Herramientas de tipo musteriense parecen señalar su presencia en el complejo de extracción de materias primas de Stelida (Naxos, Grecia)
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Europa Press, Science Advances
Science Advances
Las islas griegas se han considerado durante mucho tiempo un área marginal en la dispersión de los distintos homínidos fuera del continente africano. Pero investigaciones como las que se vienen realizando en la cantera de sílex de Stelida, en la isla de Naxos, pueden cambiar profundamente esta visión.
Naxos se encuentra en mitad de la Cuenca del Egeo, donde diferentes dataciones sugieren que hubo homininos habitando la zona hace unos 200.000 años. Estos grupos accedieron a la cantera de Stelida probablemente durante un mínimo glaciar que propició la conexión de las islas con Anatolia y el sureste de Europa. Pudieron llegar allí a través de las tierras emergidas, empleando cierta navegación o combinando ambas formas. Durante el resto del Pleistoceno, esta región fue ocupada y/o atravesada al menos esporádicamente, incluyendo Homo sapiens tempranos hace entre 40.000 y 30.000 años (que pudieron llegar allí en barco). Posteriormente, a comienzos del Holoceno, se observan evidencias de poblaciones mesolíticas de cazadores-recolectores, que habrían llegado indiscutiblemente a través de la navegación.
La investigación iniciada en 2013 en el yacimiento de Stelida, y recientemente publicada en Science Advances presenta la primera secuencia estratigráfica excavada en el Egeo central con hallazgos procedentes de contextos sellados y datados desde el Pleistoceno medio hasta el Holoceno.
La cultura material recuperada es exclusivamente lítica, ya que la materia orgánica tiene serias dificultades para conservarse en los suelos calcáreos de Stelida. Las axcavaciones han permitido recuperar aproximadamente 12.000 piezas, de las que más de 9.000 proceden de estratos sellados y datados del Pleistoceno.
Como sucede en otras canteras prehistóricas, los conjuntos recuperados contienen principalmente materiales en las primeras fases de su procesado. Los objetos acabados que frecuentemente se utilizan para asignaciones cronológicas y culturales apenas aparecen, presumiblemente porque habrían sido transportados para su uso en cualquier otro lugar.
Las excavaciones, análisis de los artefactos y las dataciones obtenidas en Stelida proporcionan la primera evidencia de actividad cultural en el Pleistoceno medio en el Egeo central. Previamente, solo se consideraban la Grecia continental y Anatolia como lugares habitados por neandertales y homininos anteriores en la región.
La posibilidad de que los neandertales, u otras poblaciones de homininos, fueran capaces de acceder a la cuenca del Egeo sugiere que las poblaciones de pre-sapiens tenían opciones alternativas para alcanzar la Europa continental, y no habrían tenido que usar necesariamente la ruta Mármara-Tracia tradicionalmente aceptada. Su presencia en Stelida es además consistente con actuales modelos de rutas de dispersión de homininos en Eurasia, que parecen indicar una preferencia por entornos que ofrezcan materias primas para la fabricación de herramientas y acceso a agua dulce.