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Adriana – El encuentro más íntimo

El encuentro más íntimo no es el sexual, es el desnudo emocional
El encuentro más íntimo entre dos personas no es el sexual, es el desnudo emocional. Un intercambio que se produce cuando se vence el miedo y nos damos a conocer al otro tal y como somos en cada una de nuestras vertientes.

No es fácil de lograr. De hecho, un desnudo emocional no es algo que se consiga a la ligera ni con cualquiera. Hace falta tiempo, fuerza y ganas de escuchar, sentir y abrazar emociones. Autoconocimiento y heteroconocimiento, es decir, el conocimiento de uno mismo y el de la realidad del otro.

Visto así, no parece casual el término que los escritos bíblicos utilizan para hablar de amor sexual o del establecimiento de la intimidad; es CONOCER. De conocernos y desnudarnos en pasiones, en sentimientos y en historia emocional va a tratar este artículo. . .

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El desnudo emocional comienza por uno mismo
El desnudo emocional comienza por uno mismo. Es decir, es muy importante que las personas nos identifiquemos con lo que sentimos y nos demos cuenta de cómo nos sentimos cómodos o incómodos, qué pensamos y cómo podemos utilizar nuestras emociones al servicio de nuestros pensamientos.

Escucharnos, conectar y conocer nuestra herencia emocional, es decir, escanear nuestro cuerpo emocional es imprescindible para destapar nuestros miedos, nuestros conflictos, nuestras inseguridades, nuestros logros, nuestros aprendizajes, etc.

Conocer nuestra filosofía emocional, explorar nuestras vulnerabilidades permanentes, ser conscientes de lo doloroso y que eso fluya, es imprescindible para poder contemplar la imagen que nuestro espejo emocional nos proyecta al quitarnos las prendas que nos “visten”.

El autoconocimiento de nuestras vulnerabilidades emocionales no hace que estas desaparezcan, pero tener una concepción más profunda sobre ella implica que cada vez que aparezca en nuestra vida podamos identificarla y actuar sobre ella, impidiéndole que ahogue nuestras conexiones emocionales.

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Nuestra herencia emocional, la clave para conectar
Nuestra herencia emocional ejerce un fuerte impacto tanto en nuestra capacidad de conectar emocionalmente con los demás como en las ocasiones que tenemos de hacerlo. Es precisamente este bagaje, esta piel, la que nos hace matizar y actuar sobre nuestras sensaciones, sentimientos y emociones de una determinada manera.

Exponernos a nuestros recuerdos y a aquellas sensaciones que pueden resultarnos desagradables no es fácil y muchas veces ni siquiera se contempla como útil. Sin embargo, existen muchas razones por las que resulta recomendable quitarse las prendas:

Si queremos tener relaciones más significativas, es importante que nos detengamos a mirar al pasado y a sanar las heridas emocionales de nuestra infancia.
El cableado de conducción que transporta nuestros mensajes emocionales debe ser descubierto para que nuestras reacciones no nos manejen. Por ejemplo, cuando decimos que “nuestro hermano nos saca de quicio”, realmente estamos teniendo la sensación de que sabe en qué tecla tocar para enfadarnos.
Conocer estas pautas de reacción emocional y comunicarlas nos ayuda a regenerar nuestros pensamientos y nuestro estado de bienestar general.
Así, cuando realizamos una labor de autoconocimiento, nuestro diálogo interno puede lograr cambiar de “Las personas son peligrosas para mí” a “La forma en que me trataron me hizo daño, pero ya soy consciente y procuro que eso no influya”.
Cuando accedemos a nuestra herencia emocional y comprendemos cómo los sentimientos del pasado matizan las experiencias del presente, podemos ser más hábiles a la hora de establecer fuertes y sanos lazos de unión con quien nos rodea.
Ser conscientes de los filtros emocionales, de los abrigos y de las corazas que nos ponemos contribuye a hacernos hábiles lectores e intérpretes tanto de los intentos de conexión de los demás como de los propios.

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No es fácil desnudar a una persona herida
Desnudar emocionalmente a las personas muy marcadas por su pasado puede resultar difícil, pues hace falta lidiar con las corazas, con las prendas que le vuelven inaccesible, las desilusiones que envuelven a la persona, los miedos al rechazo, al abandono, a la soledad…

Para hacerlo se necesita ser inteligente, amar a la persona y abrir los oídos, los ojos y la piel desterrando los prejuicios y la actitud de juzgar. Es decir, una escucha activa emocional a través de todos los sentidos sin “peros” ni comas fuera de lugar.

Para hacer esto debemos saber que un desnudo emocional no se crea en cualquier tipo de ambiente sino que deben darse las condiciones idóneas para generar emociones, sentirlas, manipularlas, examinarlas y usarlas.

Los escenarios emocionales ideales para el desnudo son aquellos en los que prima la escucha desde el interior, la empatía y la inteligencia emocional. Escenarios en los que se potencia la comunicación y la comprensión con una gran base de respeto y tolerancia.

Solo así lograremos crear un ambiente emocionalmente distendido en el que realmente pueda darse en el encuentro íntimo, el desnudo de los miedos, de las inseguridades y de la verdad emocional. Solo así lograremos esos abrazos que rompen los miedos, que cierran nuestros ojos y que nos entregan al 200% en cuerpo y alma.

Psicología/Raquel Aldana
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El extraño LIBRO ROJO de Carl Gustav Jung

El libro rojo narra e ilustra bellamente las fulgurantes y aterradoras visiones de C.G. Jung acaecidas entre los años 1913 y 1916, y su audaz intento de comprenderlas desde 1914 hasta 1930.

El Libro Rojo, de Carl Gustav Jung

El estudioso de Jung ahora puede acceder al texto fundamental que consigna las génesis de su obra teórica y de su praxis. El lector interesado en aquello que en profundidad parece gestarse en nuestra época encontrará un estímulo para reflexionar sobre el destino de la humanidad.

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El Libro Rojo (en alemán Rotes Buch) es un manuscrito iluminado con bellas imágenes y florituras al estilo de los antiguos libros de la Edad Media, con una caligrafía muy cuidada, al más puro estilo gótico en todas sus variantes, incluso la cursiva, que siendo de caligrafía más descuidada está ejecutada de un modo admirable. Quienes conocen la obra de Jung sabrán apreciar bien este trabajo, hecho con pasión y tanto esmero y arte.

Arquetipos
el libro rojo

Este libro se llama popularmente “El Libro Rojo” debido a las tapas de este color de la cuidada encuadernación en cuero. Sin embargo, Jung lo tituló en latín con el nombre de Liber Novus (Libro Nuevo). Es un libro con un tamaño considerable, (40 x 30 cms) y fue guardado celosamente por los herederos de Jung hasta que fue oficialmente dado a conocer el año pasado aproximadamente por estas fechas.

los símbolos

Durante todo este tiempo, solo fue ojeado y estudiado por una docena de personas a lo sumo. Es increíble como un libro de esta índole ha sido guardado a la sombra por la familia de Jung, y más teniendo en cuenta que, al menos que se sepa, C. Gustav Jung no dejó en su testamento instrucción alguna con respecto a qué hacer con esta obra.

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El Libro Rojo es el producto de una técnica que desarrolló Jung al poco de dejar de trabajar junto con Sigmund Freud, con el que cada vez se sentía más distanciado. Él la denomina imaginación activa. En realidad, lo que sucedió puede interpretarse como un episodio psicótico que el mismo Jung vivió en aquellos años. Se le aparecieron dos personajes mentales, un anciano y una joven mujer, que el identificó con los nombres de Elías y Salomé. El anciano se convierte en la figura del Sabio que actúa de guía y Salomé es el anima. Estos personajes le convencieron de que había cosas que acontecían en su alma sin que él fuera artífice de las mismas. Es decir, ocurrían por si mismas como si tuvieran vida propia. Elias, que él llama también Filemón es la personificación del Espíritu, poseedor del Conocimiento Superior, que se expresa mediante imágenes míticas (los arquetipos del inconsciente colectivo). Salomé, el anima, intenta comprender que sucede mientras vive toda una serie de historias, psicodramas que se producen para alcanzar la comprensión.

El Libro Rojo, de Carl Gustav Jung


link: http://www.youtube.com/watch?v=RF9bVpDePN8&feature=related

         FUENTEhttp://granmisterio.org/
FUENTE http://www.taringa.net

http://nuevodesordenmundial.blogspot.com.es/2016/03/el-extrano-libro-rojo-de-carl-gustav.html

Adriana – Niños felices

Los 15 principios de María Montessori para educar niños felices
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Ayúdame a hacerlo por mí mismo.

María Montessori

Como siempre ocurre en materia educativa, hay fieles defensores y agudos detractores de la pedagogía que enunció Maria Montessori en su momento. Muchos afirman que a día de hoy la enseñanza, tal y como está estructurada, no ve como viable la metodología que introdujo la célebre educadora italiana de finales del siglo XIX y principios del XX.

Para ella, la escuela no es un espacio destinado únicamente a que un maestro o un profesor trasmita conocimientos de forma directiva, Montessori, defendía ante todo que el propio niño desarrollara sus capacidades de una forma más libre a partir de un material didáctico especializado.

Las aulas tenían alumnos de diferentes edades, ahí donde los propios niños eran libres de elegir el material a trabajar, y de ampliar sus habilidades de forma más autónoma. Eran ellos quienes marcaban su velocidad de aprendizaje según sus particularidades, envueltos siempre en un contexto menos rígido, donde las pizarras dejaban de tener tanta importancia, y donde los niños tenían libertad de movimiento en el aula.

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La perspectiva pedagógica de María Montessori tuvo un impacto mundial, y renovó muchos de los cimientos educativos mantenidos hasta entonces, hasta el punto de “chocar” bastante con esos sectores más conservadores y clásicos de la enseñanza.

A día de hoy, este método donde se enfatiza ante todo la libertad de aprendizaje y la responsabilidad del propio alumno en su proceso de adquisición de contenidos, no se aprecia en la mayoría de los centros. Podemos encontrarlo eso sí, en algunos colegios de línea privada donde se trabajan muchas de estas interesantes estrategias.

No obstante, tanto la pedagogía de la libertad de Montessori como la de la esperanza que formuló Paulo Freire en su momento, no vertebran demasiados pilares de nuestra educación actual (No al menos en muchos países).

Ahora bien, llegado a este punto puede que te preguntes ¿Dónde quedaba entonces el papel de las madres y los padres en la enseñanza de sus hijos? ¿Era importante? Era, ES, vital. El apoyo, la orientación y el cuidado de los padres es fundamental para educar niños felices, adultos autónomos y buenas personas el día de mañana.

Aquí de dejamos 15 de esos principios que enunció en su momento María Montessori, y que seguro te serán de ayuda.

Los mandamientos de María Montessori para los padres y madres

La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle.

María Montessori

Recuerda siempre que los niños aprenden de lo que les rodea. Sé su mejor modelo.
Si criticas mucho a tu hijo, lo primero que aprenderá es a juzgar.
En cambio, si lo elogias con regularidad, él aprenderá a valorar.
¿Qué ocurre si le muestras hostilidad al niño? él aprenderá a pelear.
Si se ridiculiza al niño de modo habitual, será una persona tímida.
Ayuda a que tu hijo crezca sintiéndose seguro a cada instante, será entonces cuando aprenda a confiar en los demás.
Si desprecias a tu hijo niño con frecuencia, se desarrollará un sentimiento muy negativo de culpa.
Propicia que tu hijo vea que sus ideas y opiniones son siempre aceptadas, con ello conseguimos que se sientan bien ellos mismos.
Si el niño vive en una atmósfera donde se siente cuidado, integrado, amado y necesario, aprenderá a encontrar amor en el mundo.
No hables mal de tu niño/a, ni cuando está cerca, ni cuando no lo está.
Concéntrate en que tu hijo está creciendo y desarrollándose de modo óptimo, valora siempre lo bueno del niño de tal manera que no quede nunca lugar para lo malo.
Escucha siempre a tu hijo y respóndele cuando él se acerque a ti con una pregunta o un comentario.
Respeta a tu hijo aunque haya cometido un error. Apóyalo. Lo corregirá ahora o quizá un poco más adelante.
Debes estar dispuesto/a a ayudar a tu niño si busca algo, pero debes también estar dispuesto a permitir que encuentre las cosas por sí solo.
Cuando te dirijas a tu hijo, hazlo siempre de la mejor manera. Ofrécele lo mejor que hay en ti mismo/a.

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Cuando un niño se siente seguro de sí mismo, deja entonces de buscar la aprobación de los adultos a cada paso.

María Montessori

Psicología/Valeria Sabater
https://lamenteesmaravillosa.com

Imágenes: Claudia Campbell, Les toiles d’az

Conocer algo a fondo cambia la manera de verlo físicamente

Expertos y desconocedores de la lengua árabe perciben de distinta forma las letras del alfabeto
Científicos de EE.UU. han descubierto que el conocimiento sobre un tema también cambia la manera de ver físicamente los objetos de ese tema. En concreto, lo han comprobado con letras del alfabeto árabe: los desconocedores de la misma ven similitudes y diferencias entre las letras distintas a las que ven los expertos en ella.

Los dos grupos (expertos y no expertos) veían las letras de forma bastante diferente. Imagen: Robert W. Wiley. Fuente: Universidad Johns Hopkins.
Los objetos -todos, desde automóviles hasta aves, pasando por las caras o las letras del alfabeto- son vistos de forma significativamente diferente por las personas familiarizadas con ellos, sugiere un nuevo estudio

Usando el alfabeto árabe como marco de referencia, investigadores de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, EE.UU.) estudiaron cómo los expertos y los profanos en la lengua veían varias letras y encontraron pruebas claras de que el procesamiento visual se ve influenciado por la experiencia. Sus resultados se publican en Journal of Experimental Psychology: Human Perception and Performance y están disponibles en línea.

«Se puede suponer que tenemos una maquinaria de visión básica y que se pueden detectar características de las diferentes letras, incluso si no se conoce el idioma. Pero ese no es el caso», dice la autora principal, Brenda Rapp, profesora del Departamento de Ciencias Cognitivas de la Universidad. «Lo que se sabe afecta a cómo se ven las cosas.»

Los investigadores, entre ellos Robert W. Wiley, estudiante postdoctoral en el laboratorio de Rapp, y Colin Wilson, profesor asociado en el Departamento de Ciencias Cognitivas, estudiaron a un grupo de 25 expertos en árabe y 25 personas que no conocen el idioma. El equipo mostró a los participantes 2.000 pares de letras, de uno en uno, y les pidió que determinaran si las letras eran las mismas o diferentes. Se midió la velocidad y la precisión de las respuestas, informa la universidad en una nota de prensa, recogida por EurekAlert!.

Los novatos eran más rápidos en diferenciar las letras mientras que los expertos fueron más precisos. Sin embargo, cuantas más características tenía una letra, más lentos eran los novatos. Los expertos eran justo lo contrario: cuantas más horizontales, espirales y curvas tenía una letra, mejor las diferenciaban.

Imagen: Unsplash. Fuente: Pixabay.

Imagen: Unsplash. Fuente: Pixabay.

El equipo también analizó los resultados utilizando la agrupación jerárquica para determinar qué letras parecían similares a los principiantes y cuáles eran iguales para los expertos. Todo el mundo tendía a ponerse de acuerdo sobre las relaciones entre ciertas letras pero también había divergencias completamente sorprendentes.

Los pares en los que tropezaban las personas que no eran expertas en árabe tendían a no parecerse nada a las que confundían a los profesionales. Los expertos estaban sesgados por aspectos no visuales que conocían de las letras, como los nombres de las mismas, la forma en que se escriben o cómo suenan.

«Cuando te conviertes en experto en la lectura de un alfabeto, ¿qué cambia eso? ¿Su sistema visual ve la misma cosa que un principiante? Decimos que no», dijo Wiley. «Si usted es un experto, las cosas que le parecen complejas a un principiante a usted le parecen simples.»

Los hallazgos deberían afectar no sólo a las letras, sino a todo lo que vemos, dicen los investigadores.

«Lo que encontramos debe ser cierto para cualquier tipo de objeto: coches, pájaros, caras.La experiencia importa, cambia la forma de percibir las cosas», dice Wiley. «Parte de ser un experto es aprender lo que importa y lo que no importa, incluidas las características visuales. Se sabe lo que se busca».

Referencia bibliográfica:

Robert W. Wiley, Colin Wilson, Brenda Rapp. The Effects of Alphabet and Expertise on Letter Perception.Journal of Experimental Psychology: Human Perception and Performance (2016). DOI: 10.1037/xhp0000213.

http://www.tendencias21.net/Conocer-algo-a-fondo-cambia-la-manera-de-verlo-fisicamente_a42157.html

Aida. Emociones: de dónde provienen y por què influyen en la realidad

No hay que esforzarse por sentir enojo, impaciencia, ansiedad o tristeza, así como tampoco nadie se esfuerza por estar enfermo ni tener problemas o andar sin dinero peleando por todos lados. El ser humano tiende a la búsqueda de cosas que considera grandiosas, que le generan una sensación de libertad, paz y confianza, cuando nos esforzamos por algo nuestra finalidad es ganar ya sea más bienestar, abundancia y/o poder.

Cualquier problema que tengas en este momento, si observas, está relacionado con una emoción: si no tienes dinero, si estás enfermo, si te sientes limitado o poco realizado, entonces puedes sentirte enojado, frustrado, triste y deprimido, con miedo, tristeza o ansiedad sin causa aparente, etc.

Podrías pensar que es la realidad la que te hace enojar, o que es “ese tonto” el que te despierta tu agresividad. Puedes pensar que la situación del mundo te hace sentir mal o con miedo, pero no es así. La realidad sólo está ahí, frente a nosotros, sucediendo. Somos nosotros, nuestra forma de ver e interpretar la realidad, la que dispara nuestras emociones y la forma en cómo influimos en ella.

Las emociones son reacciones que suceden dentro de nosotros frecuentemente, durante todo el día y a lo largo de toda nuestra vida, se prenden de forma espontánea cuando nos “mezclamos” o interactuamos con la familia, amigos, problemas, etc. Aprender a dominar la energía emocional es uno de los primeros retos para empezar a transformar e influir de forma realmente poderosa en la realidad.

El enojo, la impaciencia e intolerancia, el miedo y la depresión, sólo significan una cosa: que la realidad te tiene dominado. Y entre màs intensas son estas emociones, más dominado te tienen.

Por ejemplo: Muchos piensan que cuando gritan dominaran la situación con su enojo y hasta agresividad. Pero no es así. Cuando te enojas, la situación te tiene tan dominado, que entonces usas el recurso de la agresión o golpes para enfrentarte, el recurso de lo físico, que es el recurso más básico y elemental para solucionar las cosas.

Si no comprendes como dominar y entender la energía emocional, no importa cuántas veces pienses cosas lindas o positivas, la realidad seguirá afectándote o seguirán creciendo las cosas que no deseas o te limitan.

¿Qué es lo que provoca tus emociones y como empezar a dominarlas?

Las emociones provienen de nuestra mente, de la forma en cómo pensamos y vemos la vida…

Vivir SabiaMente

Aida. Programas y patrones en la memoria y consciencia celular

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Es impresionante la cantidad de información que se guarda en multitud de sitios diferentes en nuestro complejo sistema físico y energético. Nuestra esfera de consciencia aloja en su centro de gravedad la conexión con nuestro Yo Superior, su superficie es nuestra consciencia artificial, y los miles de puntos que la forman es nuestra personalidad virtual a través de centenares de “Yos”, sub-personalidades o facetas de nuestra fachada ante el mundo. Nuestro programa ego gestiona la psique y la mente, compuesta por centenares de programas, patrones y arquetipos en seis esferas mentales diferentes, que abarcan desde el pre-consciente hasta la mente subliminal. El cuerpo mental en sus diferentes sub-capas y estratos es el repositorio de millones de datos, experiencias, vivencias, formas mentales de todo tipo. El patrón conductual marca nuestro comportamiento y carácter base, así como las modificaciones constantes que se realizan en el mismo, tanto las que queremos como las que nos imponen externamente, grabándonos en las runas formas de reaccionar ante el mundo según interese. Los átomos simiente actúan de enorme “caja negra” y base de datos de lo que sucede en cada uno de los cuerpos sutiles respectivos a los que pertenecen, enlazados por el llamado cordón de plata. El ADN a nivel energético contiene información en varios sectores y a diferentes niveles sobre todas nuestras áreas de vida, composición multidimensional y decenas de programas, y, por si el estudio y compresión de todo esto, para posterior sanación de posibles bloqueos y problemas causados por disfunciones en estas áreas,  no fuera suficiente para explorar y tratar de escribir alguna página más en el manual de cómo estamos hechos los seres humanos, también hemos de sumar la enorme cantidad de información, programas y patrones que se almacenan en la memoria celular, de órganos, tejidos, huesos, músculos, etc., y que pueden marcar enormemente el estado vibracional, energético, y, por supuesto, mental y emocional de cada uno.

La inteligencia celular y la memoria del cuerpo

Todos los que trabajáis conscientemente con el vehículo que nos permite tener un soporte para movernos por este plano físico, o al menos os habéis parado a escucharlo alguna vez, sabéis que el cuerpo tienen memoria, tiene inteligencia, tiene conciencia. La tiene desde el primer momento que las células empiezan a desdoblarse para crecer y dar forma a este traje humanoide que habitamos. El primer acuerdo que hacemos con nuestro cuerpo sucede en el momento de nuestra encarnación, dónde la consciencia y el ser que somos se ha de poner a colaborar con la conciencia del cuerpo. En la mayoría de los casos se llevan bien, se aceptan, y ambas conciencias se convierten en una sola, con una especie de acuerdo simbiótico, sin el cual, ni la una ni la otra podrían funcionar a su máximo nivel. El cuerpo sin la conciencia directora de la mónada, el Yo Superior, el alma y el resto de aquello que somos, no sería más que una máquina biológica con una limitada consciencia de si mismo. Por otro lado, nosotros, sin el vehículo de crecimiento y experimentación que es el cuerpo, no podríamos jamás adquirir experiencias y crecer en nuestro camino de compresión de la vida y evolución a través de la misma.

Pero ¿de dónde viene la memoria de las células?

No es demasiado complicado. El cuerpo tiene memoria, ya lo hemos dicho, de hecho, la memoria y consciencia del cuerpo no es más que la suma de los trillones de pequeñas memorias y conciencias de cada una de nuestras células, cadenas de ADN y elementos químicos de los que estamos hechos. Ese conjunto responde como una sola entidad, con la cual podemos “conversar”, hablar, comunicarnos. Muchos ya lo hacen, a través de la kinesiología, otros muchos a través de la meditación o la terapia craneosacral, y otros muchos más no tienen ni la más remota idea de que pueden hacerlo.

Pero lo que si que sabemos es que todos estamos hechos de millones de células, que contienen en su núcleo la información necesaria para la función que realizan, y para el conjunto al que pertenecen, y con el cual deben interactuar. No solo la célula “nace” de base con una codificación determinada para su trabajo, dada por el ADN, sino que además recoge y graba en su memoria las impresiones recibidas, los patrones adquiridos y los programas que ejecutamos. Esto es posible porque toda la parte física de nuestro cuerpo son mónadas con aspecto materia que en su momento llamamos de “tipo 3”. Para recordar la explicación de los diferentes tipos de “bloques básicos” que forman todo lo que existe podéis remontaros a este artículo primero y luego a este otro.

Mónadas que “aprenden” por almacenamiento de patrones

Nuestras células, moléculas y átomos físicos tienen un tipo de conciencia que evoluciona por derecho propio gracias a la grabación y repetición de la información que registran, pues es lo que les permite hacer el nivel de conciencia de las mónadas de tipo 3 que lo forman. Por eso todo componente del cuerpo orgánico que usamos sabe que tiene que hacer, pues está genéticamente codificado en cada una de sus células, que está a su vez codificado en la conciencia de las mismas, que no es otra cosa que el agregado de conciencia de las miles o millones de mónadas que forman esa célula en particular, almacenando una serie de patrones y funciones a ejecutar, y hacerlo sin intervención externa.

A la hora de hacer sanaciones profundas, la memoria celular tiene un papel muy importante. Una impresión recibida de niño que guarda en la memoria y consciencia celular de algún órgano un miedo, puede activar en la psique de la persona ese mismo miedo si el cuerpo reacciona ante algún estímulo parecido al que la célula tiene guardado en su memoria. Un encuentro con alguien que nuestro cuerpo recuerda como “negativo”, por un evento con tal o cual persona, puede hacer saltar en el cuerpo mental, el emocional, en las esferas mentales o incluso en el programa ego decenas de mecanismos de todo tipo, cualquier programa, recibido en cualquier momento grabado en cualquier músculo, puede generar una disfunción a nivel etérico que termina provocando molestias a nivel físico, etc. Parte de las dolencias producidas por lo que anteriormente habíamos llamado memorias kármicas incluyen la activación latente de patrones en la memoria celular.

Todos los componentes del cuerpo físico son proclives a almacenar todo tipo de patrones y programas. Cuando hacemos sanación, salen y se liberan, evidentemente, los negativos, pero nuestras células recogen todo tipo de información y la ejecutan automáticamente, sin hacer juicios de valor asociados (pues no tienen la capacidad de autoevaluación que ya poseen mónadas más avanzadas) sobre si se debe “activar” o no ese patrón almacenado. Puesto que las células, a nivel individual, van muriendo y van siendo reemplazadas, ese programa o patrón negativo queda registrado en la memoria global del órgano en cuestión, no siendo determinante una única célula para ello, sino el conjunto de las que lo componen en un momento dado.

La piel, por ejemplo, como un enorme tejido vivo que es, es un área dónde decenas de programas y patrones quedan registrados, que luego pueden estar latentes o activados, provocando que, de repente, “emitamos” al mundo, si se activa cualquiera de ellos, una enorme cantidad de formas energéticas que indica tal o cual cosa de nosotros (por ejemplo, si se registra una impresión asociada a algún miedo en la memoria celular, y esta se activa, emitiremos inconscientemente una cantidad de energía de “miedo” que, de un modo u otro, se verá reflejada a nuestro alrededor, sea por como nos sentimos de repente a nivel emocional, mental o por el reflejo de la realidad exterior de nuestra realidad interior).

Más energía y posibilidad de sostener estados vibracionales elevados

La liberación de todos estos patrones y programas negativos en nuestra memoria celular nos permite llevar a nuestro cuerpo físico a niveles energéticos y vibracionales superiores, y es que el cuerpo físico, como el más denso de los vehículos y cuerpos sutiles que poseemos, es el que marca que nivel de “energía” podemos sostener en nuestra conexión con otros planos superiores. Imbuir un estado de consciencia muy elevado requiere de un cuerpo físico con un cierto grado de vibración energética, libre de patrones negativos en su memoria celular que lo lastran. Para su limpieza, cualquier técnica sirve, mientras sea capaz de detectar que patrones hay almacenados, y aplique la energía necesaria para su transmutación.

un abrazo,
David Topí

Pilotos novatos aprenden a manejar un avión «guiados» por las ondas cerebrales de sus colegas expertos

El término ciencia infusa se utiliza para poner en evidencia a los estudiantes “vaguetes”, a los que se les dice que el conocimiento no va a llegarles de forma gratuita por esa vía. Sin embargo, tal vez estemos un paso más cerca de que la ciencia infusa sea una realidad.

El “conocimiento no adquirido mediante el estudio, sino atribuido en algunas tradiciones a factores sobrenaturales”, como se define a esa cómoda forma de aprender, podría ser una realidad mediante la transmisión de patrones de ondas cerebrales. Al menos eso es lo que asegura un estudio publicado enFrontiers in Human Neuroscience, según el cual pilotos novatos han aprendido a manejar un avión guiados por las ondas cerebrales de sus colegas expertos.

“Medimos los patrones de actividad cerebral de seis pilotos comerciales y militares, y luego se transmitieron estos patrones a otros principiantes mientras aprendían a pilotar un avión en un simulador de vuelo”, explicaMatthew E. Phillips, de Laboratorios HRL. El entrenamiento en simuladores de vuelo es una parte importante de la formación de pilotos de avión desde mediados de 1970.

Los investigadores de HRL han utilizado para “transmitir” la experiencia de los expertos a los pilotos en formación una técnica no invasiva denominada estimulación transcraneal de corriente continua (tDCS, por sus siglas en inglés) con el fin de mejorar el aprendizaje y la destreza de los pilotos en formación.

La tDCS aplica una corriente eléctrica continua (como la que produce una batería, una apila o una dinamo) de baja intensidad a tra­vés de unos electrodos dispuestos sobre el cuero cabelludo. Aunque existe una gran pérdida de corriente en el cuero cabelludo y el cráneo, parece que la corriente que alcanza la corteza cerebral es suficiente para ejercer su acción sobre las neuronas.

Las células cerebrales también funcionan con electricidad, que generan moviendo iones a través de la membrana celular y creando una diferencia de potencial igual que en una pila (potencial de membrana). Cuando la tDCS alcanza la superficie de la corteza cerebral, modifica el potencial de transmembrana neuronal, variando el nivel de excitabilidad y modulando la frecuencia de descarga neuronal. Esta técnica se conoce también como neuromoduladora.

La estimulación se aplicó en la corteza prefrontal dorsolateral (memoria de trabajo) o en la corteza motora izquierda (M1), en un experimento aleatorizado, doble ciego. La actividad cerebral se midió mediante electroencefalograma (EEG) y Espectroscopia funcional del Infrarrojo Cercano (fNIRs)

En el experimento, los aprendices que recibieron estimulación cerebral a través de unos electrodos colocados en la cabeza mejoraron sus habilidades de pilotaje respecto al grupo control. Para llegar a esta conclusión, los investigadores midieron, entre otros parámetros, la fuerza-g (aceleración) promedio del avión durante el aterrizaje simulado y la compararon con los sujetos control que recibieron un simulacro de estimulación”, explica Phillips. La fuerza g, o sensación que experimentan las personas sometidas a una aceleración, es un indicador inmediato de la habilidad de los pilotos en el aterrizaje, la fase más difícil y crítica. Durante el entrenamiento en el simulador, se pide a los futuros pilotos que traten de minimizarla al máximo.

El estudio de HRL es uno de los primeros en mostrar que la tDCS es eficaz para acelerar el aprendizaje práctico y la destreza de los pilotos. Phillips especula que acelerar el aprendizaje con la estimulación cerebral podría ser algo común en el futuro. ”A medida que descubramos más acerca de la optimización, la personalización y la adaptación de los protocolos de estimulación del cerebro, probablemente veremos cómo estas tecnologías se convierten en rutina en entornos de formación y de las clases”, indica Phillips. Y añade que “la estimulación cerebral podría implementarse para clases de formación conductores, el aprendizaje de idiomas o la preparación para el SAT (Scholastic Aptitude Test o Scholastic Assessment Test, una prueba estandarizada frecuentemente usada para seleccionar el ingreso a la educación superior en los Estados Unidos).

Pilar Quijada
http://www.periodicoelnuevomundo.com/2016/02/pilotos-novatos-aprenden-manejar-un.html

Experimento muestra que las personas confían en los robots sobre sus propios instintos de supervivencia

¿ confiaría en un robot que le llevará fuera de un edificio en llamas?

Un estudio reciente ha demostrado que la mayoría de nosotros seguiría ciegamente a un «robot guía de emergencia».

Un experimento mostró que en un  simulacro de incendio, los participantes obedecían instrucciones del avión no tripulado a pesar de que se les había dicho que no era fiable de antemano.

El estudio, realizado por los ingenieros de Georgia Tech Research Institute, en los EE.UU., se cree que es el primero en estudiar la confianza humana en un robot en una situación de emergencia.

Georgia Techrobots de emergencia
Bueno en una situación peligrosa para la vida? robots de emergencia

«La gente parece creer que estos sistemas robóticos saben más sobre el mundo de lo que realmente hacen, y que nunca cometer errores o tener cualquier tipo de avería, ‘dijo Alan Wagner, un ingeniero de investigación en el Georgia Tech Research Institute (GTRI ).

«En nuestros estudios, los sujetos siguieron las instrucciones del robot hasta el punto en el que podría haberlos puesto en peligro este había sido una emergencia real.»

Georgia Techrobots de emergencia
Peligro: Los resultados mostraron personas siguieron ciegamente los robots de emergencia

Para el estudio, los investigadores reclutaron a un grupo de 42 voluntarios.

Se les pidió que se siga un robot de colores brillantes que tenía las palabras «Guía de Emergencia Robot ‘escrita en su lado.

El robot llevó a los voluntarios a una sala de conferencias, donde se les pidió que completar una encuesta sobre robots y leer un artículo de la revista no relacionado, pero no se les hubiera dado la verdadera naturaleza del experimento.

En algunos casos, el robot, que estaba controlado por un investigador oculto, llevó a los voluntarios en la habitación equivocada y viajó alrededor de un círculo dos veces antes de entrar en la sala de conferencias.

Desde hace varios sujetos de prueba, el robot dejó de moverse y un experimentador dijo a los sujetos que el robot había derribado.

Georgia Techrobots de emergencia
¿Seguir? robots de emergencia no condujeron a los voluntarios de seguridad

Una vez que los sujetos se encontraban en la sala de conferencias con la puerta cerrada, el pasillo a través del cual los participantes habían entrado en el edificio estaba lleno de humo artificial, lo que provocó una alarma de humo.

Cuando los sujetos de prueba abrió la puerta de la sala de conferencias, al ver el humo y el robot, que luego fue brillantemente iluminada con LEDs rojos y blancos «brazos» que sirvieron como indicadores.

El robot dirigido a los sujetos a una salida en la parte trasera del edificio en lugar de hacia la puerta marcada con señales de salida que se habían utilizado para entrar en el edificio.

Paul Robinette, ingeniero de investigación GTRI dijo: «Esperábamos que si el robot había demostrado ser poco fiable para guiarlos a la sala de conferencias que la gente no seguirla durante la emergencia simulada.»

En su lugar, todos los voluntarios siguieron las instrucciones del robot, no importa lo bien que se había realizado previamente.

«Estamos absolutamente no esperábamos esto», continuó.

Los investigadores creen que los voluntarios tratados el robot como una «figura de autoridad» a los que eran más propensos a confiar en el caso de una emergencia.

Sólo cuando el robot ha incurrido en errores obvios durante la evacuación que algunos participantes cuestionaron sus direcciones, pero otros todavía siguió sus instrucciones, incluso cuando se dirigían a una habitación oscura abarrotada de muebles.

http://www.mirror.co.uk/news/world-news/shock-experiment-shows-people-mistakenly-7471560

¿El cerebro entiende palabras mientras dormimos?

Sabemos que al dormir baja nuestra actividad cerebral, pero no toda ella, ya que el cerebro continúa funcionando y respondiendo a estímulos.

Hay gente que dice poder hacer ciertas tareas hasta dormidos, lo que no solo es un dicho, ya que lo cierto es nuestro cerebro es capaz de entender palabrasincluso cuando estamos en los brazos de Morfeo

¿Qué puede hacer nuestro cerebro al dormir?

Un cerebro dormido no es un cerebro apagado y así lo demuestra una investigación conjunta entre científicos de Cambridge y Paris. Estos investigadores realizaron un experimento con un grupo de personas, a las cuales se les hacían preguntas sobre palabras, primero despiertos y después dormidos. En ambos casos, eran capaces de responder correctamente.

La actividad cerebral se midió mediante un electroencefalograma y la tarea era bastante simple: Debían clasificar palabras como objetos o animales apretando un botón, muchos dirían que es tan sencillo que puede hacerse hasta dormidos y tienen toda la razón.

En cada mano, llevaban un botón; izquierda para objetos y derecha para animales. Tras realizar el test despiertos, se le llevó a una habitación oscura donde se tendieron en una cama y una vez que los patrones cerebrales mostraban que estaban comenzando a dormirse, se repitió el test.

Los científicos concluyeron que el cerebro humano es capaz de desarrollar diferentes tareas mientras dormimos, especialmente aquellas consideradas como automáticas. Como la respuesta era tan obvia en el caso de las palabras, la tarea no requería de un mayor procesamiento. La única diferencia, es que cuando estaban dormidas, las personas tardaban algo más en reaccionar.

Aprovechando el tiempo de sueño

Los humanos, pasamos alrededor de 7 horas al día durmiendo, tiempo que consideramos no productivo, pero gracias a los resultados de la investigación que demuestran que el cerebro es capaz de procesar información mientras dormimos, se podría sacar provecho de esas horas.

El cerebro dormido, realiza tareas automáticas de forma inconsciente y es capaz de reconocer palabras, sonidos y lo que representan.

La tarea de los científicos es encontrar cómo podríamos aprovechar dicha propiedad de nuestro cerebro para beneficios personales. Ya se sabe que somos capaces de realizar cálculos y ecuaciones de baja complejidad mientras estamos pegados a la almohada.

Si bien se ve prometedor, todavía se requiere más investigación, pero, quién sabe, pronto podríamos aprovechar esas horas de sueño para practicar para un examen o afilar nuestras habilidades. Lo que queda por hacer, es saber si usar nuestro cerebro en estas tareas compromete o no la calidad de nuestro sueño.

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Aida. Para ser feliz tomo decisiones

Atreverse

Estamos constantemente tomando decisiones, ya sea de manera consciente o inconsciente. Vamos dirigiendo nuestro rumbo con las elecciones que hacemos, desde asuntos más banales, como la película que queremos ver en ese momento, hasta cuestiones más relevantes como nuestras creencias, trabajo, estudios, pareja, etc. Pero, ¿hasta qué punto somos conscientes de todas estas decisiones que estamos haciendo?

Tomamos tantas decisiones al cabo del día que las tenemos ya automatizadas, no somos conscientes de la mayoría de ellas. Esto sucede porque nuestro cerebro busca ahorrar energía y a la hora de tomar decisiones cotidianas o intrascendentes se activa de una forma intuitiva y rápida.

Analizar esta teoría, la de cómo funciona nuestra mente en la toma de decisiones, llevó al psicólogo Daniel Kahneman a ganar un premio Nobel de economía en el 2002, haciendo un estudio sobre el comportamiento racional e intuitivo de las personas.

Kahneman demostró que nuestro cerebro tiene dos vías con las cuales tomamos las decisiones. Una vía más rápida: intuitiva y emocional (la que más solemos utilizar) y otra vía que es más lenta: supone esfuerzo y es racional. De una forma u otra somos responsables de nuestras decisiones y es algo que no podemos obviar.

“Cuando debemos hacer una elección y no la hacemos, esto ya es una elección.”
-William James-

Cómo estamos condicionados por nuestras decisiones

El resultado de las decisiones que tenemos automatizadas tienen una estrecha relación con nuestro aprendizaje, nuestras experiencias, la educación que hemos recibido, las creencias que tenemos y los errores cometidos. Y es que estamos influenciados por infinidad de factores que determinan nuestra conducta.

¿Crees que eliges libremente lo mejor para ti en este momento? La mayoría de elecciones que hacemos, están basadas en nuestra experiencia y los aprendizajes que hemos adquirido. Cuando nos dejamos llevar de forma rápida e intuitiva, no estamos atendiendo realmente a lo que es mejor para nosotros en el momento presente.

En el momento presente somos el producto de las decisiones que hemos ido tomando. Emitiendo unas conductas en vez de otras, hemos obtenido una serie de vivencias y hábitos que determinan lo que somos en este preciso instante, aquí y ahora. No podemos rechazar la responsabilidad que esto conlleva.

Mujer pensando decisiones

“Las grandes decisiones de la vida humana tienen como regla general mucho más que ver con los instintos y otros misteriosos factores inconscientes que con la voluntad consciente y bien el sentido de razonabilidad.”
-Carl Gustav Jung-

Todo lo que decidas tiene consecuencias

Una buena parte de lo que supone la responsabilidad, es tener en cuenta y hacernos conscientes de que toda decisión que tomemos, y que no tomemos, tiene consecuencias. Y de nada sirve quedarse indiferente ante ellas, ya que de una forma u otra nos afectan e influyen. Nosotros elegimos si ser los protagonistas de lo que vivenciamos o simples espectadores.

Ser consciente de las repercusiones y consecuencias de nuestras decisiones, supone tomar las riendas de nuestra existencia. En el momento en el que optamos por evitar una decisión, ya la estamos tomando. Estamos siendo indiferentes, quedando a merced de las circunstancias, sin que tomemos ningún tipo de medida, dejando de ser partícipes así de nuestra experiencia.

Nos quejamos del tipo de vida que tenemos, de nuestra infelicidad y las desgracias que nos acontecen. Utilizamos el victimismo para resolver lo que no entendemos o para manipular, intentando conseguir lo que queremos. Somos capaces de hacer de nuestras vidas una cárcel que nosotros mismos hemos creado.

Podemos decidir tener otro tipo de vida, donde nosotros ponemos las normas, eligiendo cómo comportarnos ante cada circunstancia, haciéndonos cargo de las consecuencias. A pesar de que nos invadan los miedos, las inseguridades, la incertidumbre y el sentimiento de culpa. Si logramos combatir todos nuestros fantasmas obtendremos exactamente la vida que queremos, sin necesidad de lamentaciones.

Mujer tumbada mirando por la ventana

Elijo ser feliz

Si lo que realmente queremos es ser felices, no podemos quedarnos parados esperando a que la felicidad llegue por sí misma. La felicidad se alcanza mediante la actitud que tomamos ante las circunstancias inevitables que se presentan en nuestras vidas. Esto supone un esfuerzo, ya que tendremos que tomar decisiones que rompan con los hábitos que alimentan nuestros más profundos temores.

“Todo puede serle arrebatado a un hombre, menos la última de las libertades humanas: el elegir su actitud en una serie dada de circunstancias, de elegir su propio camino. ¿No podemos cambiar la situación? Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento.”
-Viktor Frankl-

Yo elijo ser feliz: me enfrento a mis miedos, admito, acepto y corrijo mis errores en la medida en la que puedo. Comprendo mi inseguridad, mis necesidades, mi angustia y mi malestar. Ya no rechazo todo eso que forma parte de mí. Me hago compañía en lasoledad, libero mi tristeza. Tomo decisiones para no ser víctima de las circunstancias y así es como consigo la paz en la que puede descansar mi felicidad.

La Mente es Maravillosa

Aida. Controlar el cerebro; el fin de los arcontes

Muy buen día para todos.
Hace como unos 15 años atrás me sentía plenamente convencido que dentro del cerebro existía alguna parte nociva que nos inducía a hacer las cosas muy mal.
Con el tiempo y la lectura de muchos libros y teorías se hablaba de *el otro yo*, algunos decían que dentro nuestro habitaban tanto ángeles como demonios.
Con el tiempo la Gnosis y su enorme Conocimiento vino a darme muchas explicaciones sobre ese tema.
Hoy, la mismísima Ciencia Médica afirma descubrir mecanismos de pensamiento a los cuales accedemos, y cuando lo hacemos…las cosas nos salen mal.
Es evidente que dentro de la caja craneal se encuentra algo que no es perfecto, tiene trampas…, hablo del cerebro.
Nadie perfecto puede crear algo imperfecto puesto que si dentro del cerebro accedemos a *ciertas áreas*..nos transformamos en imperfectos.
Dificulto que, quien dice habernos creado materialmente hablando, hubiera complicado tanto las cosas poniéndonos *trampas* dentro de nuestro cerebro para que nos equivoquemos y nos vaya tan mal.., si nos hubiera amado como dicen, nuestro cerebro no tendría sectores *fallados*, de los cuales abrevamos cada vez que *pensamos* y luego *sentimos*…para después…manifestarlo.
Dificulto que se nos haya puesto por amor una parte del cerebro que nos autodestruye, y nos enferma…
Habrá de ser que nuestro cerebro debió ser el original, puro, espiritual y perfecto, pero el relato Gnóstico nos explica cómo al atrapar a nuestro Espíritu en la carne, se le ató lo que llamamos *alma*, que a mi entender, no sólo es el ánima que nos permite estar vivos, sino también es la parte de nuestro cerebro infectada, a la cual accedemos cuando no hemos descubierto a la otra, la espiritual.
Los arcontes al preparar al nuevo viviente por nacer le atan un *alma* a su Espíritu intentando que ésta, lo mantenga inactivo, y nosotros en nuestro libre albedrío equivoquemos el acceso al área cerebral correcta. Libre albedrío que tampoco es tal si tenemos en cuenta que todas las trampas de éste mundo, como puede ser la ingeniería social, lo subliminal, el bombardeo mental e incluso el alimenticio, o las ondas ELF y demás artilugios que nos rodean para *controlarnos*, están íntimamente *unidos* a esa parte cerebral corruptora. Si fuésemos estimulados socialmente y en la vida cotidiana para acceder al lado correcto, no tengo dudas de que el trabajo de los arcontes no tendría éxito.
Cuán nociva y tramposa es esa zona cerebral, que hasta logra que nos enfermemos por nosotros mismos…
Hecha ésta introducción, me despido y les dejo ésta interesantísima nota con la Dra. Neuróloga Suzanne O’Sullivan…como para que se pongan a pensar en éstas cosas…;
La mayoría de la gente acepta sin problema que el corazón le palpite con fuerza cuando ve a la persona de la que está enamorado o que le tiemblen las piernas cuando va a hablar en público. Son emociones que provocan síntomas físicos reales. Sin embargo, cuesta aceptar que los mismos pensamientos que te encogen el estómago puedan llegar a provocar dolencias tan graves como ceguera, convulsiones o parálisis. Y sin embargo, así lo recoge Suzanne O’Sullivan en su libro *Todo está en tu cabeza* , en el que hace un repaso por algunos de los casos de enfermedades psicosomáticas más impactantes con los que ha lidiado a lo largo de su carrera.
Una vez, la neuróloga O’Sullivan tuvo una paciente llamada Linda que se había notado un pequeño bulto en el lado derecho de la cabeza. Era solo una acumulación de grasa, pero no dejaba de hacerse pruebas y comprobaciones.
Al poco, perdió la sensibilidad del brazo y la pierna derechos: la paciente estaba segura de que el bulto había llegado al cerebro. Cuando O’Sullivan la vio, la parte derecha de su cuerpo, donde tenía el bulto, había perdido todo movimiento y sensibilidad. El hecho de que Linda no supiera que la parte derecha del cerebro controla la parte izquierda del cuerpo había hecho que su mente se equivocara al crear sus síntomas. Linda sufría un trastorno psicosomático: sus pensamientos le causaban síntomas de una enfermedad que no tenía.
*Tu cuerpo te está diciendo que algo no va bien dentro de ti y que no lo estás viendo*
Cuando O’Sullivan se estaba especializando como neuróloga, le enseñaron a despachar a los enfermos que tenían síntomas físicos causados por conflictos mentales. *Todos mis pacientes tenían convulsiones pero en el 70% de los casos no tenían epilepsia: por más que les examinaba no encontraba ninguna lesión ni causa neurológica que explicase sus síntomas. Tenía que ser algo psicológico*. Pero decirles que no tenían epilepsia y mandarlos a casa no les suponía ningún tipo de consuelo, así que la doctora se sintió obligada a encontrar la manera de ayudarles.
Fue en 2004 cuando empezó a hacer algo al respecto.
Desde entonces, cuando da con un paciente con síntomas pero sin lesiones neurológicas, intenta hacerle entender que el origen de sus males es un problema psicológico que no está resolviendo bien. Pero los pacientes no suelen aceptar este diagnóstico.
*Tienen un estrés mental del que no son conscientes y alguien les está obligando a enfrentarlo. Esos síntomas son una manifestación del organismo: tu cuerpo te está diciendo que algo no va bien dentro de ti y que no lo estás viendo*, cuenta la neuróloga.
Nadie está a salvo de estas enfermedades, hay cientos de causas que las originan. Según O’Sullivan, los casos muy extremos, como los ataques o las parálisis, suelen nacer de traumas psicológicos severos; los menos graves pueden surgir de un cúmulo de agobios pequeños que los pacientes no saben gestionar. *Depende de la atención que la persona presta a los dolores. Si se obsesionan y tratan de buscar una y otra vez una explicación médica que no existe, es posible que acaben desarrollando la enfermedad psicosomática*, explica O’Sullivan.
*Las discapacidades que ideamos son tan infinitas que ya he dejado de creer en los límites*…
Para curarse, la atención psicológica es indispensable. Según O’Sullivan, lo primero es abandonar la idea de que hay una enfermedad orgánica. La siguiente fase es ver cómo la mente afecta al cuerpo: si sientes palpitaciones y te das cuenta de que tienes ansiedad, empezarán a ser mucho menos graves al saber por qué están causadas. Pero si las asocias a problemas del corazón y las pruebas médicas no reafirman tu idea, probablemente te obsesiones y las palpitaciones empeoren.
*A veces los pacientes desean desesperadamente que encuentres un mal resultado en las pruebas, que pongas nombre a su enfermedad y les recetes unas pastillas que justifiquen sus dolores*, cuenta la neuróloga.
Este problema es mucho más común de lo que parece. El 30% de las personas lo sufre y la inmensa mayoría ni siquiera lo sabe.
Tras más de diez años de dedicación a las enfermedades psicosomáticas, Suzanne O’Sullivan sigue sin poder elegir cuál ha sido el caso más grave que ha visto. *Los casos más duros son los de la gente que enfermó cuando tenía 16 años y a los 50 sigue viendo a médicos. Están ciegos o en silla de ruedas y siguen operándose. Hay gente que conozco que come a través de un tubo pero no tiene ninguna enfermedad orgánica. Cada parte de su cuerpo ha sido afectada por su mente*.
Para Suzanne O’Sullivan ya nada es increíble.
*Las discapacidades que creamos con nuestra mente son tan infinitas que ya he dejado de creer en los límites*.
De una simple dolencia, como un dolor estómago por estrés, se puede pasar a un trastorno cuando los síntomas exceden la normalidad e incapacitan poniendo en peligro la salud. Este es el caso de Matthew, cuyas búsquedas en internet le hicieron creer que padecía esclerosis múltiple hasta el punto de que sus piernas llegaron a paralizarse. O el ejemplo de Yvonne, quien estaba convencida de haberse quedado ciega tras recibir un aerosol de limpieza en los ojos.
*Su sensación de ceguera era tan real que ella necesitaba hacerse pruebas una y otra vez para poder encontrar la causa.
Es como una adicción*, afirma la doctora.
Pero en ambos casos, experiencias vividas por O’Sullivan y detalladas en su libro, no había enfermedad alguna, todo lo estaba generando la mente que tiene un enorme poder sobre el cuerpo como demuestran las reacciones que no controlamos: lágrimas de tristeza, temblor de manos de nerviosismo o sonrojo de verguenza.
Detrás de las dolencias y trastornos psicosomáticos hay motivos psicológicos y trastornos emocionales no resueltos.
*Sólo se superan estas enfermedades si las detectas a tiempo, una vez establecidas es muy difícil deshacer el nudo*, apunta.
Y eso si el médico ha conseguido detectarlo, ya que muchos prefieren diagnosticar una patología física antes que cometer un error. *No se dan cuenta del daño*, apunta la doctora, quien resalta, además, el enorme gasto que esto genera el sistema sanitario.
En el centro de la controversia se sitúa la ausencia de pruebas que corroboren estas enfermedades psicosomáticas y se une la falta de formación en la carrera de Medicina.
*Pero algo está cambiando, hay un grupo de médicos, aunque se cuentan con los dedos de una mano, que están interesados*, señala la neuróloga, quien confía en que aumenten los recursos para poder investigar unas dolencias que se manifiestan de mil maneras diferentes, *por lo que no estoy muy convencida de que influya algún factor genético*.
*El cerebro juega con nosotros, tiene mil trucos para engañarnos. Siempre que doy una charla, pongo el ejemplo del gorila invisible.
Le enseñas a un auditorio inteligente un vídeo y le pides que se fijen en algo concreto, por ejemplo, que cuenten cuántas veces las personas que aparecen se pasan la pelota. Y un hombre vestido de gorila atraviesa la escena… ¡Es muy evidente! Pero la mitad de la audiencia no lo ve, porque se les ha pedido que se fijen en otra cosa. La gente piensa que controla su mente: pero nadie ha decidido que no quiere ver a ese gorila.
¡Simplemente no lo han visto!
*Hay un estudio de la Organización Mundial de la Salud que dice que una de cada cinco personas tiene seis síntomas médicamente inexplicables lo bastante severos como para causarles algún tipo de discapacidad, que las obligan a renunciar al trabajo…
Cuando te centras en los hospitales, el porcentaje va más allá. En un estudio realizado en Escocia analizaron a pacientes de una clínica neurológica, y su conclusión fue que una de cada tres personas tenían síntomas psicosomáticos.
Hay pacientes que nunca lo aceptan. Es parte del motivo por el que no están bien. Si puedes reconocer las conexiones entre cómo te sientes emocionalmente y las cosas físicas que te ocurren, lo más probable es que estas enfermedades psicosomáticas no te lleguen a afectar gravemente.
Pero si no puedes reconocer esa conexión, tienes muchas más posibilidades de que se convierta en un problema serio.

Gilgamesh
fuente/tiemposllegados.blogspot.com.es/

¿Tienes una taza favorita? 5 razones de ese vínculo emocional

¿Tienes una taza favorita que utilizas solo tú? ¿Piensas que tu taza es irreemplazable? ¿Te pones nervioso o te enfadas si alguien usa tu taza? Si eres de esas personas que se aficionan a su taza, debes saber que no estás solo.
Según una encuesta llevada a cabo por la empresa Heinz Cup Soup, el 60% de las personas tienen un vínculo emocional con su taza favorita. El 40% dijeron que su taza especial era insustituible y alrededor de 1/3 confesaron que se habrían sentido devastadas si se rompiese. Es curioso cómo nos sentimos unidos, de una forma irracional, a determinados objetos cuyo valor emocional supera con creces su valor en términos económicos.

¿Por qué nos aficionamos a algunas tazas?

1. Te pertenece. Si alguna vez has cogido la taza especial de otra persona en la sala de descanso o en casa de un familiar y te han sorprendido con las manos en la masa, es probable que te hayan increpado y hayas notado cuán posesivas pueden llegar a ser algunas personas con su taza. De hecho, en la encuesta se apreció que una sexta parte de las personas admitían que se enfadaban si alguien usaba su taza. Esto se debe, al menos en parte, a lo que se conoce como “Efecto del Propietario”. En práctica, tenemos la tendencia a sobrevalorar nuestras posesiones, muy por encima de su valor real, una vez que las hemos comprado.
2. Activa recuerdos. Sin embargo, la obsesión por las tazas no se puede explicar simplemente por el Efecto del Propietario ya que, al fin y al cabo, no somos tan posesivos con otros objetos, como un tenedor o un plato favorito. El problema es que las tazas son un regalo muy común que normalmente se asocia con determinadas personas o recuerdos. Las emociones que evoca una taza pueden llegar a ser muy potentes, aunque no siempre somos conscientes de ello. De hecho, en muchos casos esa taza no solo nos recuerda el pasado sino que también genera una sensación de seguridad y tranquilidad que nos hace sentir bien.
3. Te representa. Una de las características más distintivas de las tazas, en comparación con cualquier otro objeto de la vajilla, es que normalmente contiene logos, frases o imágenes con las cuales nos sentimos particularmente identificamos. Las tazas es uno de esos objetos altamente personalizables con los cuales nos podemos identificar porque encontramos en ella un mensaje que hace eco en nuestra identidad. Nuestra taza refleja una parte de nuestra personalidad, por eso hemos desarrollado un vínculo tan fuerte.
4. Forma parte de la rutina. Somos seres de rutina, estas nos hacen sentir seguros. Y es probable que tu taza forme parte de algunas de las rutinas que más te gustan. Quizá te levantas con ella, para desayunar, y después la utilizas meintras te relajas, para tomar el chocolate caliente o un buen té. De hecho, si lo pensamos bien, nuestra taza suele estar presente en muchas de esas rutinas relajantes. Aunque también están a nuestro lado cuando debemos terminar un proyecto a altas horas de la noche o cuando lo pasamos mal, por lo que es normal que termine convirtiéndose en una especie de objeto “leal”.
 
5. Te reconforta. Las tazas también se han ganado nuestro afecto debido a que normalmente las usamos para beber bebidas calientes. De hecho, una investigación realizada en las universidades de Yale y Colorado desveló que sostener en las manos una taza caliente genera sentimientos cálidos hacia los demás, hace que confiemos más en ellos y que nos acerquemos. También se ha apreciado que tomar un baño caliente nos hace sentir mejor y alivia la soledad, al igual que el simple hecho de sostener en la mano una bolsa con agua caliente. Por tanto, es normal que terminemos asociando nuestra taza a sentimientos agradables, que nos hacen sentir bien.
Fuentes:
Bargh, J. & Shalev, I. (2012) The substitutability of physical and social warmth in daily life. Emotion; 12(1): 154–162.
Morewedge, C. K. et. Al. (2009) Bad riddance or good rubbish? Ownership and not loss aversion causes the endowment effect. Journal of Experimental Social Psychology; 45(4): 947–951.
Williams, L. E. & Bargh, J. A. (2008) Experiencing Physical Warmth Promotes Interpersonal Warmth. Science; 322(5901): 606–607.

Rincón de la Psicología

Razón o emoción: desmienten el principal mito sobre el cerebro

En Internet circulan diferentes tests para esclarecer cuál es el hemisferio cerebral predominante. La idea radica en que durante mucho tiempo se ha considerado que el hemisferio derecho es responsable de la creatividad y las emociones, mientras que el izquierdo se asocia más con las funciones analíticas y la racionalidad. Sin embargo, algunos científicos señalan que esta creencia común es errónea.

Jeffrey Anderson, científico de la Universidad de Utah, EE.UU., ha analizado más de mil cerebros humanos para comprender cómo operan los diferentes hemisferios. En una entrevista a la BBC confirmó que el concepto de que las mitades izquierda y derecha del cerebro tienen conjuntos de habilidades y capacidades opuestas no es más que un mito. «Es cierto que algunas personas tienen un estilo cognitivo más metodológico y lógico, y otras, más suelto y espontáneo», señaló. No obstante, según Anderson, el modo habitual de procesar la información y de utilizar los recursos cognitivos (la percepción, la memoria, el procesamiento) «no tiene nada que ver con las diferentes funciones de los hemisferios izquierdo y derecho». El científico señala que esta idea no cuenta con el apoyo de las neurociencias y contradice los estudios de décadas sobre la organización del cerebro, el papel funcional de los dos hemisferios cerebrales y las pruebas con pacientes con lesiones en uno u otro hemisferio del cerebro.

Durante los experimentos, el equipo de investigadores, dirigido por Anderson, midió las fuertes conexiones en ambos lados del cerebro y llegó a la conclusión de que estas se distribuyen de manera bastante similar. Es decir, no se demostró que hubiera personas que tuvieran conexiones más fuertes en un lado del cerebro que en el otro. Entonces, ¿de dónde procede el mito? Según la BBC, podría haberse originado con la investigación de Roger W. Sperry, galardonado con el Premio Nobel en 1981, que demostró que las diferentes secciones del cerebro tienen funciones diferentes. Sin embargo, la separación de los hemisferios cerebrales en un lado ‘lógico’ y otro ‘emocional’ parece tener un fundamento popular, no científico.

https://actualidad.rt.com/ciencias/200887-razon-emocion-cerebro-conocimientos-mito