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James O’keefe es un activista conservador de EEUU que puede dar la vuelta a los resultados electorales del próximo 8 de noviembre. El presidente del Proyecto Veritas se ha comprometido a ir publicando día a día y hasta que se celebren los comicios imágenes e información comprometida de Hillary Clinton y su partido. Hasta el momento no ha decepcionado y con su última cámara oculta ha destapado el fraude electoral de los demócratas en Nueva York. (VIDEO)
Las imágenes fueron tomadas el 15 de diciembre de 2015 y en ellas aparece Alan Schulkin, un comisario de la Junta Electoral del Partido Demócrata que ejerce de apoderado en los comicios en la gran manzana. En una fiesta navideña de la Federación de Profesores y ajeno a que estaba siendo grabado, el hombre abrió la caja de Pandora.
Schulkin comienza reconociendo los hechos: ‘’hay un gran fraude, la gente desconoce que en ciertos vecindarios se lleva a la gente a votar en autobús’’. Sin especificar cuáles son esos barrios en los que opera el Partido Demócrata, sí admite que la formación tiene predilección por aquellas zonas en las que abundan los afroamericanos, los hispanos y los chinos. La reportera, incrédula, le pregunta sobre el fin último de llevar a la gente a votar: ‘’es por los votos, más votos para sus candidaturas, están compitiendo por el cargo’’.
Sin leyes para la identificación
Nueva York, como recuerda la periodista, carece de leyes que permitan a los miembros de la Junta Electoral pedir a los electores que se identifiquen. Es decir, no es necesario mostrar el DNI para poder depositar el voto en la urna. ‘’Es la ley, te dice que no puedes requerir ningún tipo de identificación. Yo creo que esto no está bien. No creo que sea para tanto poder pedirle a alguien que se identifique cuando vaya a votar’’, esgrime el ciudadano. Ante esto, la reportera cuestiona su palabra y le pregunta que si tan poco convencido está de esa medida por qué no se queja. ‘’Yo no hago la ley’’, se escuda.
El voto ausente es otro de los coladeros por el que se habría cometido fraude. Se trata de aquellos votos que no son depositados directamente por los electores y que son enviados, por ejemplo, mediante un representante o por correo. ‘”Hay miles de votos ausentes que no sé de dónde vienen’”, afirma Schulkin. En este caso jugaría un papel muy importante la identificación del emisor pero al prescindir Nueva York de estas leyes, cualquiera podría cometer fraude. Precisamente, como recuerda la periodista, Hillary Clinton es una de las más férreas defensoras de que exista este vacío legal, algo con lo que el comisario demócrata no está de acuerdo. ‘’De Blasio -actual alcalde de Nueva York- ha repartido unas tarjetas de identificación. Son para utilizar en lugar del carné de conducir, pero pueden emplearse para cualquier cosa. Eso no significa que aquellos que las posean no puedan mentir sobre quiénes son. Cualquiera puede entrar y decir soy Joe Smith y quiero una tarjeta. Es absurdo. No sólo hay fraude electoral, hay fraude de todo tipo’’, desvela.
La periodista plantea entonces unas hipótesis en las que resultaría muy fácil cometer fraude, como la emisión de varios votos por persona o la de acceder al recinto electoral totalmente tapado. ‘’Eso ocurre con los musulmanes, no sabes quiénes son’’, explica Schulkin. ‘’Con todo el tema del burka alguien podría decir ‘soy musulmán, es mi religión’, y nadie podría saber si está mintiendo…’, se pregunta la reportera. ‘’Exactamente. Tu voto realmente no cuenta porque alguien puede acudir con un burka y no sabes realmente si es un elector. La gente considera que es algo liberal, pero yo me tomo muy seriamente mi voto. No quiero que otras diez personas -con su voto fraudulento- vengan a negarme mi derecho emitiendo ellos su voto por otro candidato diferente cuando ni siquiera están registrados’’, concluye el hombre. Entre risas y desconcertada por las respuestas, la periodista le pregunta si de verdad se considera demócrata y votará por Hillary Clinton.
O’keefe, bloqueado en Twitter
El presidente del Proyecto Veritas ha anunciado que dará la batalla a los demócratas antes de las elecciones. Además de recibir ataques de grandes medios de comunicación, el activista conservador ha visto cómo Twitter bloqueaba su cuenta. Justo coincidiendo con la publicación de los dos vídeos virales, la red social decidió no permitirle durante un tiempo el acceso a su cuenta.
Cámaras ocultas
Por otra parte, la divulgación de unos vídeos de cámara oculta sobre el fraude electoral del Partido Demócrata de EE.UU. cuesta el empleo a dos demócratas aparecidos en ellos.
“Pagamos a enfermos mentales para que hagan cosas y causen disturbios”, se oye en el segundo vídeo, publicado el miércoles, decir a uno de los trabajadores de la campaña de la candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton.
Esta grabación es la segunda hecha en secreto por el periodista James O’Keefe sobre el Partido Demócrata y la campaña de Clinton, y en ella los militantes explican cómo cometer con éxito fraude electoral a escala masiva.
Los empleados mostrados en el vídeo son Scott Foval y Robert Creamer, que a consecuencia de este escándalo perdieron su trabajo; el primero fue despedido como director nacional de campaña de Americans United for Change —una organización progresista sin fines de lucro— y el segundo se retiró del Comité Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés).
De hecho, Foval admite en la grabación que los demócratas estadounidenses han amañado las elecciones durante 50 años y “no vamos a parar ahora”, añade, al describir cómo la campaña de la ex secretaria de Estado estadounidense paga a individuos para provocar violencia en los mítines del aspirante republicano Donald Trump, entre otras cosas.
“Llevas gente adelante, lo que significa que deben llegar a las seis de la mañana para quedar delante en el mitin; son ellos los que le hacen preguntas a Trump cuando baja y los medios lo toman. Para esta clase de operación se necesitan dos semanas de anticipación para entrenarlos sobre cómo hacer preguntas”, dice Foval.