Encuentran el ‘eslabón perdido’ entre los siberianos y los pueblos originarios de América

Fiesta de los pueblos del norte de Rusia en el Día del criador de renos

© Sputnik / Serguéi Eshenko
CIENCIA

Hasta ahora, el origen de los antiguos pueblos del noreste de Siberia y su conexión con los habitantes modernos y con las poblaciones originarias americanas, eran desconocidas. Lo mismo sucedía con los paleoesquimales y su parentesco con los pueblos del Ártico. Los científicos han utilizado la tecnología para responder estas interrogantes.

La investigación, conducida por científicos daneses y rusos y publicada en Nature, encontró un «eslabón perdido» entre los nativos americanos y los antiguos habitantes de Siberia, los paleosiberianos. Además, los autores encontraron que en el noreste de Siberia durante los últimos 31.000 años hubo tres olas de migración.

Se calcula que los humanos aparecieron en Siberia nororiental, uno de los lugares más inhóspitos de la Tierra, hace unos 40.000 años. Hace aproximadamente 14.500 años, las personas de esta región cruzaron el estrecho de Bering a lo largo del istmo terrestre, que se formaba de manera periódica durante la última glaciación. Esta ola de migración fue la primera, pero no la única.

Más tarde en América, las personas aparecieron genéticamente relacionadas con los habitantes de Australasia. Hace unos 5.000 años, los paleoesquimales aparecieron en el continente.

Por último, hace unos 800 años, los llamados neoesquimales aparecieron en el norte de América del Norte, los pueblos Inuit y Yupik modernos están conectados genéticamente con ellos.

Investigadores del primer grupo, dirigido por Eske Willerslev, de la Universidad de Copenhague, secuenciaron el genoma de 34 siberianos antiguos.

Los autores llegaron a la conclusión de que durante más de 31.000 años hubo tres grandes migraciones en Siberia, durante las cuales los colonos se trasladaron de sur a norte. El análisis de los dos genomas más antiguos mostró que los niños que vivían en el río Yana pertenecían a un grupo previamente desconocido de habitantes antiguos del norte de Siberia (antiguos siberianos del norte).

Genéticamente, eran 71% similares a los habitantes de Eurasia occidental, pero se separaron de ellos hace aproximadamente 38.000 años. El 29% restante era el patrimonio genético de los asiáticos orientales.

Escolares siberianos vuelven del cole con vientos de más de 100 km/h
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Mientras tanto, en Rusia: escolares siberianos vuelven del cole con vientos de más de 100 km/h

Entre hace aproximadamente 18.000 y 20.000 años, los descendientes de los habitantes del norte de Siberia se mezclaron con los nativos del este de Asia y formaron las líneas genéticas de los nativos americanos y los paleosiberianos. Los restos de un hombre paleosiberiano que vivió hace 10.000 años fueron encontrados en el río Kolimá.

Hace aproximadamente 13.000 años, los paleosiberianos expulsaron a los neosiberianos. Más tarde, hace unos 5.000 años, los nómadas de las estepas de Asia Central aparecieron en el noreste de Siberia.

«Un grupo de portadores del genoma de la antigua población paleosiberiana es la población más cercana a los grupos de nativos americanos. Este es el primer hallazgo de este tipo realizado fuera de Estados Unidos. Este grupo es tan genéticamente cercano a los americanos que podemos decir que es el eslabón perdido en la historia genética de los pueblos originarios de América», explicó Vladímir Pitulko, uno de los autores del estudio, al medio científico ruso N+1.

Por su parte un grupo de científicos alemanes y chechos analizaron los datos de todo el genoma de 48 individuos antiguos y 93 individuos modernos de Siberia, Alaska, las islas Aleutianas y Canadá. Los investigadores descubrieron que los paleoesquimales no desaparecieron sin dejar rastro: dejaron su huella en los genomas de los habitantes modernos del Ártico estadounidense.

Los resultados del análisis mostraron que los proto-paleo-esquimales (los antiguos pueblos que habitaban en el noreste de Siberia) resultaron de una mezcla de los paleosiberianos y los habitantes del este de Asia. Ellos, a su vez, fueron los antepasados ​​de los paleoesquimales y los habitantes de Siberia que hablaban lenguas chukchi-kamchatka.

Además, los autores del artículo descubrieron la herencia genética de los paleoesquimales entre los antiguos aleuts, los inuit modernos, los yupik y los pueblos originarios que hablan lenguas da-nené.

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