus detractores, que ya han recogido más de 3.400.000 firmas contra ambos tratados.

Alejandro López de Miguel

http://www.librered.net/?p=44500

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.