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¿Qué relación tiene la Hermandad de la Serpiente con la Humanidad?

La idea de que los seres humanos podemos ser una raza de esclavos pertenecientes a una sociedad extraterrestre no es

nueva. Y esta es también la teoría del escritor William Bramley, que describió muy claramente en su obra “Los Dioses del Edén” y en la que me he basado para escribir este artículo. Esta idea ya fue expresada miles de años atrás en los registros de las civilizaciones más antiguas de la humanidad. La primera de esas civilizaciones fue la de Sumer, una sociedad notablemente avanzada que surgió en el valle del Tigris-Eufrates entre los años 5000 y 4000 a.C. y floreció como una civilización mayor en los 3500 a.C. Esto lo explicó con notable detalle Zecharia Sitchin en varios de sus libros.

Al igual que otras sociedades antiguas que surgieron en la región de  Mesopotamia, Sumer dejó registros donde se estableció que criaturas de  apariencia humana de origen extraterrestre gobernaban a la antigua sociedad humana como los primeros monarcas de la Tierra. A aquellos pueblos no terrestres comúnmente se les consideraba como “dioses”. Algunos “dioses” sumerios se decía que viajaban por el cielo y por los espacios en vehículos volantes. Antiguas esculturas presentan a varios “dioses” llevando aparatos parecidos a los anteojos de los pilotos modernos. Los sacerdotes actuaban como intermediarios entre los “dioses” y la población humana. No todos los dioses mesopotámicos eran extraterrestres de apariencia humana. Algunos eran aparentemente androides y se le atribuían atributos ficticios  como los que se les atribuían comúnmente a los dioses extraterrestres de apariencia humana. No obstante, descubrimos dentro del panteón mesopotámico una clase diferente de seres que claramente encaja dentro del molde de los “antiguos astronautas”. Los testimonios históricos y los de los tiempos modernos indican que esos “dioses” son tan humanos en su comportamiento como nosotros. Sin embargo, tenemos dificultades para llamarles “dioses” provenientes de algún planeta, aunque hay muchas especulaciones sobre su lugar de origen. Además, es posible que la presunta propiedad de la Tierra haya cambiado de manos durante los últimos milenios.
En el folklore judío, Rahab es el nombre de un demonio marino, un dragón del agua, el gobernante del mar. Rahab es mencionado en el Talmud y en el Antiguo Testamento, se le ha dado la etimología de escándalo, tumulto y arrogancia. Su nombre original era el abismo primordial, el dragón marino de la oscuridad y el caos, era comparable al Leviatán y a Tiamat. Más tarde Rahab llegó a ser un demonio especial, habitante del mar, especialmente asociado al Mar Rojo, en este caso algunas veces asociados con el Leviatán. Rahab es o era el ángel de la insolencia y el orgullo, es responsable de agitar las aguas y producir las olas, el también es responsable de la tempestades del mar, de acuerdo con algunas fuentes era el ángel guardián de Egipto, una posición a menudo designada a otros ángeles tales como Belial, Mastema, Samael y Uzza. Rahab representa el caos en textos antiguos tales como la Biblia. Y creemos que en realidad representa al “dios” sumerio Ea.
Rahab es también una organización emparentada con la Hermandad de la serpiente, organización fundada por el príncipe Annunaki Ea (ENKI) según la leyenda. La Hermandad de la serpiente se rige por un linaje sanguíneo, traspasándose la sabiduría de padres a hijos. Los hijos humanos de este dios sumerio fueron los primeros iniciados hace más de 6 mil años, que es cuando parece se funda la hermandad. Este linaje, originario de la Atlántida, parte de Mesopotamia y se dirigen a Europa, donde siguen la tradición en un entorno totalmente secreto. Participan del control del mundo a través de sus conexiones con otras logias. Aseguran ser poseedores de una sabiduría superior enseñada por el mismo Enki, el portador de luz de conocimiento. Se afirma que guardan antiguos documentos ancestrales y los iniciados superiores tienen comunicación con seres extraterrestres, Los antiguos Elohim, los dioses de la antigüedad.
William Bramley inventó  un nuevo término basado en la aparente relación de los “dioses” con la raza humana: “los Custodios”. Con este nombre identificaba a una sucesión de sociedades extraterrestres que parece han tenido la propiedad y custodia de la Tierra desde la prehistoria. Pero yo prefiero utilizar el nombre de Annunakis, que fue empleado por Zecharia Sitchin. ¿Qué tipo de seres son esos Annunakis? Los registros históricos y los testimonios modernos los describen como físicamente muy  parecidos a los humanos, racialmente diversos y bastante similares a los seres humanos en su comportamiento. Los antiguos escritos y los modernos testimonios indican que las personalidades de los Annunakis se desenvuelven en una gama completa desde santos hasta pecadores; desde el más degradado de los déspotas hasta el más bondadoso de los humanitarios. Desgraciadamente, todo parece indicar que es el elemento más despótico de su sociedad el que influye  más en los asuntas de la Tierra.
Las antiguas civilizaciones mesopotámicas registraron gran parte de su historia en tablillas de arcilla. Sólo se ha conservado una parte de aquellas tablillas, en que se explica una importante historia acerca de los “dioses” Annunakis y sus relaciones con el Homo sapiens. De acuerdo a esta historia, hubo un tiempo en que los seres humanos no existían en nuestro planeta. Pero la Tierra ya estaba habitada por miembros de la civilización Annunaki. No obstante, la vida de los Annunakis en la Tierra no era placentera, ya que sus esfuerzos por explotar los recursos naturales y los minerales de la Tierra, resultaban agotadores. Como nos dice una tablilla: “Cuando los dioses parecidos a los hombres soportaban el trabajo y sufrían el duro esfuerzo, el afán de los dioses fue grande. El trabajo era pesado, el cansancio era mucho…”. Las tablillas describe el pesado e interminable trabajo de los obreros Annunakis en las operaciones mineras de la Tierra, ordenadas por sus líderes.  Los trabajadores estaban permanentemente quejándose y amenazando con la rebelión contra sus líderes. Era necesaria una solución y se encontró una: crear un nuevo ser que fuera capaz de realizar las mismas labores que hacían los Annunakis en la Tierra. Con este propósito en mente los “dioses” Annunaki crearon el Homo sapiens.
Las tablillas mesopotámicas hablan de una historia de la creación en  la cual unos “dioses” “matan” a otro “dios” y mezclan su cuerpo y su sangre con arcilla. Véase la similitud simbólica con el acto de la Eucaristía en la iglesia católica. De esta mezcolanza produjeron un ser humano. La nueva criatura de la Tierra resultó muy similar en apariencia a sus creadores Annunakis. En su libro “El doceavo planeta”, Zecharia Sitchin analiza minuciosamente la historia sumeria de la creación y concluye que el relato del cuerpo de un “dios” mezclado con arcilla puede tener relación con la ingeniería genética. Zecharia Sitchin apoya su sorprendente conclusión señalando que las tablillas sumerias explican que los primeros humanos fueron creados en el vientre de “diosas” Annunakis. De acuerdo a las tablillas, había Annunakis machos y hembras, que se reproducían mediante relaciones sexuales. De hecho, los antiguos mesopotámicos dicen que ellos proveían de la relación de “dioses” Annunakis con mujeres humanas. Sitchin cree que la arcilla en realidad era una sustancia especial que pudo ser insertada dentro de la matriz de una ·”diosa” Annunaki. Esta sustancia proporcionaba el código  genético de la nueva criatura: el Homo sapiens (“hombre que piensa”). Los humanos aparentemente podían ser engendrados de esta manera porque eran físicamente muy parecidos a los Annunakis. Lo curioso es que los científicos modernos han conseguido la reproducción de una manera similar.
Las antiguas tablillas mesopotámicas señalan a un “dios” en particular como el promotor y ejecutor de la creación del homo sapiens. El nombre de ese “dios” era Ea, que era hijo de un rey Annunnaki que se decía gobernaba otro planeta dentro del vasto imperio Annunaki. El príncipe Ea era conocido por el título de “EN-KI”, que significaba “señor [o príncipe] de la Tierra”. Los textos de los antiguos sumerios revelan que el título de Ea no era totalmente preciso porque se decía que Ea había perdido su dominio sobra la mayor parte de la Tierra con su medio hermano Enlil, durante una de las innumerables rivalidades e intrigas de los gobernantes Annunakis. Además de la creación del Homo sapiens, el príncipe Ea aparece en las tablillas mesopotámicas por muchas otras realizaciones. Aparentemente Ea era un científico de considerable talento. Se dice que él drenó los pantanos del Golfo Pérsico y los reemplazó por tierras fértiles. Él supervisó la construcción de represas y diques. A él le gustaba navegar y construyó barcos con los que navegar los mares. Cuando llegó el tiempo de crear el homo sapiens, demostró una buena comprensión de la ingeniería genética. Pero de acuerdo a las tablillas, no sin antes someterlo a un proceso de prueba y error. También es significativa la descripción de Ea como de buen corazón con respecto a su creación: el Homo sapiens.
Los textos mesopotámicos retratan a Ea como un abogado que habla ante los consejos Annunakis a favor  de la nueva raza de la Tierra. Ea se oponía a muchas de las crueldades que muchos gobernantes Annunakis, incluyendo a su medio-hermano Enlil, cometían con los seres humanos. Por las tablillas sumerias, se sabe que al parecer Ea no quería que el homo sapiens se le tratara severamente, pero sus deseos a este respecto fueron invalidados por otros líderes Annunakis. Como acabamos de ver, nuestros antiguos y altamente civilizados ancestros relataron  una muy diferente historia del surgimiento de la humanidad sobre la Tierra a la que nosotros conocemos hoy en día. Claramente a los mesopotámicos no se les enseñaban las teorías Darwinianas de la evolución. No obstante, hay alguna evidencia antropológica sorprendente de la prehistoria para apoyar la versión de los sumerios. De acuerdo a los análisis en los días modernos de los registros fósiles, el Homo sapiens emergió como una especie animal diferente en alguna parte entre 700.000 y  300.000 años a.C.
Pasando el tiempo emergieron un número de subespecies del homo sapiens, entre las cuales se incluye  la especie a la pertenecemos todos los seres humanos actuales: Homo sapiens sapiens. El Homo sapiens sapiens apareció hace apenas 30.000 años —algunos dicen que sólo 10.000 a 20.000 años atrás. Esto plantea una importante pregunta: ¿se referían los sumerios al Homo sapiens o al Homo sapiens sapiens en su historia de la creación?  Hay  argumentos de que ellos se estaban refiriendo al Homo sapiens original. Pero muy probablemente se estaban refiriendo al moderno Homo sapiens sapiens, ya que el Homo sapiens sapiens es una subespecie del Homo sapiens, la única que aún sobrevive de todo el género Homo y de los homínidos. Por lo tanto, sus parientes vivos más cercanos son los grandes simios (a los que pertenece), como el gorila, el chimpancé o el orangután.
La más antigua historia de la creación fue escrita alrededor de los años 4.000 – 5.000 a.C. Es más probable que un registro verdadero de la creación de la humanidad tenga entre 5.000 y 25.000 años, a que haya sobrevivido 295.000 años o más. Si los sumerios estaban describiendo la historia del Homo sapiens sapiens, los acontecimientos posteriores descritos en las tablillas mesopotámicas caen dentro de una estructura de tiempo más plausible. Los mismos mesopotámicos eran miembros de la subespecie homo sapiens sapiens. Ellos estaban principalmente interesados en saber cómo ellos mismos habían llegado a la existencia. En sus variados trabajos, los sumerios describen a un animal peludo parecido al hombre, el cual parece ser una de las más primitivas subespecies del homo sapiens. Los sumerios veían claramente a aquellos hombres primitivos como una raza de criaturas totalmente diferentes.
Si las historias de la creación mesopotámica se basan en acontecimientos reales y si esas historias se refieren a la creación del Homo sapiens sapiens, podemos suponer que el Homo sapienssapiens apareció repentinamente en la historia. Extraordinariamente, esto fue lo que sucedió precisamente. El registro antropológico revela que el Homo sapiens sapiens apareció repentinamente en la Tierra, no gradualmente. F. Clark Howell y T. D. White, de la Universidad de Berkeley, en California han dicho lo siguiente: “Esa gente [Homo sapiens sapiens] y su cultura material inicial surge con aparente brusquedad justo 30.000 años atrás, probablemente más temprano en el Este de Europa que en el Occidente”. El misterio de esta repentina aparición está relacionada con otro enigma: ¿Porqué el hombre más primitivo [homo sapiens neanderthalensis]se extinguió repentinamente y al mismo tiempo apareció este moderno Homo sapiens sapiens?  ¡La evolución no va tan rápida! Los señores Howell y White analizaron  esta cuestión y concluyeron: “… la total, casi repentina desaparición de la población neandertal se mantiene como uno de los enigmas y problemas críticos en los estudios de la evolución humana”.
http://veritas-boss.blogspot.com.es/2012/11/que-relacion-tiene-la-hermandad-de-la.html

Sippar “La Ciudad del Paraiso”

Sippar (Zimbir in sumerio, Sippar en asirio-babilonio, es el nombre de dos ciudades cercanas de la Baja Mesopotamia situadas en la orilla oriental del río Éufrates, al noroeste de Babilonia, en el actual Irak y separadas por apenas siete kilómetros.
Ambas ciudades tuvieron diversos nombres a lo largo de su historia si bien se ha conservado generalmente la referencia a su divinidad principal para diferenciarlas. De este modo tenemos, pues, “Sippar de Shamash” (actual Abu Habbah) y “Sippar de Annunitu” (actual Tell ed-Dêr). Sippar es citada genéricamente en el Antiguo Testamento con el nombre de Sepharvaim.

Las inscripciones mencionan otras dos Sippar: una de ellas es “Sippar del Paraíso”, que podría hacer referencia a un barrio adicional de la ciudad. Es también posible que una de estas denominaciones pueda ser identificada con Agadé o Akkad, la capital del primer Imperio Semítico Babilonio.

La ciudad de Sippar es mencionada como una de las más antiguas de Mesopotamia en la lista Real Sumeria. Según ésta, habría sido la cuarta ciudad en ejercer la realeza, la penúltima antes del Diluvio. Su dinastía constaría de un único monarca, Enmenduranna, que habría reinado 21.000 años. Los niveles arqueológicos más antiguos de las dos ciudades que llevan el nombre de Sippar no son, sin embargo, conocidos, por lo que la arqueología no puede confirmar la antigüedad de las mismas.

Este yacimiento fue excavado por primera vez por Hormuzd Rassam en 1881, el cual exploró el templo de Samash y extrajo casi 60.000 fragmentos de tablillas, las cuales son fruto, casi en su totalidad, de excavaciones clandestinas. En 1894, el yacimiento fue excavado brevemente por el religioso francés Jean-Vincent Scheil y, en 1927, por los alemanes Walter Andrae y Julius Jordan. Fue posteriormente explorado por arqueólogos iraquíes desde la época de los años 40 y hasta los 70 del siglo XX.

El “corazón” de la ciudad lo constituía el templo dedicado al dios solar Shamash (el Ebabbar), protegido por una muralla interior y junto al que se construyó un zigurat. Los excavadores clandestinos han recuperado en el barrio sagrado un importante número de tablillas con escritura cuneiforme, las cuales, una vez clasificadas y estudiadas, han revelado la existencia de varios archivos en la ciudad: los de un «convento» de época paleo-babilónica (entre los siglos XIX-XVII a. C.) habitado por sacerdotisas consagradas al culto de Shamash, los archivos de un templo de época neo-babilónica (siglo VI a. C.) y una biblioteca de la misma época, que ha sido sacada a la luz recientemente.

En el mismo yacimiento han sido igualmente descubiertos barrios residenciales, datados en la época paleo-babilónica con un importante grupo de archivos. Sippar se encontraba rodeada por una muralla de 1.300 metros de longitud por 800 de anchura.

Sippar «La Ciudad del Paraiso»

Eridu “La Ciudad del Mundo”

Eridu Coordenadas: 30°48′57.02″N 45°59′45.85″E (mapa) fue una antigua ciudad del sur de Mesopotamia, a 24 kilómetros al sur de Ur, en el actual yacimiento arqueológico de Tell Abu Shahrein. En su fundación, posiblemente se encontrase a poca distancia del golfo Pérsico; sin embargo, actualmente, debido a los sedimentos transportados por los ríos Tigris y Éufrates, la línea de costa se encuentra a varios kilómetros al sur. Eridu fue la más meridional del conglomerado de Mesopotamia.

Según la tradición sumeria Eridu era la más antigua de las ciudades de Mesopotamia, en cuya localización el dios Marduk había creado el mundo. La antigüedad de la ciudad fue demostrada por los arqueólogos a los largo del siglo XX, habiéndose datado los niveles más bajos (nivel XIX) de la excavación en torno al 4900 a. C., a principios del período de El Obeid.

En esta primera etapa los restos cerámicos muestran un papel significativo de Eridu en la región. Hacia el 3800 a. C. (nivel VI) la ciudad contaba con un importante templo y un cementerio del que se han descubierto unas mil sepulturas. La ciudad participó de la unidad cultural marcada por el período de El Obeid, la cual abarcó todo el Oriente Próximo.

A finales de este período se muestran signos de declive, como el deterioro del templo de la ciudad. La actividad económica quedó relegada y el montículo de la ciudad quedó dedicado casi en exclusiva al templo y a viviendas para los sacerdotes y sacerdotisas. Eridu fue quedando eclipsada por la vecina ciudad de Ur.

Hacia el año 2500 a. C., durante el período dinástico arcaico un gobernante, tal vez de la primera dinastía de Ur, construyó un gran palacio en Eridu, y a finales del III milenio a. C., durante el reinado de Amar-Sin, se construyó un gran zigurat en la ciudad, la cual seguía siendo un importante centro religioso en el imperio de la tercera dinastía de Ur.

En los primeros siglos del II milenio a. C. los gobernantes de Isín, que vivía un momento de esplendor, repararon el templo y probablemente buscaron algún tipo de tesoro, ya que se han hallado túneles excavados en el templo. Durante el reinado de Hammurabi (1792-1750 a. C.) el culto fue trasladado definitivamente a Ur. Mil años después, durante el reinado de Nabucodonosor II de Babilonia (605 a. C. – 562 a. C.) el templo fue parcialmente restaurado, tras lo cual, quedó finalmente abandonado, cayendo en la ruina.

Ya en los niveles más bajos del yacimiento (V milenio a. C.) se encontraron restos de una pequeña capilla de adobe sobre la cual, en el mismo emplazamiento, se fueron construyendo edificaciones cada vez mayores según pasaban los siglos. Según la práctica habitual sumeria, para construir un nuevo templo se rellenaba el anterior de arena y se elevaba el terreno hasta que quedase completamente cubierto; el nuevo se edificaba sobre el montículo formado.

La denominación de “templos” de estas primeras construcciones es controvertida, ya que es discutible que su uso fuese exclusivamente religioso;2 si bien el procedimiento “ritual” de sustitución de una capilla por otra parece indicar un carácter sagrado. En el nivel VI (3800 a. C., finales del período Obeid) el edificio ya adquiere proporciones monumentales. Las excavaciones parecen demostrar que el templo de este nivel fue el último que se construyó, llegando a estar en un importante estado de ruina sin que fuese reconstruido.

Contemporáneo a este último templo fue un cementerio situado en la periferia del yacimiento, gracias a cuyos restos han podido conocerse algunos hábitos funerarios de esa etapa. Los cadáveres se colocaban tumbados boca arriba sobre la tierra y rodeados por muros de ladrillo formando un rectángulo, el cual después se rellenaba de tierra. En las sepulturas podía haber hasta dos adultos, a veces acompañados por un niño e incluso por perros, posiblemente mascotas. Los cuerpos eran adornados con joyas y en la sepultura se introducían piezas de cerámica y a veces trozos de carne y pequeños animales.

Los rasgos de los cuerpos demostró características parecidas a las de los actuales habitantes de Irak, si bien había un mayor porcentaje de prognatismo. Probablemente el enterramiento fuese practicado únicamente de algún tipo de élite de la ciudad, debido a los bienes que contienen la mayoría de las sepulturas y al número relativamente pequeño de éstas, en comparación con otros establecimientos contemporáneos y al tamaño de la ciudad.
Pese a esto, no se conoce la organización social de Eridu. Algunos arqueólogos han propuesto que se trató de una sociedad igualitaria formada por unidades domésticas independientes, si bien hay diversas muestras de la existencia de una incipiente jerarquía.

Mitología ;

En la lista Real Sumeria, los primeros reyes mitológicos, sucesores del reinado del cielo, son los de Eridu.
En Eridu, Alulim llegó a ser rey; gobernó durante 28.800 años. Alaljar gobernó durante 36.000 años. Dos reyes gobernaron durante 64.800 años. Entonces Eridu cayó y el reinado fue dado a Bad-tibira.

Una de las cosmogonías de la mitología sumeria —denominada actualmente cosmogonía de Edigu— dice que la materia primordial del universo estaba formada por las aguas dulces y saladas, personificadas en Apsu y Tiamat, quienes darán a luz al Cielo y a la Tierra, los cuales, a su vez, engendrerían a todos los grandes dioses.

Otro mito de Ediru contaba que Adapa, guardián de la ciudad, era uno de los siete sabios, a los cuales la tradición sumeria atribuía poderes extraordinarios. Era un mortal de linaje divino, y como los héroes griegos, se mantenía entre el umbral de los dos mundos. En una ocasión, cuando pescaba en el lago, el viento volcó su embarcación, tras lo cual el sabio maldijo contra “las alas del viento”, dejándole paralizado durante siete días. Ante esto, Anu, dios del cielo, llama al culpable para juzgarlo. Antes de que Adapa se presentase ante el, Enki le prepara, advirtiéndole de que se muestre humilde y no acepte tomar nada que le ofrezcan.

Finalmente Adapa se presenta ante Anu y éste le ofrece el “alimento de la vida” que da su poder a los dioses. El sabio lo rechaza siguiendo el consejo de Enki, ante lo cual Anu lanza una sonora carcajada. Si hubiese consumido el alimento de la vida el efecto en él hubiese sido el contrario que en los dioses.


http://planetaenigmatico.wordpress.com/2012/10/26/eridu-la-ciudad-del-mundo/

¿ES YAHVÉ UN ANUNNAKI?.

Su nombre se escribe realmente con sólo las consonantes YHWH.
En el hebreo escrito, las vocales son, en todo son escritas, marcadas con signos diacríticos (signos adicionales), que o nunca, o sólo rara vez se hace con YHWH. La razón puede ser que, según la antigua tradición, su nombre no debe ser pronunciado. Uno, por ello habla de él de maneras indirectas, como Adonay = «El Señor».

Por esta razón, los signos vocálicos de ADNY son también utilizados para YHWH.

En realidad, esto llevaría a Yahowah, pero se convirtió en Yehowah. ¿Por qué? Una razón de la «e» podría ser que Yehu es un nombre alternativo para él (y, aparentemente, uno que puede ser pronunciado).
La pronunciación más correcta, sin embargo, sería Yahvé. Un antiguo texto y descubrimientos de inscripciones [2] muestran que la arcaica religión hebrea conocía a un dios supremo ’El ’Elyon (el signo ‘ es, en transliteraciones, utilizado para la letra hebrea ’aleph y ‘ para la letra ‘ayin), quien tenía 70 hijos. Uno de sus hijos era Yahvé, que tenía una consorte ‘Ashera, es decir, una diosa. Su nombre es mencionado algunas 40 veces en el Antiguo Testamento, pero casi siempre es traducido como «bosque» o «árbol».
Esto se debe a su símbolo es un árbol o poste de madera en posición vertical. Así que cuando el Antiguo Testamento dice que está prohibido plantar un árbol en el altar de Yahvé, realmente significa que está prohibido colocar un símbolo de ’Asera allí (Deut. 16:21 – y qué sentido tendría de otro modo prohibir la siembra un árbol de allí?).
¿Yahvé incluso la rechazó?
El dios verdadero creador, el creador principal, por tanto, no era Yahvé, sino que ’El ’Elyon. Él, evidentemente, ha creado una serie de dioses secundarios como su «hijos» – mejor dicho: deidades – de las cuales Yahvé es una (y, por supuesto, también la hija ’Asherah).
Por lo tanto, Yahvé no es el principal creador, él quisiera hacernos creer que sería él, a pesar de que ha producido también ciertas creaciones. Reconocemos un paralelo notable a la historia sumeria de la creación, el Enûma Elish (yo aquí utilizo la notación «sumeria» en general, sin dividir los textos en una forma etnológica más exacta como «sumeria», «Acadia», «asiria», etc.)
Esto nos habla de una pareja de creadores primordiales, Apsu y Ti’âmat (quiénes nosotros, en cierto modo, también podríamos considerar como el lado masculino y femenino del creador primordial, respectivamente.), que crearon una serie de deidades, desde donde surgieron más razas deidades. Una de esas razas de deidades es la de los Anunnaki (llamados así porque su gobernante y líder tiene el nombre de Anu).
Ellos se separaron de los 2 creadores principales y quisieron vivir y actuar sin ellos. El Enûma Elish habla de un asesinato de los dioses más altos. Se dice que los Anunnaki mataron primero a Apsû y luego Ti’âmat!
¿Es posible matar a los creadores primordiales? ¡Por supuesto que no!
Esto sólo es símbolo de que se alejaron de ellos y no querían tener nada que ver con ellos, como si estuvieran muertos – esa fue la caída, la caída desde la luz divina hacia una relativa oscuridad. Por lo tanto, los Anunnaki son deidades caídas. El que se dice que asesinó a Ti’âmat es Marduk, quien también se convirtió en el señor de la Tierra.
Los Anunnaki bajo su gobierno, crearon nuevos seres humanos en nuestro planeta, por medio de la manipulación genética, y de ellos surgió la humanidad de hoy en día.

La primera frase en la Biblia se lee, en la traducción común:

«En el principio, Dios creó los cielos y la tierra».
(Gen 1:1)
La palabra hebrea que aquí se traduce como Dios es ’Elohim.

Es un hecho lingüístico que no se puede negar, que esta palabra es un plural, y, por lo tanto, significa «dioses». Se ha tratado de explicar esto a través de declararlo como pluralis majestatis, que en realidad no parece ser común en hebreo. Más bien parece como si alguien estuviera tratando de barrer una pregunta embarazosa debajo de la alfombra.
En hebreo, la frase es Bere’shit bara’ ’Elohim ’et ha shamayim ve-’et ha ’arets. Por lo tanto, algunos quieren traducirlo como: «En el principio los dioses crearon los cielos y la tierra», pero esto no encaja, ya que la palabra bara’ = «crear» está en singular. Por otra parte, la palabra «cielo», shamay, también está en plural: shamayim. Pero el problema tiene una solución.
Según fuentes cabalísticas, la palabral bere’shit significa, no sólo «principio», sino también «el primero», el «original», la primera entidad que fue, el Dios supremo. La pequeña palabra ’et podría ser visto como una partícula del acusativo, pero también puede ser traducido como «con» (en ve-‘et la palabra ve significa “y”, de ahí:» y con «).
Ahora llegamos a la siguiente traducción, que encaja gramaticalmente:

«El primero creó a los dioses [junto] con los cielos [mundos cósmicos] y con la Tierra».
Esta traducción, por lo tanto, se refiere a un creador primordial, que creó primero a los “dioses» y a los mundos cósmicos, de los cuales uno es la Tierra.

Según Gen 2, Yahvé es uno de esos dioses, uno de los ’Elohim (ya que la Biblia aquí le llama “Yahvé ’Elohim” en el texto hebreo, y no simplemente “Yahvé”). Algunos consideran a los ‘Elohim como dioses creadores, que (crearon), a su vez, otras entidades–seres humanos- animales y plantas, como lo hizo Yahvé.

La convencional y «dogmáticamente aprobada» traducción de bere’shit se basa en ser = «en, a» y re’shit = «principio». Sin embargo, los diccionarios (por ejemplo,[3]) afirman que re’shit también puede significar «la primera (de su tipo)» y que puede ser una referencia al «origen».

Por tanto, la palabra bere’shit también puede ser entendida como una expresión un tanto tautológica de «el primero» original «, el muy primero» o «el primero de todos». Una interpretación cabalística es que la palabra es una combinación de beyt = «casa, residencia» y re’sh = «el supremo, el señor» colocado dentro de beyt (entre be y yt).
Esto es, entonces, interpretado como «el señor en su residencia».

En una trascripción más exacta es bere’shiyt y re’shiyt, respectivamente, y por lo tanto se puede decir «entre be y yt». Sin embargo, en -iyt, la letra y (en realidad siendo una consonante) fonéticamente marca la prolongación de la i, y por tanto, la transliteración más común (pero menos exacta) es bere’shit. Para ser más exactos, entonces, con un acento sobre la i que marca la duración: ī. Hay algunas peculiaridades más en la oración.

Si uno aún lo quiere traducir como » en… principio», éste deberá ser más literalmente, «en un principio» y no «en el principio» (ya que este último sería bare’shiyt – una contracción de behare’shiyt – y no bere’shiyt).

Esto parece hacer poca diferencia, pero la palabra es realmente escrita en una forma indeterminada como si podría haber sido más que un principio (como «en uno de los principios»). O podría ser un genitivo, como «principio» o «del principio». De nuevo, esto tiene mucha importancia, pero en este caso, la palabra «crear» tendría otra forma gramatical [4]. 
Tales pequeñas peculiaridades también desaparecen si aceptamos la explicación cabalística que bere’shiyt en realidad puede ser entendida como «el primero».

Primero observamos que la Biblia tiene dos historias de las creaciones de los seres humanos. En Gen 1 se afirma que los dioses – los ’Elohim – crearon a los humanos a su imagen.
Aquí el plural es obvio:

» Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza… Por eso los dioses [traducido correctamente] crearon al hombre a su propia 3 imagen… hombres y mujeres los crearon».
(Gen 1:26-27)
Esto, además, significa que la mujer fue creada equivalente al hombre.

Se deben reproducir con diligencia. En Gen 2 llegamos a la segunda creación de los seres humanos. Aquí nos encontramos Yahvé ’Elohim – de ahí uno de los dioses llamado Yahvé – quien primero creó a Adán y Eva. Él, obviamente, hace su propia creación y le prohíbe a Adán a comer del “árbol del conocimiento».
Los dos más tarde deberán abandonar el Edén y Yahvé ’Elohim dijo:

«He aquí el hombre se ha convertido como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal».
(Gen 3:22)
Si suponemos dos creaciones de seres humanos (que la teología convencional, aparentemente, no quiere hacer), esto también explica algo en Gén 4 que de otra manera sería un enigma. Obviamente, ya había gente de la primera creación fuera del Edén, adonde Adán y Eva tuvieron que ir.

Caín mató a Abel y le dijo Yahvé:

«… Todo aquel que mate a Caín, se tomará venganza de él pagándolo siete veces».
(Gen 4:15)
¿Quién más estaría allí para, posiblemente, matarlo? Entonces Caín tomó una esposa y tuvo un hijo con ella, etc. ¿De dónde, de otra manera, vinieron estas mujeres?

En Génesis 18:1-5 Abraham es visitado por tres hombres – Yahvé junto con otros dos. En Gen 19 Lot le pregunta a Adán acerca de los tres, quienes más tarde destruyen Sodoma y Gomorra. Ellos, los tres eran ’Elohim.
En muchos pasajes de la Biblia se mencionan dioses en un contexto que nos da la impresión siguiente:

hay otros dioses, pero nosotros debemos atenernos a sólo uno de ellos.
El bien conocido comando en Éxodo 20:03 (abajo) podría entenderse como una «cláusula de no competencia».

Hay pasajes en Éxodo más relevantes, tales como:

«¿Quién es como tú, OH SEÑOR, entre los dioses?» (15:11)
«Ahora sé que EL SEÑOR es el más grandioso de todos los dioses …» (18:11)
«No tendrás dioses ajenos delante de mí.» (20:3)
«No habréis de insultar a los dioses …» (22:28)
«… No habréis de mencionar el nombre de otros dioses, ni debe ser escuchado saliendo de vuestra boca.» (23:13)
Hay un gran número de otros ejemplos en Éxodo 12:12; 20:5; 22:20; 22:28; 23,24; 23:32-33 y 34:14-16, en Núm. 25:2 y 33:4, en Deuteronomio 4:28; 5:7; 6:14; 7:04, 7:16, 7,25; 8:19; 10:17; 11:16; 11:28; 12:2-3; 12:30 – 31; 13:02; 13:6-7; 13:13; 17:3; 18:20; 20:18; 20:26; 28:24; 28:64; 29:18; 29:26; 30: 17; 31:16; 31:18; 31:20; 32:16-17 y 32:37, así como en muchos pasajes más en Josué, Jueces, 1 Samuel, 2 Samuel, 1 Reyes, 2 Reyes, 1Crónicas, 2Crónicas, Esdras, Salmos , Isaías, Jeremías, Daniel, Oseas, Sofonías y Nahum.

Otra parte notable en la Biblia es la mención de los «hijos de Dios» en Génesis 6:2 y 6:4:

«Que los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres de todas las que eligieron… Había gigantes (tiranos) en la tierra en aquellos días, y también después, cuando llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres y engendraron hijos con ellos, los mismos se convirtieron en hombres valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre».
También en este caso, en el texto hebreo ‘Elohim y «los hijos de Dios» es, correctamente traducido, «los hijos de los dioses». El texto hace una diferencia entre ellos y los humanos. Por lo tanto, no eran humanos.

¿Eran semidioses? Y los «gigantes» que nacieron de ellos, fueron quizás un cuarto de dioses?

El Punto de vista Gnóstico Cristiano de Yahvé

En el cristianismo primitivo había dos corrientes principales: los Paulinos y los cristianos gnósticos.
Saúl había perseguido a los cristianos hasta que él se convirtió en Pablo. El año de su conversión se estima que fue entre 33 y 35. El cristianismo paulino comenzó a desarrollarse sólo después de eso. ¿Quiénes eran los cristianos que Pablo perseguía? Ellos tendrían que haber sido llamados judíos cristianos. Este concepto se refiere a los grupos entre los primeros cristianos, a la que pertenecían judíos que todavía estaban adheridos a las costumbres judías – como Jesús y sus mismos discípulos.
De estos judíos cristianos surgió el movimiento de los cristianos gnósticos. A causa de sus opiniones, Pablo entró en un conflicto con este cristianismo original[5]. 
Por lo tanto, el cristianismo Pauliniano no surgió del cristianismo original, y con Pablo, quien no había conocido, él mismo a Jesús, obviamente comenzó un cristianismo modificado, que se distanció de la cristiandad cercana a Jesús que estaba en un principio. Para los gnósticos, el creador de este mundo no fue el principal creador verdadero, sino un dmiurgo, un «artesano», un ángel caído, que también tiene un lado malvado.
Mientras que el verdadero Dios, el verdadero primer creador (a quien Jesús llama 4 «padre») es totalmente y sin restricciones bueno, y un demiurgo imperfecto creó un mundo imperfecto.
Ha sido demostrado que los gnósticos identifican a este imperfecto Demiurgo- «dios» con el dios del Antiguo Testamento, a quien también llaman Yaldabaoth, que quiere mantener a los humanos en un estado de ignorancia en un mundo material y que castiga a sus intentos de lograr el conocimiento y la comprensión (de «comer del árbol del conocimiento»).
El demiurgo es un dios menor que quiere ser el único [6]. 
El texto Apócrifo de Juan – The Apokryphon of John (o El Libro Secreto de Juan) afirma:

«Él es impío en su locura, la que habita en él. Porque él dijo, ‘Yo soy Dios y no existe otro dios excepto yo’, puesto que él es ignorante del lugar de donde había llegado su fuerza» [7]. 
(Cf. Ex 20:23 y 05:07 Deuteronomio)
¿Podría ser esta la explicación de todas las abominables crueldades, que, después de todo, literalmente, se describen en el Antiguo Testamento? (ver más abajo)

Una opinión similar fue expresada por Marcion (aprox. 85 a 160) [8], el primer teólogo que marcó una diferencia entre el Dios del Amor en el Nuevo Testamento y un dios maligno del Antiguo Testamento.

¿Quién lee la Biblia de una manera objetiva y sin prejuicios, sin anteojeras que decoloran ciertos pasajes, se volverán (o deberían…) indignarse profundamente por las abominables crueldades abominables [9] que en él se describen.
El «señor» guía a su pueblo a la «tierra prometida», pero esa tierra no es libre. Ya viven allí personas en diversas ciudades. Por lo tanto el «señor» comanda a su pueblo a masacrar sin piedad a todos ellos.
En casi todos los casos, ni siquiera un niño, una mujer o un hombre de edad es salvado, sino que todos deben ser completamente muertos o asesinados, para que su pueblo pueda vivir en:

«ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas, que tú no cavaste, viñas y olivares, que no plantaste, y luego que comas y te sacies».
(Deut. 6:10-11)
Con esto, comienza un verdadero holocausto!

En una ciudad tras otra, ellos asesinaron y masacraron hasta que no quedó nadie. La única excepción es en algunos pocos casos que secuestraron vírgenes. ¿Para qué? Desde luego, sería ingenuo pretender que no sería para «servicios» sexuales.
Cuando Moisés, por orden de Yahvé pudo decir de la siguiente manera, se descalifica fuertemente a sí y a su comisionado:

«Y se enojó Moisés contra los oficiales del ejército… que volvían de la guerra. Y Moisés les dijo: ‘Porqué habéis dejado con vida a todas las mujeres?… Ahora, pues, matad a todos los varones de entre los niños, y matar a toda mujer que haya conocido varón carnalmente, por acostarse con él. Pero a todas las niñas, las mujeres que no hayan conocido varón las dejaréis con vida para vosotros»
(Núm. 31:14-18).
Esto más bien parece un sacrificio humano masivo para el «señor»…

Para los que entienden alemán, puedo sugerir que lean lo que el erudito Karlheinz Deschner escribe sobre esta historia en común extremada y espeluznantemente sangrienta de dos religiones del mundo [10]. A las personas que se consideran cristianos les gusta sugerir que las víctimas serían «malvadas» personas que vivían en «pecado», y no quieren entender cómo, de esta manera, traicionan las enseñanzas de Jesús.
No puede haber peor pecado que matar en el nombre de Dios (o de su mensajero, Cristo)! Y si uno mata en nombre de Yahvé, o por su encargo, esto muestra claramente que él no puede ser el verdadero dios. Jesús nos enseñó que quien toma la espada será muerto por la espada, e incluso nos enseñó a amar a nuestros enemigos.
Cuando Yahvé hace alardes de furia de la siguiente manera, demuestra su falsa divinidad:

«Y si anduviereis conmigo en oposición, y no me quisiereis oír, yo añadiré sobre vosotros siete veces más plagas según vuestros pecados. Enviaré también contra vosotros bestias fieras que os arrebaten vuestros hijos, y destruyan vuestro ganado, y os reduzcan en número, y vuestros caminos sean asolados.
… Y cuando yo os quebrante el sustento del pan, cocerán diez mujeres vuestro pan en un horno, y os devolverán vuestro pan por peso; y comeréis, y no os saciaréis. Y si aún con esto no me oyereis, sino que procediereis conmigo en oposición, yo procederé en contra de vosotros con ira; y os castigaré aún siete veces por vuestros pecados. Y comeréis la carne de nuestros hijos, y comeréis la carne de vuestras hijas.»
(Lev 26:21-29)
El comportamiento machista comenzó ya antes del éxodo de Egipto. Yahvé envió varias veces a Moisés con el faraón para solicitar dejar libres a los hebreos.

El Faraón declara en repetidas ocasiones que iba a hacer eso, pero Yahvé cada vez endureció más su corazón por lo que, después de todo, se negó:

«… Porque yo he endurecido su corazón, y el corazón de sus siervos, que yo podría mostrar mis señales ante él».
(Ex 10:1)
Yahvé insistió en mostrar sus músculos e hizo llegar a todas las diez plagas sobre Egipto antes de dejar que el Faraón permitiera irse a los hebreos. Por fin se fue a través de Egipto y mató a todos los inocentes primogénitos! (11:5 Ex, 12:12, 12:29, 13:15)

¿Para qué quiso demostrar tanta crueldad? De la misma manera endureció los corazones de los heveos (viviendo en la “Tierra Prometida”) de modo que no trataran de hacer las paces con los hebreos, sino salirles al encuentro en batalla para ser destruidos sin piedad (Josué 11:19.20).
¡Todos debían morir!
http://veritas-boss.blogspot.com.es/2012/10/es-yahve-un-anunnaki1.html

Los europeos no heredaron su pálida piel de los neandertales

Referencia: NewScientist.com .
Autor: Karl Gruber, 26 de septiembre 2012

La gente que construyó Stonehenge hace 5000 años probablemente tenía la misma tez pálida que muchos habitantes modernos del Reino Unido. Ahora parece que los seres humanos que ocupan Gran Bretaña y Europa continental sólo perdieron las pieles más oscuras de sus ancestros africanos tal vez tan sólo 6000 años antes, y eso es mucho después de que los neandertales hubieran desaparecido. El hallazgo confirma que los europeos modernos no ganaron su pálida piel de los neandertales, algo que se añade a las evidencias que sugieren que el Homo sapiens y los neandertales europeos, en general, mantuvieron unas relaciones estrictamente platónicas.

Existe una clara correlación entre la latitud y la pigmentación de la piel: los pueblos que han pasado un período de tiempo prolongado en altas latitudes se han adaptado a esas condiciones mediante una pérdida de la pigmentación de la piel que es lo común en latitudes más bajas, según señala Sandra Beleza en la Universidad de Porto en Portugal . La piel más clara puede generar más vitamina D desde la luz solar que la piel más oscura, por lo que es una adaptación muy importante para los humanos que se alejaron de las regiones ecuatoriales.

Las migraciones las hicieron los humanos modernos en Europa hace alrededor de 45.000 años, pero exactamente cuando se adoptó la piel europea a las condiciones locales no estaba claro.

Tres genes

Beleza y sus colegas estudiaron tres genes asociados con la pigmentación de la piel más clara. Aunque los genes se encuentran en todas las poblaciones humanas, son mucho más comunes en Europa que en África, y explican una parte significativa de las diferencias de color de piel entre las poblaciones de Europa y el oeste de África.

Mediante el análisis del genoma de 50 personas con ancestros europeos y 70 personas de ascendencia africana subsahariana, el equipo de Beleza pudo estimar cuándo los tres genes -y la piel pálida- comenzaron a generalizarse en las poblaciones europeas. El resultado sugiere que los tres genes asociados con la piel pálida se extendió por la población europea hace tan sólo 11.000 a 19.000 años.

«El barrido selectivo favoreció a Europa [versiones de los tres genes] iniciado bien después de las primeras migraciones de humanos modernos a Europa», señala Beleza.

El hallazgo coincide con estudios anteriores que sugieren que los humanos modernos no perdieron sus pieles oscuras inmediatamente al llegar a Europa, dice Katerina Harvati, de la Universidad de Tübingen en Alemania. «Este nuevo estudio es interesante, porque sugiere una diferenciación muy tardía de la pigmentación de la piel en los humanos modernos», dice ella.

En un análisis anterior de ADN antiguo, de huesos de Neandertal de 40.000 y  50.000 años de antigüedad, en España e Italia respectivamente, sugiere que nuestros extintos parientes tenían la piel clara y el pelo rojizo en el centro de Europa. Sin embargo, los neandertales se extinguieron hace alrededor de 28.000 años, mucho antes de que los humanos modernos en Europa obtuvieran una piel pálida. Es evidente que los neandertales no pasaron estas útiles adaptaciones locales a los humanos modernos, a pesar de la evidencia genética de que ambas especies se cruzaron.

Oriente Medio

Esto puede parecer extraño, dado que las dos especies vivieron cercanos en Europa durante varios miles de años. Pero tiene sentido si el mestizaje evidente de los genes se produjo en Oriente Medio, donde los humanos modernos y los neandertales se conocieron en primer lugar, explica Chris Stringer, del Museo de Historia Natural de Londres.

En esa región, los neandertales pudieron tener la piel más oscura, y explica por qué nuestra especie no ganó una piel pálida después de cruzarse con ellos. De hecho, un estudio de principios de este año de antiguo ADN sugiere que los neandertales vivieron en lo que ahora es Croacia, y tenían la piel oscura y el pelo marrón.

«El color de la piel del Neandertal probablemente fue variable, tal como cabía esperar en una población numerosa, cuya expansión se produjo a lo largo de un extenso territorio», apunta Harvati.


– Diario Referencia: Biología Molecular y Evolución.
– Imagen: Patrik Sjoling/IBL/Rex Features

http://bitnavegante.blogspot.com.es/2012/10/europeos-no-heredaron-su-palida-piel-de-neandertales.html?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed:+bitnavegante+(BitNavegantes)&utm_term=Google+Reader

EL MITO DE LILITH: LA MADRE DE LOS VAMPIROS

Retrato de Lilith
del pintor John Collier
(1850-1934)

El primer mito que disiparemos es aquél que dice que Lilith se encontró en las antiguas tierras de sumeria. Sus raíces en efecto se extienden hasta ahí, pero Lilith misma no se encuentra en ese panteón masivo de dioses y demonios. Ensumerio, la palabra «Lil» significa «Aire.» Enlil, por ejemplo, fue el Señor (En) del Aire (Lil). El término más viejo relativo a Lilith sería la palabra sumeria «Lili» (plural «Lilitu»), que parece inferir la misma definición que nuestra palabra «espíritu».
En muchas culturas antiguas, la misma palabra para «aire» o «aliento» era usada para «espíritu.» La misma palabra «espíritus» es uno de esos ejemplos. El hebreo «ruach» es otro. Por lo tanto, Lilitu era ya sea un tipo específico de demonio o simplemente una clase de distintos espíritus malignos en general. Normalmente,Lilith es contemplada siendo un Succubus sumerio. Y, de hecho, había tal criatura en la Babilonia sumeria que seguramente tuvo su parte en la concepción hebrea de Lilith.
Éste ser fue conocido como el «Ardat Lili.» «Ardatu» era un término que describía a una mujer joven en edad para casarse. Así, el Ardat Lili era un espíritu joven femenino —Succubus— demoníaco poseedor de cualidades estrictamente nocturnas. Causante de lo que algunos de nosotros hemos experimentado alguna vez -el despertar y ser retenido o paralizado por una fuerza no visible. También le fue atribuido el causar sueños eróticos, robando el semen del hombre y su vitalidad espiritual.

La cacería de Lilith
( Nortre Dame)

Desde luego, hay una versión masculina de esto —el incubus— pero no abordaré ese tema aquí. Es también interesante el notar que la palabrasumeria para «juguetona» era también «Lulu«, la palabra para «lujosa» era «Lalu», además, la misma palabra para «mal» era «Limnu«, esto tiene una obvia relación con la palabra Lili (yArdat Lili específicamente); no sólo en la similitud de pronunciación y escritura, sino también con el significado de las palabras. Toma en cuenta que estas lenguas antiguas no poseían la definición específica de nuestras palabras modernas.

Una sola palabra designaba alguno de los varios conceptos relacionados. Esto no pretende ser una etimología muy profunda de Lilith. De cualquier forma, el juego de palabras no continúa sino hasta el cautiverio Hebreo en Babilonia (600 a.C.), y no deseo entrar en este tema por el momento. Concerniendo aSumeria, hay dos ejemplos que son vistos generalmente como prueba de la existencia de Lilith. Uno es un mito en el que un demonio femenino toma residencia dentro del sagrado «Árbol de la Vida» de la diosa Inanna, afectando su crecimiento y producción.

Lilith: La Madre de los Vampiros

Éste demonio es tomado como Lilith misma, a quien el héroe Gilgamesh finalmente obliga a salir del árbol y huir al desierto. Así, parece que no hay bases para asumir que esa criatura fuera Lilith, o incluso Ardat Lili. Fue Kramer quien tradujo, como «Lilith,» la palabra «ki-sikil-lil-la-ke«, donde la palabra para aire esta absolutamente presente, no habiendo indicación de una Lilith aún mas que la presencia de la palabra «ki» (tierra) que indica a la diosa de la tierra de ese nombre. Quizás Kramerse concentró en las sílabas «lil-la«. El segundo ejemplo es la famosa placa que representa a una mujer con garras y alas de búho, parada enfrente de dos leones, con dos búhos flanqueándola de cada lado. Fue por la (mal) traducción de Kramer, que se usó para interpretar esa figura como Lilith.
Desde luego, si el demonio del árbol no es Lilith, seguramente la mujer de la escultura tampoco. Hay también una nota que quisiera agregar aquí. En laTorah o Torá, se dice haber una referencia a Lilith —Isaías XXXIV: 14. El verso habla de un búho chillante, y eso se dice, indica a Lilith por la forma de la placa mencionada arriba anteriormente. Éste ejemplo, es usado incluso para argumentar que el nombre de Lilith es derivado de la palabra hebrea para «chillar», de cualquier forma, nada puede estar mas lejos de la verdad que esas dos cosas. Esas relaciones son prácticas cabalísticas aceptadas, pero no pueden ser usadas en un sentido histórico.

La Interpretación Folklórica:

Retrato de Lilith
del pintor
Dante Gabriel Rossetti

La interpretación folklórica de este mito, es más que nada literal y ve al mito como un evento real. En éste, Lilith es un demonio verdadero que es condenado por cosas como mujeres muriendo en partos, niños aún vivos, muertes en cunas y sueños eróticos entre los hombres a quienes se les presentaba tentándolos durante éstos. El aspectosuccubus de Lilith es quizás el más complicado. Como sabemos, la vida judía era (o es) muy estricta, llena de leyes divinas y cientos de formas en las que el hombre las pude quebrar.
Incluso un pensamiento impuro era indeseable. Con la liberación sexual siendo tal taboo, no era sorpresa que los sueños eróticos fueran comunes —e incluso más temidos. No era el caso de ver a una mujer y excitarse. Esto se trataba de cometer el acto completo, en detalle, y disfrutando todo el tiempo. Añádase a esto, que era común soñar con mujeres que conoces y esposas de otros hombres entre ellas lo cual suponía un quebrantamiento de los diez mandamientos Bíblicos. Sin mencionar que el resultado de esos sueños era el ser maldecido como uno que «riega sus semillas».

Lilith: La Madre
de los Vampiros

Ahora, eso era algo que no podía ser evitado y sería así una fuente constante de culpa. El alivio para esta culpa era acusar a un succubus, en éste caso a Lilith, en vez de a la persona responsable del mismo, librándose ésta de quedar en falta o entrar en pecado. ¿Y qué con los demonios niños que Lilith procreaba con tus semillas? ¿Por qué, encima de tu muerte, esos espíritus iban a flotar alrededor de tu familia, exigiendo la herencia legítima de tu estado? Esto se tradujo en muchos más estragos para la familia, y pudieron ser usados para explicar las penas asociadas con la muerte. Había incluso pasos a seguir por una familia, para asegurar que los hijos-demonio ilegítimos fueran desterrados de la casa a la muerte del esposo.
Desde luego, Lilith no era la única madre posible de éstos niños. Historias folklóricas judías, estas llenas de hombres siendo engañados para el matrimonio con bellas demonios, Lilith era simplemente la elegida, o por alguna razón, la mejor entre ellas. Es así que tenemos muchos ejemplos de talismanes contraLilith. Los búhos son el ejemplo más temprano de esto. Incluso más recientes son amuletos que portan la imagen de los tres ángeles con la frase hebrea: «Senoy, y Sansenoy, y SemangelofAdán y Eva:»¡Fuera Lilith!». Estas colgarían sobre camas matrimoniales, mesas para partos, y cunas. En muchos casos la inscripción era pintada en la puerta del lugar o sobre ella. Todo esto hecho por la promesa hecha a los ángeles, que fueron a intentar llevarla de regreso al jardín del Edén.

La Interpretación Religiosa:

Lilith tentando a Eva
del pintor Miguel Angel
(Capilla Sixtina)

La visión cristiana al Mito de Lilith, a pesar de no figurar dentro de las concepciones hebraicas de ella, se relaciona. Esta adición involucra laCaída del Edén. Quizá la versión más famosa de esta Lilith cristiana es la de las pinturas de la Capilla Sixtina (dar click para visitarla en 3D sobre el hipervínculo), de Miguel Ángel. En éstas ella es mostrada como mitad-mujer mitad-serpiente, y es acreditada de instigar su propia Caída del Edén. Aparentemente, Lilith no estaba satisfecha con sus amenazas de venganza tal como estaban, y decidió atacar a Adán donde menos lo esperaría, a través de su nueva esposa, Eva.
Quizás con un poco de celos involucrados aquí. Desde luego, fue
 Satán quien fue tomado como serpiente desde el punto de vista cristiano. Y en realidad,Lilith es tomada como la esposa de Satán (o, desde el ángulo hebraico, la esposa de Samael). La Serpiente fue un esfuerzo conjunto entre ellos dos para tomar venganza de Adán y causar su caída de la gracia. Lilith era el cuerpo de la serpiente, mientras Samael era la voz. Como esposa de Samael (más que de Asmodeus), ella es conocida como la Lilith Mayor o Antigua. Ésta Lilith-Serpiente, podría ser el resultado de un punto de vista de rabinos: Ella, quien seduce a los hombres del «sendero verdadero de Dios«, causando así su caída de la gracia como lo hizo Adán.

Lilith

Dentro de las mitologías del Rey Salomón, encontramos a Lilith en un número de ocasiones, usualmente conocida como la Reina de Sheba. Salomón tenía sospechas de que ésta reina era en realidad Lilith, y entonces divisó un plan para asegurarse. Después de invitarla a visitarlo a su palacio, él tenía el piso alterado de tal forma que aparentaba una piscina de la profundidad de unos tobillos. Cuando la reina llegó, levantó sus faldas para atravesar la piscina, y Salomón( click en enlace para visita 3D) apenas notó sus piernas con más vellos de lo normal. Esta fue la imagen rabínica de Lilith —una oscura y hermosa seductora de la cintura para arriba, pero velluda y fea de la cintura para abajo, en muchos casos, ella es ahí en realidad hombre. Esto es, desde luego, una parte del cuerpo que debe ser oculta a la vista.
Sólo un encuentro íntimo con ella sería suficiente para encontrar la terrible verdad, después de que fuera demasiado tarde. Esto es una metáfora, por supuesto. Lilith representa lo que parece bello al exterior. Ella es sexo, vicio, y todo lo que uno desea hacer que quiebra las leyes de Dios. Ella es todas las cosas en la vida que tientan y seducen al hombre fuera del camino de dios, y dentro de los caminos del mal. Sólo hasta que ella haya seducido al hombre, y está atrapado a su voluntad, ella revela su naturaleza de fealdad.

La Interpretación Cabalística (Cábala) :

Árbol de la vida en
la Cábala

Los Cabalistas crearon otro capítulo en la historia de la vida de Lilith, que se relaciona directamente con las ideas religiosas ya mencionadas. Lilith llegó a representar esas cosas que hacían fruncir el ceño a Dios. Ella era el camino de los paganos, quienes no rechazaban el sexo, el vicio, y la diversión, viviendo alrededor de la gente. Antes de continuar, es importante explicar algunas cosas involucradas. Aunque estos conceptos fueron desarrollados después de la caída del Segundo Templo (en 70 d.C.), el Templo mismo juega un papel grande en el Mito. También están involucrados Adonai (El Señor), y su esposa Shekinah (Hebreo para «Presencia»).
El Mito es un desarrollo de ideas paganas antiguas, donde la unión de los aspectos masculinos y femeninos del universo son vistos con suma importancia para la existencia continua de toda la creación. Esto fue conocido como el Matrimonio Sagrado. En las culturas del medioriente, un nuevo Rey fueritualmente casado con la diosa, y por lo tanto casado también al reino mismo. Igualmente, los Cabalistas representaron a Adonai como un rey, y aShekinah como la gente del mismo pueblo de Israel. Había un solo lugar donde Adonay se uniría con Shekinah, un lugar suficientemente santo para sostener el Sexo Divino. Ese lugar fue el Templo de Salomón. Una vez al año, la pareja se encontraba entre sus paredes, y la luz divina de la diosa brillaba por todo el mundo.
De cualquier modo, el Templo había sido destruido, y sus tesoros llevados a tierras paganas extranjeras. Con ello ocurrió la unión perfecta de Adonay y su reino. Él se retiró del mundo, reusándose a encontrase con Shekinah en una manera impura. Shekinah misma fue tomada prisionera por extranjeros y fue violada por ellos continuamente. Shekinah es el plano físico, y por lo tanto no podía retirarse de él. Su violación fue símbolo de la violación a la humanidad y la gente del pueblo de Israel conjuntamente. Y aquí una vez más, entra en juegoLilith. Recordemos que, como antes se mencionó, Lilith simbolizaba a esos extranjeros que mantenían a Shekinah cautiva. Lilith era esas voluntades malignas y ahora esas voluntades malignas estaban bajo control porque Adonaino podía estar sin una compañera femenina.

El árbol de la vida

No podía haber Dios sin, de alguna manera decirlo, su Diosa. Así, en un esfuerzo para sustanciar un balance, Adonai tomó a Lilithcomo su compañera. Siendo Lilith lo que era,Adonai no sintió pena en unirse a ella en impuridad. Después de todo, ella era solamente, su par. Así fue como una mitad de la fuerza divina que sostenía el Universo fue contaminada, permitiendo a la parte siniestra o malvada de la humanidad sea suprema e indetenible. Lilith era la Shekinah oscura, El polo opuesto de esa diosa santa. De ésta manera, hizo su salto final de demonio a diosa como esposa de Dios.
El Cabalista sintió que su deber era esforzarse para reunir a Shekinah conAdonai, y así echar a Lilith por siempre. ElSabbath es un ejemplo de esto. Debido al carácter santo de este día, Lilith no tuvo poder para permanecer con Adonai, y fue obligada a retraerse al desierto donde ella grita de dolor hasta que el día llega a su fin. Fue durante ésta época que Adonai tuvo la mejor oportunidad de reunirse con Shekinah. Éste simbolismo fue incluso insinuado en la revelación cristiana, donde la prostituta de Babilonia es suplantada en el poder por la novia. Éste fue el destino final deLilith, y aquí esta el mito con todas sus partes: Primero esposa de Adán, esposa de Asmodeus, esposa de Samael, la Serpiente del Árbol del Conocimiento, y finalmente la esposa de dios.
La Interpretación Moderna:

Lilith ( Lamia)
del pintor
Herbert James Draper

Feminismo Hoy Lilith ha sido hoy adoptada por la comunidad Neo-Pagana, más específicamente por aquellos con un punto de vista feminista. El foco principal es la elección de Lilith de volar del paraíso, e incluso sufrir la muerte de cientos de sus hijos, en vez de vivir bajo la sumisión ante Adán. Ella es el desafío femenino y la fuerza. Sus ataques nocturnos consecuentes al hombre son una venganza de la mujer hacia quienes la hayan lastimado. Ésta interpretación ignora totalmente una gran parte de su mito. Los grupos que anteponen esta interpretación, suelen creer que Lilith era, de hecho, una gran diosa dentro de Sumeria.
Se dice, inclusive, que Lilith fue una doncella, al servicio de 
Inanna, quien se erguía fuera de los templos e invitaba a los hombres a entrar y tomar parte del Sexo Sagrado con las sacerdotisas. Para esto, ninguna pista de evidencia arqueológica ha sido mostrada, al menos ninguna evidencia concreta, de la que hoy se tenga conocimiento. Junto con esto, el mito de Gilgameshsacando al demonio fuera del árbol de la vida es tomado como simbolismo del dios patriarca conduciendo a la diosa fuera. Esto es, para algunos, una sandez. Cualquiera que realice el más pequeño estudio sobre Sumeria encontrará que hay difícilmente algún vestigio de alguna expulsión femenina por ahí.

Lilith: La Madre
de los Vampiros

Lo mismo puede decirse de los babilonios que siguieron, y de la misma manera, incluso con los mismos hebreos antiguos. Desgraciadamente, hay una tendencia moderna en la que la «liberación» de cualquier carácter malévolo femenino es pretendida. De acuerdo con esta visión, no hay dioses masculinos en el mundo antiguo por los cuales empezar. Y, no existió, supuestamente, ningún personaje femenino malo en ninguna mitología. Ejemplos de esto, son el Tiamat Babilónico; quien de hecho parece ser una versión del Nammu Sumerio; quien en realidad fue una diosa-madre benevolente. Otro ejemplo es el Seth egipcio; quien fue también una diosa benevolente (Seth se traduce literalmente como «Dama«).
Tales hechos extraídos de la historia, aislados, y tomados como prueba de los conceptos más ridículos imaginables. Algunos opinan que es comparable a aislar versos de la Biblia para probar estar en lo correcto o superioridad una sobre otros. Se debe dejar en claro aquí, que no es un ataque al feminismo. No se ignora el daño hecho a las mujeres a través de los años, gracias principalmente a la Escuela 
Deuteronómica de los Judíos, y a la iglesia Católica. No se habla en contra de interpretar Mitologías de manera nueva y diferente. Eso es, después de todo, de lo que la Mitología se trata.

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Zeus y El Monte del Olimpo

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En la mitología griega Zeus (en griego antiguo Ζεύς Zeús) es el «padre de los dioses y los hombres», que gobernaba a los dioses del monte Olimpo como un padre a una familia, de forma que incluso los que no eran sus hijos naturales se dirigían a él como tal. Era el Rey de los Dioses que supervisaba el universo. Era el dios del cielo y el trueno. Sus atributos incluyen el rayo, el águila, el toro y el roble. Además de su herencia indoeuropea, el clásico Zeus «recolector de nubes» también obtuvo ciertos rasgos iconográficos de culturas del antiguo Oriente Próximo, como el cetro. Zeus fue frecuentemente representado por los artistas griegos en dos poses: de pie, avanzando con un rayo levantado en su mano derecha, y sentado majestuosamente. Hijo de Crono y Rea, era el más joven de sus descendientes.

En la mayoría de las tradiciones aparece casado con Hera, aunque en el oráculo de Dódona su esposa era Dione, con quien según la Ilíada fue padre de Afrodita. Es conocido por sus numerosas aventuras y amantes, fruto de las cuales fueron muchas deidades y héroes, incluyendo Atenea, Apolo y Artemisa, Hermes, Perséfone, Dioniso, Perseo, Heracles, Helena, Minos y las Musas. Con Hera suele decirse que fue padre de Ares, Hebe y Hefesto. En griego el nombre del dios es Ζεύς Zeús en el caso nominativo y Διός Diós en el genitivo. Las formas más antiguas del nombre son las micénicas di-we y di-wo, escritas en lineal B.

Su equivalente en la mitología romana era Júpiter y en la etrusca, Tinia. El principal centro donde los griegos se reunían para rendir honores al rey de sus dioses era Olimpia. El festival cuatrienal que se celebraba allí incluía los famosos Juegos. Había también un altar dedicado a Zeus construido no de piedra, sino de ceniza, procedente de los restos acumulados durante muchos siglos de animales sacrificados allí.

Además de los principales santuarios situados entre polis, no había formas de culto a Zeus que compartiese todo el mundo griego. La mayoría de los títulos enumerados más abajo, por ejemplo, podían encontrarse en ciertos templos griegos desde Asia Menor hasta Sicilia. Determinados rituales se celebraban de la misma forma también: sacrificar un animal blanco sobre un altar elevado, por nombrar uno.

Zeus, poéticamente llamado con el vocativo Zeu pater (‘Zeus padre’), es una continuación de *Di̯ēus, el dios protoindoeuropeo del cielo diurno, también llamado *Di̯eus ph2tēr (‘Padre Cielo’). El dios es conocido bajo este nombre en védico (comp. Dyaus/Dyaus Pita), latín (comp. Júpiter, de Iuppiter, derivado del vocativo pIE *dyeu-ph2tēr), derivado de la forma básica *dyeu- (‘brillar’), y en la mitología germana y nórdica (comp. *Tīwaz > AAA Ziu, nórdico antiguo Týr), junto con el latín deus, dīvus y Dis (una variante de dīves), del sustantivo relacionado *deiwos.

Para los griegos y romanos, el dios del cielo era también el dios supremo, mientras que esta función era desempeñada por Odín entre las tribus germánicas, por lo que no identificaban a Zeus/Júpiter con Tyr ni con Odín, sino con Thor (Þórr). Zeus es la única deidad del panteón olímpico cuyo nombre tiene una etimología indoeuropea tan transparente. Zeus desempeñaba un papel dominante, presidiendo el panteón olímpico de la Grecia Antigua. Engendró a muchos de los héroes (véase una lista más abajo) y aparecía en muchos cultos locales. Aunque el «recolector de nubes» homérico era el dios del cielo y el trueno como sus equivalentes de Oriente Próximo, era también el artificio cultural supremo. En algunos sentidos, era para los griegos la encarnación de sus creencias religiosas y la deidad arquetípica. Además de los epítetos locales que simplemente designaban al dios haciendo algo arbitrario en algún lugar particular, los epítetos o títulos aplicados a Zeus enfatizaban diferentes aspectos de su amplísima autoridad: Olimpio enfatizaba el reinado de Zeus sobre los dioses y sobre el festival panhelénico en Olimpia.

Un título relacionado era Panhelenio (‘de todos los helenos’), a quien estaba dedicado el famoso templo de Éaco en Egina. Como Xenios, Zeus era el patrón de la hospitalidad y los invitados, presto a vengar cualquier injusticia cometida contra un extraño (ξένος, ‘xénos’). Como Horkios era el vigilante de los juramentos. A los mentirosos que eran descubiertos se les hacía dedicar una estatua a Zeus, con frecuencia en el santuario de Olimpia. Como Agoreo, Zeus vigilaba los negocios en el ágora y castigaba a los comerciantes deshonestos.

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Como Egidoco (Αἰγιδούχος) o Egíoco (Αἰγίοχος) era el portador de la égida, con la que infundía terror al impío y sus enemigos.11 Otros derivan este epíteto de αίξ (‘cabra’) y οχή, tomándolo como una alusión a la leyenda de Zeus mamando del pecho de Amaltea. Como Meiliquios (‘amable’, ‘melifluo’ o ‘meloso’) subsumió un arcaico daimon ctónico apaciguado en Atenas. Como Tallaios (‘solar’) fue adorado en Creta. Como Zeus Cronión, amontonador de nubarrones. Como Zeus Kásios, honrado en el Monte Kasio en Siria, con una fiesta anual. Se lo adoraba en Pelusio, en Seleucia Pieria, en la isla de Delos y en la de Corcira. Derivado del dios semítico Baal Safón (lanzador del rayo). En su origen ugarítico era considerado un dios de la navegación. Como Zeus Labrandos fue adorado en Caria. Su sede sagrada fue Labraunda y era representado sujetando un hacha de doble filo (labrys).

Está relacionado con el dios hurrita del cielo y la tormenta, Teshub. Como Zeus Eleuterio (Ἐλευθέριος o Ἐλευθερεύς), recibe este nombre cuando se alude a su condición de «libertador» o «portador de la libertad». Los griegos antiguos siempre han dado un gran valor a la libertad y por ello asociaban este atributo a Zeus, el cual era también asociado a Eros y Dioniso en algunas zonas del Ática. En honor a esta versión del dios se realizaba una fiesta en varias ciudades griegas llamada Eleuterias. Además de los títulos y conceptos panhelénicos enumerados anteriormente, los cultos locales mantuvieron sus propias ideas idiosincrásicas sobre el rey de los dioses y los hombres. A continuación se enumeran algunas de ellas: Con el epíteto Etneo fue adorado en el Etna, donde hubo una estatua suya y se celebraba en su honor una fiesta local llamada Etnea. Como Eneio o Enosio fue adorado en la isla de Cefalonia, donde tuvo un templo en el monte Enos.

Como Agamenón fue adorado en Esparta. Eustacio cree que el dios derivó este nombre del parecido entre él y Agamenón, mientras otros creen que es un simple epíteto que significa ‘el eterno’, de ἀγὰν y μένων. Crono fue padre de varios hijos con Rea: Hestia, Deméter, Hera, Hades y Poseidón, pero se los tragó tan pronto como nacieron, ya que Gea y Urano le habían revelado que estaba destinado a ser derrocado por su propio hijo, tal como él había destronado a su padre. Pero cuando Zeus estaba a punto de nacer, Rea pidió consejo a Gea para urdir un plan que lo salvara, y así Crono tuviera el justo castigo a sus actos contra Urano y contra sus propios hijos. Rea se escondió en la isla de Creta, donde dio a luz a Zeus. Luego engañó a Crono, dándole una piedra envuelta en pañales que éste tragó en seguida sin desconfiar. Rea escondió a Zeus en una cueva del monte Ida en Creta. Según diversas versiones de esta historia, Zeus fue criado: Por Gea.

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Por una cabra llamada Amaltea, mientras una compañía de Curetes o Coribantes (soldados o dioses menores) bailaba, gritaba y daba palmadas para hacer ruido y que Crono no oyese los llantos del niño. (Véase cornucopia.) Por una ninfa llamada Adamantea. Puesto que Crono gobernaba la tierra, los cielos y el mar, ella lo escondió colgándolo con una cuerda de un árbol, de forma que quedaba suspendido entre la tierra, el mar y el cielo, siendo pues invisible a su padre. Por una ninfa llamada Cinosura. En agradecimiento, Zeus la subió entre las estrellas tras su muerte. Por la ninfa Melisa o por la Melisa que era hija de Meliseo, rey de Creta.

Melisa alimentó a Zeus con miel y leche de cabra. Por una familia de pastores a cambio de la promesa de que sus ovejas estarían a salvo de los lobos. Tras hacerse adulto, Zeus obligó a Crono a regurgitar primero la piedra (que se la dejó a Pitón bajo las cañadas del Parnaso como señal a los hombres mortales, el Ónfalos) y después a sus hermanos en orden inverso al que los había tragado. En algunas versiones, Metis le dio a Crono un emético para obligarlo a vomitar los bebés, y en otras Zeus abrió el estómago de Crono. Entonces Zeus liberó a los hermanos de Crono, los Hecatónquiros y los Cíclopes, de su mazmorra en el Tártaro y mató a su guardiana, Campe. Como muestra de agradecimiento, los Cíclopes le dieron el trueno, el rayo o el relámpago, que habían sido previamente escondidos por Gea. En una guerra llamada la Titanomaquia, Zeus y sus hermanos y hermanas junto con los Hecatónquiros y Cíclopes, derrocaron a Crono y a los otros Titanes, que fueron encerrados en el Tártaro, un lugar húmedo, lúgubre, frío y neblinoso en lo más profundo de la Tierra y allí quedaron custodiados por los Hecatónquiros.

Atlas, uno de los titanes que luchó contra Zeus, fue castigado a sostener la bóveda celeste. Tras la batalla con los Titanes, Zeus se repartió el mundo con sus hermanos mayores, Poseidón y Hades, echándoselo a suertes: Zeus consiguió el cielo y el aire, Poseidón las aguas y Hades el mundo de los muertos (el inframundo).

La antigua tierra, Gea, no podía ser reclamada y quedó bajo el dominio de los tres según sus capacidades, lo que explica por qué Poseidón era el dios de los terremotos y Hades reclamaba a los humanos que morían. Gea estaba resentida por cómo Zeus había tratado a los Titanes, porque eran sus hijos. Poco después de subir al trono como rey de los dioses, Zeus tuvo que luchar con otros hijos de Gea, los monstruos Tifón y Equidna. Zeus derrotó a Tifón atrapándolo bajo una montaña, pero dejó a Equidna y a sus hijos con vida como desafío para futuros héroes.

Zeus y El Monte del Olimpo